Este documento presenta información sobre la comunicación oral y no verbal en contextos laborales y profesionales. Explica que la comunicación efectiva requiere evitar patrones como las críticas o presiones, y entender que la comunicación es un proceso complejo que involucra el intercambio de mensajes entre dos o más personas. Además, describe los componentes no verbales de la comunicación como la entonación, volumen y velocidad de la voz, los silencios, y la dicción, y cómo estos afectan la transmisión del mensaje.
1. Programa de Formación Fundamental
Comunicación Oral y Escrita II
Unidad III:
Comunicación oral
2. La comunicación verbal
La comunicación verbal que se da en un contexto
laboral/profesional difiere de las conversaciones cotidianas
coloquiales.
Un comunicador efectivo debe conocer y ser capaz de
identificar aquellas pautas comunicativas que puedan afectar
negativamente a la comunicación. Se citan por ejemplo:
(Chácharas, reproches, críticas, sermoneos, presionar, amenaz
ar, discutir, expresiones de intolerancia entre otras).
3. La comunicación o el acto de comunicar es un proceso
complejo en el que dos o más personas se relacionan y
a través de un intercambio de mensajes con códigos
similares, tratan de comprenderse e influirse de forma
que sus objetivos sean aceptados de la manera
prevista para transmitir alguna información.
4. Dentro del proceso de comunicación se producen
componentes conductuales, que pueden ser directamente
observados por cualquier persona, y se denominan
paraverbales o paralingüísticos, movimientos
kinésicos y proxémicos.
5. La comunicación no verbal
Entendemos como comunicación no verbal aquella que comprende
los componentes informativos que no pueden ser considerados
palabras habladas o escritas.
Son, por lo tanto, conductas gestuales o sonoras que han sido
clasificadas en tres categorías: paraverbales o paralingüísticas;
kinésicas; y proxémicas.
1.
Paraverbales o paralingüísticas: Comprenden aquellas
características vocales que modelan un discurso:
a) Tonalidades de la voz: Que a través de la entonación
podemos imprimir al mensaje características que refuerzan
intención: énfasis, calma, sorpresa, emoción, exclamación. Su
adecuada utilización evita la monotonía e incrementa la
atención.
6. b) Volumen de la voz: El volumen junto con la entonación
son dos características claves para conseguir un discurso
ameno y enfatizar aquellas partes que nos interesan
resaltar.
c) Velocidad: Un habla atropellada denota ansiedad y
nerviosismo, mientras que una velocidad muy lenta podría
aburrir a los interlocutores.
d) Los silencios: Son considerados como elementos con
significado y con distintas interpretaciones, no significan
necesariamente falta de información, puede significar
respeto, expectación, reflexión, por ejemplo.
7. e) La dicción y fluidez de la pronunciación: Una
claridad de discurso implica una claridad de
pensamiento, mientras que las ideas confusas suelen ir
acompañadas de titubeos y vacilaciones. La fluidez supone
una cadencia rítmica de emisión de palabras sin
repeticiones ni vacilaciones.
f) Tiempo del habla: Los discursos largos (que podrían
caer en sermoneo) afectan la calidad de la comunicación
interpersonal.