Sancho mantiene una conversación con su esposa Teresa sobre su próximo viaje de aventuras con Don Quijote. Sancho le cuenta a Teresa que Don Quijote le ha renovado su promesa de darle una ínsula cuando terminen sus aventuras. Sancho y Teresa discuten si cuando Sancho sea el gobernador de la ínsula, su hija debería casarse con alguien de su mismo estatus social o con un gran monarca vecino.