Epígrafes tema 7 expansión ultramarina y creación del imperio colonial
Epígrafes tema 4 la península Ibérica en la edad media los reinos cristianos
1. 4. LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA. LOS REINOS CRISTIANOS.
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Epígrafe 4.1. Los primeros núcleos de resistencia.
Tras la desaparición del Reino Visigodo, sólo las zonas montañosas del norte de la
Península se mantuvieron libres de la dominación musulmana: la Cordillera
Cantábrica y los Pirineos. Fue allí donde surgieron los primeros núcleos de
resistencia cristiana frente al Islam, todos ellos poco poblados, con formas
económicas primitivas, de base agrícola y ganadera, y escasamente romanizados.
Durante estos siglos, del VIII al X, se limitaron a resistir o, a lo sumo, a realizar
avances por zonas casi despobladas..
Reino Astur-Leonés: en el territorio habitado por los astures se refugiaron los
nobles visigodos y organizaron el foco de resistencia más antiguo, el primer episodio
lo protagonizó Pelayo en la Batalla de Covadonga en el 722 y se saldó con la
derrota de los invasores, el desinterés de estos hacia esta zona y, el establecimiento
de una frontera entre la España cristiana y la musulmana a ambos márgenes del
río Duero. Se amplían los dominios (Galicia y País Vasco), se consolida la
monarquía astur (convertida en heredera de la tradición visigoda), y se coloniza el
Valle del Duero (Alfonso III) por la presión demográfica. A comienzos del siglo X este
reino pasa a denominarse astur-leonés o simplemente Reino de León. Abarcaba el
noroeste peninsular y tenía por fronteras las de Castilla y Portugal.
Condado de Castilla: independiente desde el año 930, Fernán González fue
su primer conde. En el año 951 Castilla quedó definitivamente vinculada a la
familia de éste.
Reino de Navarra: Pamplona ciudad se rebeló en el 799 contra el emirato de
Córdoba y pasó a depender de la influencia del reino franco. Más tarde la
familia de los Arista logró expulsar a los francos. Con su primer monarca,
Sancho Garcés I (905-925) se inicia la conquista de La Rioja. Durante el
reinado de Sancho III el Mayor (1000-1035) asistimos a un extraordinario
desarrollo del Reino de Navarra.
Reino de Aragón: su primer rey fue Ramiro I, nace a la muerte de Sancho III
de Navarra, reino al que a finales del siglo X se habían incorporado los
condados aragoneses de Sobrarbe y Ribagorza.
Condados Catalanes: formaban la llamada Marca Hispánica carolingia
(frontera franca frente al Islam) organizada en condados cuyos condes
nombraban los francos. El condado de Barcelona ocupaba una situación
hegemónica respecto a los demás y acabará sometiéndolos. Wilfredo el
Velloso y el conde Borrel II en los siglos IX y X consolidaron estos condados y
su independencia con respecto al reino franco. El condado más importante era
el de Barcelona.
Epígrafe 4.2. Principales etapas de la Reconquista.
Causas de la expansión territorial de los reinos cristianos hacia el sur:
La presión demográfica.
La difusión de las instituciones feudales.
La búsqueda de botín.
El espíritu de cruzada.
Durante el largo proceso de Reconquista diferenciamos las siguientes etapas:
1.
Siglos VIII-X (Alta Edad Media). Periodo en el que realmente no hubo
Reconquista. Debido al predominio absoluto de los musulmanes los cristianos
Fuentes: Historia de España, 2º de Bachillerato. Universidades de Madrid. Editorial Coloquio.
Historia de España, Editorales Almadraba y Akal
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se limitaron a defenderse y a ocupar las tierras deshabitadas del Valle del
Duero, de Galicia y del Piedemonte de los Pirineos.
2.
