1. 12 24 DE MARZO DEL 2013
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Carcasona
La escapada
tierra de cátaros, castillos y vinos
castillos que dan carácter a esta tie- ro. Son indispensables las visitas a
Ruta medieval en rra de cátaros y vinos.
Para entender su urbanismo y pa-
trimonio cultural hay que remontar-
la iglesia de San Nazario, la mitad le-
vantada en estilo gótico y la otra mi-
tad en románico, en plena época de
se a sus principales episodios históri- cruzadas, y restaurada en el XIX. A un
el sur de Francia cos. Desde que la llamada Cité o ciu-
dad medieval fue levantada sobre
paso, el impresionante castillo con-
dal, del XII y XIII, flanqueado por to-
T
ruinas romanas y se convirtió en es- rres, con foso seco y ocurrentes me-
al vez sean los (solo) 304
kilómetros que la sepa- El rastro de cenario principal de las cruzadas que
en el siglo XIII enfrentaron a Simon
canismos de defensa, se puede reco-
rrer mientras se recrea la historia.
ran de la capital cata-
lana, o los históricos
las cruzadas de Montfort contra los herejes, a los
que protegía el vizconde de Carcaso-
‘Cassoulet’ vigorizante
vínculos turísticos, o atrae a más de na, Raymond Trencavel. El cataris-
su solvente propuesta de servicios, mo, que desterraba el infierno tras En el siglo XIII, Luis IX había permi-
cultura y gastronomía... El hecho es 2,5 millones de la muerte y apelaba a la reencarna- tido construir una bastilla en la ori-
que Carcasona se ha convertido en
destino frecuentado por catalanes,
viajeros al año. ción como vía de purificación del al-
ma, donde el cuerpo no era más que
lla izquierda del río Aude. Se daba
paso así al crecimiento del núcleo
hasta el punto de que muchos de los Muchos de una cárcel pasajera, no propició, no que hoy compone la Carcasona mo-
folletos y publicaciones de la zona obstante, guerras solo religiosas. La derna. Su estructura, en cuadrícula,
se distribuyen lo mismo en francés, ellos catalanes economía y la conquista de la zona, la hace fácil de pasear en una tarde,
inglés o alemán que en la lengua de en manos de simpatizantes cátaros, con la calle de Verdún y la plaza de
Pompeu Fabra. fueron argumentos de peso para que Carnot como epicentros de compras
La pequeña ciudad, de unos el reino de Francia lo combatiese. y ambiente. Tanto aquí como en la
47.000 habitantes, resulta ahora La mediación de eruditos de la Cité hay opciones de alojamiento
más accesible que nunca, ya que época hizo que las murallas se salva- variadas, de una a cinco estrellas. Lo
además de la tradicional conexión sen in extremis, y en el siglo XIX se mismo sucede con la gastronomía,
por carretera, el nuevo AVE Barce- emprendiese una cuidadosa restau- con tres restaurantes de una estrella
lona-Figueres, en combinación con ración que en la práctica daría paso a Michelin y otro de dos a pocos pasos,
el TGV francés, permite plantarse lo que hoy es un enclave de gran éxi- pero también un sinfín de restau-
en dos horas en el departamento to turístico, con más 2,5 millones de rantes económicos de menú, donde
del Aude, en la región de Langue- visitantes al año. Recorrer el períme- saborear la típica cassoulet de judía
doc-Rosellón. Una escapada fá- tro de sus murallas concéntricas es blanca, pato, salchichas y demás, se-
cil para adentrarse en Carcasona un viaje al pasado, al igual que sus la- gún recetas.
y Narbona de un tirón, sin perder berínticas calles, con edificaciones Un sinfín de actividades pueden
ocasión de recorrer algunos de los centenarias recuperadas con esme- completar una escapada a esta zo-