1. Universidad Fermín Toro
Vice Rectorado Académico
Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas
Escuela de Ciencia Política
Informe: Proceso Hiperinflacionario en Venezuela
Nombre: Ernesto Peralta
C.I: 27 290 518
Prof: Salvador Savoia
P417-SAIA
El proceso inflacionario en Venezuela comienza en el año 2017, en
el mes de noviembre, a partir del momento en el que se registró una
inflación mensual de 56,7% e interanual de 1370%, en esta época, se
anuncia la creación del billete de 100.000BsF.
.
Los principales detonantes de la hiperinflación en Venezuela están
vinculados a la intervención plena por parte del gobierno de Venezuela
en sus políticas monetarias y el Banco Central de Venezuela (BCV),
principalmente a través de la producción descontrolada e inyección de
dinero inorgánico en la economía.
Adicionalmente, el déficit fiscal de la
República es financiado por el BCV, esto crea un severo un proceso
conocido como la monetización del déficit. Por otro lado, debido a la
crisis económica que azota al país desde 2013, el gobierno ha reducido
dramáticamente las importaciones, lo cual ha generado una reducción de
la oferta de bienes. Asimismo, el control cambiario que está vigente
desde el año 2003, ha generado falta de divisas en la economía y la
aparición de un mercado paralelo que cotiza muy por encima de la
referencia oficial, dicho mercado el cual fija realmente el precio de
2. productos y servicios, y la fuga de divisas se ha generado también a
través de casos de corrupción enormes (caso: empresas de maletín en
CADIVI).
Ya en el año 2015, Venezuela tenía la inflación más alta del mundo para
ese momento (180,9%); de acuerdo con José Guerra, la inflación
anualizada (febrero de 2018 a febrero de 2019) en Venezuela, alcanzó la
alarmante cifra de 2.295.981,2%. La acumulada entre diciembre y
febrero es de 348,2%.
3. Imagen publicada por el dip. José Guerra en marzo de 2019.
En enero de 2018, la inflación anualizada arrancó en 4.068%, y se
incrementó a finales de dicho año para cerrar en 1.698.488%, según la
Asamblea Nacional. Podemos ver consecuencias inmediatas como la
pérdida del poder aquisitivo, la hiperinflación galopante destruye el
sueldo mínimo y hace más grande la brecha entre los costos de la
canasta básica y el sueldo promedio del venezolano, por lo tanto, la
calidad de vida se deteriora en la crisis generalizada que vemos
actualmente, una Emergencia Humanitaria Compleja.
El 20 de agosto de 2018 se aplicó en Venezuela una reconversión
monetaria al bolívar, designado un nuevo signo monetario denominado
bolívar soberano (Bs.S). Este proceso estableció una tasa de conversión
de 100 000 Bs. igual a 1 Bs.S. Fuea aunciada el 22 de marzo de 2018
4. por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, estaba prevista para
hacerse efectiva el 4 de junio del mismo año, estableciendo una tasa de
conversión de 1000 Bs. igual a 1 Bs.S; sin embargo, fue prorrogada dos
veces. Según el gobierno de Maduro, el objetivo de esta es «avanzar
hacia la estabilidad económica del país», aunque la medida generó
diversas críticas en el seno de la sociedad venezolana.
Sobre las medidas aplicadas para afrontar esta situación, de acuerdo
con CENDAS, afirmaron en julio de 2019 que hay una desaceleración de
la hiperinflación debido a cierta permisividad cambiaria promovida por el
5. régimen de Nicolás Maduro, así como un cese a la represión al sector
privado en cuanto al establecimiento de los precios de los productos, por
lo tanto hay un mayor abastecimiento, sin embargo, el poder adquisitivo
ha sido destruido (se habla de un 1,5%0).
El país necesita una sinceración de precios, costos, déficits y una
rencausación del presupuesto para comenzar a acomodar esta tragedia
que no sólo son números, esos números son personas que mueren en
hospitales, en sus casas sin tener qué comer, en quien muere
caminando países como parte de la diáspora, en menos oportunidades
para quien al final recurre al crimen para sobrevivir. Sin ánimos de caer
en opiniones de tipo político, uno de los motivos por los cuales la
inversión extranjera en este país se ha frenado (fundamental para
combatir el proceso hiperinflacionario) es por la poca confianza y el alto
riesgo que implica invertir en Venezuela, y diversos expertos afirman que
sólo un cambio político puede brindar esa confianza, porque temen al
modelo gubernamental y al historial autoritario que arrastramos desde la
época de Chávez.