Siglos XI-XII-XIII (plena edad media): durante estos siglos se produce el gran
avance reconquistador, el siglo XI marca el verdadero comienzo de la
Reconquista. Se produjo un cambio radical en la correlación de fuerzas entre
cristianos y musulmanes:
el califato entró en una profunda crisis política y se desmembró en reinos de taifas.
los reinos cristianos del norte se recuperan y toman la iniciativa militar, de este
modo someten a los taifas al pago de parias a cambio de protección y paz. Hecho que
no impidió un poderoso avance militar .
En el siglo XI y primera mitad del XII el avance se produce contra los reinos
de taifas y los almorávides. Los reinos de León y Castilla ocuparon el valle del
Tajo, mientras que el valle del Ebro era ocupado por Aragón y los Condados
catalanes- Los mayores éxitos fueron la conquista de la taifa de Toledo en 1085
por parte de Alfonso VI, rey de Castilla; Zaragoza por Alfonso I el Batallador
(1118) y Tortosa (1148) por Ramón Berenguer IV.
Respuesta de los taifas a través de la llamada al Imperio almorávide que vence
en numerosas batallas: Sagrajas (1086), Consuegra (1097), Uclés (1108).
Entre 1150 y 1212 se conquistó el curso medio del río Guadiana (provincia de
Badajoz) y los cursos altos del Turia y el Júcar. El reino de León se extendió por
Extremadura, el de Castilla por la submeseta sur (Castilla La Mancha) y el de
Aragón por Teruel. Los reinos de Castilla y Aragón delimitaron sus áreas de
expansión en el Tratado de Cazorla (1179).
3.
Siglo XIII (las grandes conquistas). El creciente poder de los musulmanes
(batalla de Alarcos, 1195), provoca la reacción de los reinos cristianos que
olvidan sus disputas y animados por el espíritu de cruzada forman un poderoso
ejército dirigido por los reyes de Castilla (Alfonso VIII), Aragón (Pedro II) y
Navarra (Sancho VII). Como resultado de la rotunda victoria de las Navas de
Tolosa en 1212 el avance cristiano se hace imparable, y el dominio musulmán
quedará reducido al Reino de Granada. La unión definitiva de los reinos de
León y Castilla a partir de 1230 con Fernando III el Santo quien toma Sevilla y
su hijo Alfonso X el Sabio tomará Murcia. Los ejércitos de la Corona de Aragón
conquistaron el reino de Valencia y Baleares. La ciudad de Valencia fue tomada
por Jaime I el Conquistador en 1236.
4.
Baja Edad Media (siglos XIV y XV: 1270-1492). No quedó más que un reino
musulmán, el reino nazarí de Granada (tributario de Castilla), cuya conquista
lograron los RRCC en 1492 (expulsión de Boabdil el Chico).
Epígrafe 4.3. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la
estructura de la propiedad. Modelos de repoblación y organización social.
Se conoce como repoblación el proceso de ocupación y colonización cristiana de las
tierras reconquistadas. Los modelos de repoblación condicionaron la propiedad de
la tierra y fueron los siguientes:
Presura. Consistía en la ocupación de tierras sin dueño reconocido. Nobles y
monjes crearon señoríos con campesinos colonos en torno a castillos y
monasterios. En las zonas más peligrosas (Castilla) se permitió a los
campesinos ocupar tierras como hombres libres. Esta forma de ocupación
del territorio se dio durante los siglos IX y X en el valle del Duero. Este
sistema de repoblación genera una sociedad de campesinos libres basada en
la pequeña y mediana propiedad
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Concejil: consistía en la creación de concejos o núcleos de población que
recibían un amplio término municipal o alfoz, con milicias que se
encargaban de defender y repoblar la frontera. Los reyes concedieron fueros y
cartas puebla que reconocían privilegios y libertades a los pobladores con
objeto de favorecer la repoblación Se dio durante el siglo XI entre los ríos
Duero y Tajo. Los nuevos pobladores obtenían tierras y privilegios y los
caballeros de la villa se encargaban de la defensa. Este modelo dio como
resultado el predominio de la propiedad mediana libre y abundantes tierras
comunales (bosques y pastos).
