El Informe sobre el envejecimiento concentra un ejercicio único en el sentido de que proporciona proyecciones para los Estados miembros de la UE y Noruega hasta 2070 basadas en datos supuestos y metodologías comunes. El informe suministra un amplio conjunto de datos comparables e internos para 28 países. Dan una idea del momento en que se produce el envejecimiento de la población, sus implicaciones económicas y los desafíos presupuestarios asociados.
1. DESBORDADO GASTO SOCIAL.
MANFRED NOLTE
El reputado informe publicado por la Unión Europea con carácter trianual y que
lleva por título ‘Ageing Report’ (Informe sobre el Envejecimiento) consta en su
edición de 2024 de dos partes. En la primera, aparecida en noviembre de 2023
(Institutional Paper 257) que ha sido comentada el lunes pasado en las páginas
de este mismo periódico, se vuelcan las bases estadísticas necesarias para
trazar algunas conclusiones o advertencias significativas para los Países
miembros de la Unión europea. Las conclusiones cuantitativas constituyen el
contenido de la segunda parte (Institutional Paper 279), que se contienen en la
columna de hoy. Ambas partes forman una unidad indisoluble: con los mimbres
cortados en el primer informe se alcanza a tejer el cesto del segundo.
Una primera objeción se refiere al alcance y carácter heroico que supone
sostener hipótesis y conclusiones al plazo de 2070. Pocos de entre los lectores
de los informes oficiales gozarán del ánimo y salud en 2070 para denunciar
falsas proyecciones, en el caso de que las proyecciones hoy trazadas resulten
ser falsas. ¿Para qué seguir adelante, entonces? Porque aún en el caso de
producirse deviaciones, la autoridad de la Comisión europea merece nuestro
máximo respeto. La pregunta en consecuencia es otra: ¿Qué debemos hacer y
cómo debemos prepararnos para la probable circunstancia de que Bruselas se
aproxime significativamente a las proyecciones establecidas para 2070? Ese es
nuestro posicionamiento. No hay que olvidar, que, en todo caso, hablamos de
extensiones o extrapolaciones de informes de probada validez, como las
relativas a la coordinación de políticas económicas, en particular en el marco del
Semestre Europeo, la aplicación de las políticas de recuperación y ‘Resilience
Facility’, la evaluación anual de la sostenibilidad de las finanzas públicas y
fiscales y la vigilancia existente en virtud del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
2. El Informe sobre el envejecimiento concentra un ejercicio único en el sentido de
que proporciona proyecciones para los Estados miembros de la UE y Noruega
hasta 2070 basadas en datos supuestos y metodologías comunes. El informe
suministra un amplio conjunto de datos comparables e internos para 28 países.
Dan una idea del momento en que se produce el envejecimiento de la población,
sus implicaciones económicas y los desafíos presupuestarios asociados. Esas
presiones ya son manifiestas en muchos países y se espera que se aceleren a
medida que grandes cohortes de baby boomers se jubilen, la esperanza de vida
siga aumentando y las tasas de fertilidad continúen siendo bajas desde un punto
de vista histórico.
El Informe de envejecimiento proporciona una evaluación compartida entre los
Estados miembros y constituye, en consecuencia, la piedra angular de los
diversos procesos de vigilancia a nivel de la UE sobre los países que la
componen. Y España saca suspenso en las recientes reformas fiscales, en
especial las relativas a la seguridad social.
Las proyecciones presupuestarias cubren cuatro partidas: gasto público en
pensiones, atención sanitaria, cuidados a medio plazo y educación. En el caso
de las pensiones, los Estados miembros prepararon proyecciones basadas en
modelos nacionales, que han sido objeto después de una revisión entre países
y la Comisión. Este enfoque permite capturar la especificidad del público de cada
país, garantizando al mismo tiempo la coherencia entre países, ya que las
proyecciones se basan en datos, supuestos y metodologías compartidas. Las
proyecciones presupuestarias fueron aprobadas en enero de 2024.
Bajando al caso español la variación en el coste presupuestario del
envejecimiento en las variables arriba citadas son significativas y rebasan las
expectativas alcanzadas hasta el momento. Los incrementos o disminuciones en
2070 se expresan en porcentajes del PIB: +3,6% en Pensiones, +1,2% en
atención sanitaria, +0,9% en cuidados a largo plazo y -0,6% en educación. En
total un 5,1% más, con una población activa diezmada y 731 millones de horas
trabajadas en 2070 frente a las 750 de 2022. Dado que el PIB 2023 es de
1.461.000 euros, un 10% supondría 146.000 millones y 14.600 millones de euros
representarían un 1%.
A la vista de lo cual, Bruselas reclama a España un ajuste del 0,8% de su
Producto Interior Bruto (PIB) anual en las pensiones entre 2026 y 2030, lo que
supone unos 11.700 millones de euros al año.
Nuestros pretendidos ajustes recientes han saltado por los aires. ¿Quién y
cuando se recompondrán?