La misa dominical es fundamental en la vida cristiana. Celebra el misterio de la resurrección de Cristo y es un sacrificio de Jesucristo para la redención de los pecados. Los cristianos deben santificar el domingo y no confundirlo solo con descanso, sino vivirlo con docilidad al Espíritu Santo.
1. CENTRALIDAD DE LA MISA DOMINICAL EN LA VIDA CRISTIANA UNIVERSIDAD CATOLICA “ SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO ” ALUMNA: Diana Vílchez Saavedra
2. La misa La Misa es, sobre todo, un Sacrificio, del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, que se ofrece a Dios Padre en el altar de la Cruz, para la redención (perdón) de todos los pecados de todos los hombres. El día del Señor como ha sido llamado el domingo desde los tiempos apostólicos ha tenido siempre, en la historia de la Iglesia, una consideración privilegiada por su estrecha relación con el núcleo mismo del misterio cristiano. En efecto, el domingo recuerda, en la sucesión semanal del tiempo, el día de la resurrección de Cristo. Es la Pascua de la semana, en la que se celebra la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, la realización en él de la primera creación y el inicio de la « nueva creación » (cf. 2 Co 5,17).
3. “ Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso – El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia” (Ordinario de la Misa) Misa quiere decir despedida. Significa también misión, el sacerdote despide a los que han participado en la eucaristía y los envía a ser mensajeros de paz. Pero si bien la celebración de la eucaristía en la iglesia termina, no así, el compromiso de continuar su celebración con la vida toda. La misa es también compromiso.
4. ¿Cuándo se celebra la Misa? Es el día que celebra el misterio de la Resurrección del Señor. Dios mandó a Moisés celebrar el sábado como día del Señor, pero los cristianos , después de la Resurrección de Cristo el día siguiente al sábado, celebramos el Domingo en conmemoración de ese gran acontecimiento . El día del Señor, como ha sido llamado el domingo desde los tiempo apostólicos- ha tenido siempre, en la historia de la Iglesia, una consideración privilegiada por su estrecha relación con el núcleo mismo del misterio cristiano. En efecto, el domingo recuerda, en la sucesión semanal del tiempo, el día de la resurrección de Cristo.
5. A los discípulos de Cristo se pide de todos modos que no confundan la celebración del domingo, que debe ser una verdadera santificación del día del Señor, con el « fin de semana », entendido fundamentalmente como tiempo de mero descanso o diversión. A este respecto, urge una auténtica madurez espiritual que ayude a los cristianos a « ser ellos mismos », en plena coherencia con el don de la fe, dispuestos siempre a dar razón de la esperanza que hay en ellos (cf. 1 P 3,15). Esto ha de significar también una comprensión más profunda del domingo, para vivirlo, incluso en situaciones difíciles, con plena docilidad al Espíritu Santo.
6. ¿Cómo es que tantos cristianos celebran la misa y al momento de la comunión permanecen indiferentes, sordos a la llamada de Cristo: "si no coméis la carne del Hijo del hombre no tendréis vida en vosotros?" (Jn 6,53). ¡GRACIAS POR SU ATENCIÓN!