Órdenes Militares: las Órdenes Militares dividían la tierra en encomiendas
al frente de las cuales se situaba un caballero de la Orden con título de
comendador. La estructura de propiedad predominante fue el latifundio,
dedicado a la ganadería por la abundancia de terreno y la falta de mano de
obra. Esta forma de repoblación se dio durante la primera mitad del siglo XIII
en la submeseta sur, bajo Aragón y bajo Ebro.
Repartimiento. Consistía en el reparto de los bienes obtenidos en una
conquista entre quienes habían participado en la misma. El lote repartido se
llamaba donadío. Su tamaño y valor estaba en función del rango social del
receptor. El resultado fue la aparición de grandes latifundios en manos de la
nobleza, el clero y las Órdenes Militares. Esta forma de repoblación se dio
durante la segunda mitad del siglo XIII en el valle del Guadalquivir y el litoral
levantino.
Epígrafe 4.4. Diversidad cultural: cristianos, musulmanes y judíos.
Durante la Edad Media, la Península fue espacio de convivencia de tres culturas:
musulmana, judía y cristiana. Esta convivencia tuvo frecuentes situaciones de
intolerancia pero también periodos armoniosos en los que el trasvase de elementos
culturales entre los tres grupos fue fluido. En cualquier caso, no debe olvidarse que
la vinculación de los reinos cristianos a la cultura de la Europa cristiana fue
absoluta, aún de manera más acentuada, si cabe, a partir del siglo XI con la
apertura del Camino de Santiago.
Hasta el siglo X, la España islámica fue culturalmente muy superior a los reinos
cristianos. En la España cristiana el saber se redujo al ámbito eclesiástico de raíz
monástica. Los monasterios asumieron la tarea de preservar y transmitir la cultura,
sobre todo, a partir de la copia y conservación de los libros.
En el XI tiene lugar el descubrimiento de los restos del apóstol Santiago y el
nacimiento de la ruta de peregrinación por la que llegarían los modos culturales del
otro lado de los Pirineos, como el arte románico.
Otro elemento cultural sobresaliente de ese periodo lo constituyen los “centros de
traducción del árabe”, en los que se produjo un fecundo intercambio entre
intelectuales de las tres culturas y, a las que acudían eruditos de toda Europa. Esta
labor se inicia en monasterios como el de Ripoll, y culmina en las escuelas de
traductores, especialmente Toledo, que en el siglo XIII y con el mecenazgo del
monarca Alfonso X el Sabio, alcanzaría un gran prestigio. La difusión de los textos
es llevada a cabo por judíos hispanos, sobre todo médicos, que enseñaban en
universidades europeas.
A lo largo del siglo XIII irían surgiendo las primeras universidades por iniciativa
real: Palencia (1212), Salamanca (1218), Valladolid (a mediados de siglo), Lérida
(1279) y Lisboa (1288). En ellas se enseñaba en latín y se aplicaba el método
escolástico1.
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sistema de enseñanza por el que en las universidades, los profesores comentaban textos de autores conocidos y
los discípulos discutían sobre ellos.
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Epígrafe 4.5. Manifestaciones artísticas.
El arte medieval peninsular es fundamentalmente religioso, tanto los edificios
(monasterios o catedrales) como la escultura o pintura (subordinadas a la
arquitectura) se realizan con una clara finalidad didáctica: mostrar la gloria de Dios
y transmitir su doctrina. En la Península se extendieron las grandes corrientes
artísticas medievales europeas (románico y gótico) importadas de Francia y se
desarrollaron otras autóctonas (asturiano o prerrománico, mozárabe y mudéjar).
Arte asturiano o prerrománico (siglos VIII-X). Arte promovido por la
monarquía asturiana. Emplea arcos de medio punto y bóvedas de cañón. Se
trata de pequeñas iglesias en zonas rurales y en estado precario. Destaca el
conjunto de iglesias asturianas, en torno a Oviedo, Santa María del Naranco,
antiguo salón del palacio de los reyes asturianos o San Miguel de Lillo.
