1. Inmigración ilegal en Costa Rica
El fenómeno migratorio no es algo que vivan solamente las sociedades desarrolladas del
mundo, las sociedades en su búsqueda por un mejor futuro optan muchas veces en
movilizarse de su lugar de arraigo hacia nuevos rumbos. Latinoamérica tiene ejemplos
latentes de movilización de extranjeros en ocasiones de forma ilegal que llegan a sus países
para buscar escapar de diversas situaciones, principalmente de pobreza extrema de sus
territorios y procurar un mejor futuro en el nuevo destino.
Países como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Guatemala, Panamá, entre otros,
son algunos ejemplos de países que constantemente ven la llegada de extranjeros de manera
ilegal a sus territorios y que deben lidiar con una serie de circunstancias para evitar
problemas que pueda generar el arribo de inmigrantes que ciertamente van a tener un
impacto social por todos los elementos legales y humanitarios que conlleva tenerlos en
medio de la sociedad.
Según el informe de Estado de la Región (IER) realizado por el Programa Estado de la
Nación de Costa Rica que analiza el “Desarrollo Humano Sostenible” de la región
centroamericana. Resultó en el miso que Costa Rica ocupa el primer lugar de receptores de
migrantes internos de Centroamérica.
Según este informe, al año 2015 se decía que Costa Rica alberga el 64,8% de los
inmigrantes intrarregionales que han salido de sus países, es decir, más de 330 mil personas
inmigrantes regionales viven en suelo costarricense, lo que es un porcentaje importante de
los más de 4,9 millones de ciudadanos costarricenses, de los cuales, al menos 300 mil son
de origen nicaragüense, y se cree que al menos 200 mil de estos se mantienen en una
condición migratoria irregular, y otro grupo es intermitente e ingresa por temporadas al país
a trabajar y salen de nuevo hasta una siguiente ocasión.
Agregar que los nicaragüenses son la tercera población que aporta migrantes a los índices
regionales, solo por debajo de El Belice (15,7%) y Salvador (21%). Destacar además que la
cantidad de ciudadanos centroamericanos viviendo fuera de sus países hasta el 2015 fue de
4 millones de personas según el propio IER.
2. En cuanto a las migraciones ilegales, Costa Rica sufre los embates de malas políticas en
materia de protección de fronteras, lo que permite la filtración de ciudadanos de diferentes
orígenes, principalmente; como ya se mencionó; provenientes de Nicaragua. Sin embargo,
también en los últimos años ha pasado por el país grupos de migrantes cuyo destino final
no es Costa Rica, sino principalmente buscando llegar hasta los Estados Unidos.
Desde finales del 2015 y durante este 2016 se tuvo la experiencia de un grupo importante
de ciudadanos cubanos (8.000 aproximadamente en total) que pasaron por Costa Rica y
estuvieron varios días varados en la frontera, porque el gobierno de Daniel Ortega
(Nicaragua) no les quiso permitir seguir su rumbo y por el contrario empleó hasta la fuerza
militar para evitar “filtraciones”.
Las tensiones llegaron a tal nivel que en algún momento el Presidente Luis Guillermo Solís
(Costa Rica) retiró a Costa Rica de la mesa política del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA), principalmente porque los países del Istmo no querían habilitar
un corredor humanitario para que los ciudadanos cubanos pudieran seguir su ruta. Al final
se habilitó una salida aérea a los ciudadanos para que lograran llegar a su destino.
Después de pasar por este importante grupo de inmigrantes bien identificados, Costa Rica
vive otra situación de migraciones masivas de personas que buscan también movilizarse
hacia los Estados Unidos. Se trata de ciudadanos de origen haitiano y africano que se han
estado movilizando desde hace meses desde Sudamérica hacia el Norte.
Han vivido los mismos inconvenientes de quedar atrapados dentro de Costa Rica por la
imposibilidad de pasar la frontera nicaragüense. Además, algunos de estos inmigrantes, al
llegar a Costa Rica, por temor al ser detenidos, se han deshecho de sus pasaportes para no
ser deportados, además de no hablar en ningún idioma frente a las autoridades para no ser
reconocidos sus orígenes y por todo esto, resulta técnicamente imposible que puedan seguir
su camino, ya que ningún país aceptará el paso de indocumentados a través de sus
territorios de manera ilegal y mucho menos sin conocer si serán o no un peligro para las
naciones receptoras.
3. Estos haitianos y africanos, en su mayoría se encuentran aún varados en la Zona Norte de
Costa Rica, en la provincia de Guanacaste, viendo de qué manera se arregla su estatus
migratorio para poder seguir su travesía hacia el Norte del continente.
En total, se cree que Costa Rica durante el 2016 recibió cerca de 26 mil migrantes
irregulares, esto constatado por la Oficina del Ministerio de Comunicación. La mayoría de
estos inmigrantes son traídos por traficantes de personas (coyotes) que les cobran sumas
exorbitantes para sacarlos de sus países de origen y los dejan botados en el primer puesto
fronterizo donde tendrán problemas para pasar, luego quedan a la intemperie y al favor de
los países que los alberguen.
Lo más delicado de esta situación, son la cantidad de esta situación son las poblaciones
vulnerables que viene en esos grupos. Niños, mujeres, ancianos; familias enteras buscando
un mejor futuro y que se ven expuestos a sufrir de enfermedades y accidentes en su afán de
huir de las crisis y problemas que los hacen salir de sus países.