2. 1. Cirrosis hepática
Es una enfermedad crónica que no puede revertirse. Se caracteriza
por la sustitución del tejido hepático sano por tejido cicatricial o
fibrosis. Poco a poco ese tejido dañado va aumentando, y puede
bloquear la circulación sanguínea. Así, el hígado va dejando de
funcionar correctamente, impidiéndose la regeneración normal de
las células hepáticas.
3. 2. Cáncer
Desde principios del siglo XX, se sabía que las bebidas alcohólicas
consumidas en exceso podían ser cancerígenas. Parece ser que esto
porque el cuerpo convierte el alcohol en una sustancia potencialmente
cancerígena llamada acetaldehído.
Más concretamente, en un estudio de la Global Burden of Disease (GBD)
encontró que el alcohol aumenta el riesgo de cáncer en el tracto
superior (boca, orofaringe, esófago y laringe), el inferior (colon, recto e
hígado), además de cáncer de mama.
4. 3. Infecciones
El sistema inmunológico, que es aquél que nos protege de las infecciones y otros contaminantes externos,
parece estar debilitado en individuos que abusan del alcohol.
Por tanto, éstos presentan más fácilmente enfermedades infecciosas como neumonía, tuberculosis, VIH, o
enfermedades de transmisión sexual. Éstas últimas son frecuentes, ya que las personas que se intoxican con
alcohol son más propensas a ejecutar conductas sexuales de riesgo.
5. 4. Anemia
Puede ocurrir que un excesivo consumo de este tipo de bebidas disminuya el número de glóbulos rojos,
que son los que llevan el oxígeno a las células. Esto se conoce como anemia, y da lugar a síntomas como
cansancio permanente, falta de aliento y palidez. La anemia y el alcohol se vinculan por diferentes
motivos: el alcohol impide la absorción de hierro, ácido fólico y vitamina B12. Por otro lado, los
alcohólicos pueden sufrir desnutrición pues normalmente olvidan mantener una dieta equilibrada, lo
que promueve la aparición de anemia.
6. 5. Aumento de la presión sanguínea
El consumo de alcohol es un importante factor de riesgo para la hipertensión, situado entre un 5 y un
7% (Fundación Española del Corazón).
Si se abusa del alcohol, se puede alterar el sistema nervioso simpático, que es el que controla la
constricción y dilatación de los vasos sanguíneos en respuesta a la temperatura, estrés, o esfuerzos.
Tanto los atracones de comida como el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar nuestra presión
arterial, y con el tiempo, se convierte en una condición crónica conocida como hipertensión.
7. 6. Pancreatitis
Consiste en la inflamación del páncreas, un órgano relacionado con la digestión que produce
hormonas (como la insulina) y segrega enzimas digestivas.
Su principal síntoma es dolor abdominal que empeora tras las comidas, además de náuseas,
vómitos, fiebre y debilidad. Es una enfermedad potencialmente mortal que debe tratarse
enseguida.
8. 7. Enfermedades cardiovasculares
Un consumo de alcohol excesivo y, sobre todo, la ingesta de grandes cantidades de alcohol en poco
tiempo, promueve que las plaquetas se agrupen en coágulos de sangre. Éstos coágulos al ir en aumento,
pueden obstruir nuestras venas y arterias, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan ataques al
corazón o accidentes cerebrovasculares.
En las personas que son propensas a tener infartos cardiacos, y ya han sobrevivido a uno, se ha
encontrado que el abuso de alcohol puede aumentar el doble el riesgo de muerte.
9. 8. Síndrome de Wernicke-Korsakoff
Se trata de dos síndromes en uno (encefalopatía de Wernicke y la psicosis de Korsakoff). La encefalopatía de
Wernicke es de corta duración, pero de importante gravedad. Se caracteriza por falta de coordinación motora,
confusión y parálisis o descontrol de los nervios oculares.
Por otro lado, la siguiente fase que consiste en la psicosis de Korsakoff es crónica y en ella se dan los siguientes
síntomas: amnesia, dificultades de aprendizajes nuevos, apatía, dificultades de concentración y falta de
conciencia sobre su propia enfermedad (anosognosia).
10. 9. Degeneración cerebelosa
En alcohólicos crónicos se observa en casi un 27% (y sobre el 38% de los que ya tienen el Síndrome de
Wernicke-Korsakoff). Consiste en una atrofia situada en una parte del sistema nervioso denominada cerebelo,
produciendo progresivamente inestabilidad y ataxia de la marcha (falta de coordinación y equilibrio al caminar).
11. Es un tipo de artritis que da lugar a inflamación en una articulación y
aparece de manera repentina. La gota surge por la acumulación de
cristales de ácido úrico en la articulación afectada. Se relaciona con el
alcohol ya que éste contiene altos niveles de purina. La purina es una
sustancia que, al ser metabolizada en el interior de las células, se
produce ácido úrico que puede cristalizarse en las articulaciones.