Este documento describe un nuevo modelo económico boliviano llamado "economía plural, social, comunitario y productivo" que tiene como objetivo lograr una transición gradual hacia el socialismo. El modelo identifica dos pilares principales: el sector estratégico que genera excedentes y el sector generador de ingresos y empleo. Los actores clave del modelo son el estado, el sector privado, las cooperativas y las comunidades, según la constitución boliviana. El modelo surgió a finales de los 90 como una alternativa al neoliberalismo.