Arte mozárabe (siglo X) iglesias, construidas por mozárabes legados a tierras
cristianas (valle del Duero). Utilizaban materiales pobres como ladrillo y arcos
de herradura. San Miguel de la Escalada, León.
Arte Románico (siglos XI-XII):
–
–
Escultura: aunque hay escultura de bulto redondo (limitada a la
representación de figuras religiosas ) predominan los relieves, capiteles
sobre todo (claustro de Santo Domingo de Silos) y las portadas (Pórtico de
la Gloria de la Catedral de Santiago). Se caracteriza por el tratamiento
antinatural de los motivos (a menudo con sus formas y proporciones
alteradas para ajustarse al marco arquitectónico) y simplificación de
escenas y figuras (para transmitir la idea esencial de las cosas, y no de
imitar su apariencia real).
–
Arquitectura: las iglesias presentan un aspecto macizo y oscuro por la
escasez de vanos (ventanas o puertas). En Castilla muestran la influencia
francesa (catedral de Santiago, típico ejemplo de iglesia de peregrinación) y
en Cataluña la italiana con campanarios separados de la iglesia (San
Clemente de Tahull).
Pintura: tanto de libros miniados (Beatos del siglo X o los códices de
Alfonso X el Sabio) como la pintura mural de las iglesias y monasterios
(las grandes superficies de muros continuos y bóvedas ofrecían un amplio
espacio, ideal para la representación de temas religiosos). Se caracteriza
por el silueteado de las figuras con trazos negros (representación por su
contorno) y el uso de colores planos (Cristo Pantócrator de la iglesia de
Tahull, o las pinturas del Panteón de San Isidoro de Sevilla en León).
Arte gótico (siglos XIII-XV):
–
Arquitectura: incorpora un nuevo elemento: el arco apuntado que
permitía elevar la altura del edificio. El muro no era tan sólido como el
románico y se podían abrir amplios ventanales, que propiciaron el
desarrollo de grandes vidrieras policromadas. (Catedrales de Burgos,
Toledo, León). Este movimiento ascendente de los elementos
arquitectónicos (arcos ojivales) y la luminosidad (vidrieras) son el reflejo de
una nueva actitud espiritual tendente a lo divino.
–
Escultura: las figuras se hicieron más naturales y humanizaron sus
gestos y actitudes. En general estuvo muy influenciada por tendencias
extranjeras. (Puertas del Sarmental de la Catedral de Burgos).
–
Pintura: en las iglesias, tendió a desaparecer en favor de la vidriera, (el
muro fue sustituido por grandes ventanales). En cambio, experimentó un
notable desarrollo la pintura sobre tabla, que en su versión monumental
produjo la aparición de retablos colocados tras el altar. Dos escuelas
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diferenciadas, la escuela catalana con influencia italiana (Ferrer Bassa) y
la escuela castellana de influencia flamenca (Bartolomé Bermejo).
Arte mudéjar (siglos XII-XV)es una manifestación genuinamente hispana, en
el que se mezclan dos tipos de influencias:
–
–
cristiana: se construyen iglesias como las románicas y góticas (San Tirso
de Sahagún, León).
Musulmana: se utiliza el ladrillo como material de construcción y formas
decorativas del arte islámico (ataurique y sebka). La principal
representación son las torres-campanario basadas en los alminares
musulmanes (San Salvador de Teruel).
Música: restos escasps, aunque fue importante el canto gregoriano (vinculado
al románico) y en la música laica la poesía trovadoresca provenzal (Cataluña y
Francia) o las cantigas gallegas (Cantigas de amigo de Martín Códax, o las de
Alfonso X el Sabio). Las miniaturas de los códices de Alfonso X muestran la
presencia de músicos en torno a la corte y a la influencia de los instrumentos
árabes.