1. ¿QUIÉNES DECIDIERON QUÉ
INCLUIR EN LA BIBLIA?
“Nueva Evidencia que Demanda un Veredicto”
1era Parte
Por Carlos Augusto Rodríguez
2. ¿QUIÉNES DECIDIERON QUÉ
INCLUIR EN LA BIBLIA?
La pregunta acerca de
cómo se decidió cuáles
libros llegarían a ser parte
de la Biblia apunta al
proceso de canonización.
Una persona que discierne
querrá saber por qué
algunos libros fueron
incluidos en el canon y
otros excluidos.
3. EL SIGNIFICADO DEL VOCABLO
“CANON”
El vocablo canon proviene de una raíz que significa caña o junquillo (hebreo, qaneh; griego,
kanon). La caña llegó a ser un instrumento de medir y su significado evolucionó a “patrón” o
“regla” o “norma”.
El padre eclesiástico Orígenes (vivió en el siglo III d. de J.C.) usaba la palabra “canon para denotar
lo que hallamos ahora ´la regla de fe´, o sea el patrón por el cual hemos de medir y evaluar”. Más
tarde, el término llegó a significar una “lista” o “índice”. En su aplicación a las Escrituras, el canon
se refiere “a una lista de libros oficialmente aceptados”.
Es importante notar que la iglesia no creó el canon; no
determinó los libros que se llamarían Escrituras Sagradas,
como la inspirada Palabra de Dios. Al contrario, la iglesia
reconoció, o descubrió, cuáles libros habían sido
inspirados desde su principio. Dicho de otra manera, “un
libro no es la Palabra de Dios porque fue aceptado por el
pueblo de Dios. Más bien, fue aceptado por el pueblo de
Dios porque es la Palabra de Dios. Esto significa que Dios
le da al libro su autoridad divina, y no el pueblo de Dios.
Ellos sólo reconocen la autoridad divina que Dios le da”.
El cuadro que aparece en esta página ayuda a ilustrar
este importante principio.
4. PUNTO DE VISTA INCORRECTO PUNTO DE VISTA CORRECTO
La iglesia es quien determina el canon La iglesia es quien descubre el canon
La iglesia es madre del canon La iglesia es hija del canon
La iglesia es el magistrado del canon La iglesia es el ministro del canon
La iglesia es quien administra el canon La iglesia es quien reconoce el canon
La iglesia es juez del canon La iglesia es testigo del canon
La iglesia es maestra del canon La iglesia es sierva del canon
5. CRITERIOS PARA DETERMINAR
LA INCLUSIÓN EN EL CANON
Podemos detectar de los escritos bíblicos y de los de historia eclesiásticas que
había unos cinco principios que guiaron el reconocimiento y la colección de los
libros verdaderamente inspirados por Dios. Geisler y nix presentan los principios
como sigue:
1) ¿Fue escrito el libro por un profeta de Dios?:
Si un libro fue escrito por un portavoz de Dios, entonces
resultó se la Palabra de Dios
6. 2) ¿Recibió el autor confirmación por algunos actos
portentosos de Dios?
Con cierta frecuencia había
milagros que distinguían a los
profetas verdaderos de los falsos.
“Moisés recibió poderes
milagrosos para confirmar su
llamamiento de Dios. Elías triunfó
sobre los falsos profetas de Baal
por medio de un acto
sobrenatural. Jesús ´fue…
acreditado por Dios… con hechos
poderosos, maravillas y señales
que Dios hizo por medio de él´…
Un milagro es un acto de Dios
para confirmar la Palabra de Dios
dada por medio de un profeta de
Dios al pueblo de Dios. Es una
señal para comprobar su sermón;
el milagro confirma el mensaje”.
7. 3) ¿Decía el mensaje la verdad acerca de Dios?
Dios no puede contradecirse, ni tampoco puede
pronunciar lo que es falso. Por lo tanto, ningún libro
con pretensiones falsas puede ser la Palabra de
Dios”. Por razones tales como estas, los padres
eclesiásticos mantenían la norma: “Si hay duda, que
se excluya”. Esta regla “aumentó la validez de su
discernimiento de los libros canónicos”.
Para que por dos cosas inmutables, en
las cuales es imposible que Dios
mienta, tengamos un fortísimo
consuelo, los que nos acogemos á
trabarnos de la esperanza propuesta
Hebreos 6:18
8. 4) ¿Demuestra el libro el poder de Dios?
Los padres creían que la palabra de dios es “viva y eficaz”, y
que por consiguiente debe tener una fuerza transformadora
para la edificación. Si el mensaje de un libro no lograba su
declarada meta, si no demostraba el poder para cambiar una
vida, entonces se concluía que Dios no estaba detrás de su
mensaje”. La evidente presencia del poder transformador de
Dios se consideraba como una indicación fuerte de que un libro
dado tenía el sello de aprobación del mismo Padre celestial.
Siendo renacidos, no de simiente
corruptible, sino de incorruptible, por
la palabra de Dios, que vive y
permanece para siempre.
1 Pedro 1:23
9. 5) ¿Gozaba de aceptación por el pueblo de Dios?
Pablo dijo de los tesalonicenses: “Por esta razón, nosotros
también damos gracias a Dios sin cesar; porque cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de parte nuestra, la
aceptasteis, no como palabra de hombres, sino como lo que es
de veras, la palabra de Dios…” (1 Tesalonicenses 2:13).
Sea lo que fuera el debate
posterior sobre la pertinencia
de un libro al canon, los que
estaban en mejores
condiciones para conocer
sus credenciales proféticas
eran los que conocían al
profeta que lo había escrito.
10. De modo que la evidencia definitiva, a pesar de todo debate
posterior acerca de la canonización de algunos de los libros, es
la que atestigua su aceptación original por creyentes
contemporáneos. Cuando el pueblo de Dios recibía,
coleccionaba, leía y usaba un libro como la Palabra de Dios,
este llegaba a ser considerado como canónico. Esta práctica a
veces se refleja dentro de la Biblia misma. Un caso tiene que
ver con el reconocimiento del apóstol Pedro que los escritos de
Pablo estaban a la par con las Escrituraas del Antiguo
Testamento
Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas
de estas cosas; entre las cuales hay algunas
difíciles de entender, las cuales los indoctos é
inconstantes tuercen, como también las otras
Escrituras, para perdición de sí mismos.
2 Pedro 3:16