2. Contexto del S. XIX
Tres factores:
- Afianzamiento de
la Revolución Industrial
- Los imperialismos
- Consolidación de
la ciencia y la técnica
El siglo XIX se caracteriza por un “desencanto” con las
propuestas de la modernidad.
Las aspiraciones de la revolución francesa: libertad, igualdad y
fraternidad entran en cuestión por los acontecimientos como la
revolución industrial y los imperialismos.
Sin embargo, también hay una corriente de pensamiento favorable al
desarrollo científico como el positivismo de A. Comte.
3. Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Fue filólogo de formación y destacó muy joven con su
obra “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la
música”.
Su escritura utiliza aforismos (breve formulaciones con
una síntesis de muchas ideas). Esto ha generado
muchas interpretaciones sobre la obra de este autor.
Algunas de sus obras principales:
Así habló Zarathustra. Un libro para todos y para
ninguno (1883 – 1885)
La genealogía de la moral. Un escrito polémico (1887)
El Anticristo. Maldición sobre el cristianismo (1888)
El crepúsculo de los dioses o cómo se filosofa a
martillazos (1889)
Ecce homo o cómo se llega a ser lo que es (1889)
4. Se trata de un rechazo a todo
fundamento absoluto para la
moral, el conocimiento, la
política, etc.
No hay una definición absoluta
de “bien”, “moral” o, incluso del
propio, “ser humano” que nos
obligue a pensar y actuar de una
manera determinada.
Sin embargo, la “muerte de Dios”
significa también la “muerte del
ser humano”.
El concepto de “muerte de Dios” (de la obra “La Gaya Ciencia”) en
Nietzsche expresa el rechazo a la moral judeo-cristiana y su versión
moderna, la moral kantiana, de igualitarismo y sumisión a una imagen
debilitada del ser humano.