1. 28/03/2014
El SEO, el bueno y el malo
J. Alberto Mariñas
Cada vez son más los responsables de comunicación
preocupados por el SEO de las páginas de sus compañías,
una sana preocupación que, sin embargo, a algunos les
lleva a la angustia porque consideran el SEO un arcano.
Afortunadamente, no lo es. Conseguir un page Rank
destacado o una primera posición en buscadores es algo
alcanzable incluso para particulares, cuánto más para
compañías que están dispuestas a poner los medios
necesarios para conseguirlo. Ahora bien, lo importante es
saber cuáles son esos medios.
Conseguir un buen posicionamiento en buscadores, tiene
dos posibles vías: el trabajo duro y continuado y las fórmulas mágicas. Pero casi todo el mundo
adivinará que los trucos de magia son pura ilusión.
En el apartado de los juegos de manos se encuadran las pretendidas fórmulas para conseguir
posicionamientos rápidos. Son fórmulas que cambian con una cierta frecuencia, la misma
frecuencia que imponen Google y otros buscadores modificando sus algoritmos de búsqueda. Con
ello invalidan toda esa ingeniería destinada a desvirtuar la calidad de sus resultados y colar en
ellos a sitios web que no tienen realmente los méritos necesarios para conseguir un buen
posicionamiento. Éste tipo de posicionamiento no sólo es estéril a medio plazo, sino que se
convierte en perjudicial porque Google penaliza, no ya a los artífices de esas estrategias, sino a los
clientes incautos que tuvieron la torpeza de contratarlas, ajenos al hecho de que al hacerlo
incurrían en una mala práctica.
Cuando hablamos de trabajo duro, hablamos de lo que se denomina posicionamiento orgánico.
Conseguir un buen page rank requiere esfuerzo. ¿Hay alguna cosa buena que se consiga sin él? En
primer lugar, depende de los contenidos que seamos capaces de generar. Cuanto más contenido
tenga nuestro sitio, más posibilidades tendremos de posicionarnos bien. Además, el contenido
debe ser original -no vale con copiar y pegar lo que otros han hecho- y estar redactado de manera
que sea efectivo para llamar la atención de los robots de búsqueda. También los aspectos formales
como negritas, titulares, etc. ayudan. Por otra parte, los algoritmos de los buscadores, cada día
más sofisticados, toman muy en consideración la autoridad de nuestro sitio y miden este concepto
por cosas como el número de enlaces que tenemos en páginas ajenas y consideran, igualmente,
las menciones en foros y comunidades y en Google +, en el caso de Google.
La pregunta de “¿y cómo se consigue eso?” no es, en realidad, la pregunta del millón. Ya está
respondida: con trabajo. Hay que tener una estrategia, saber cuáles son nuestros objetivos, qué
conceptos queremos que nos posicionen, con qué palabras buscan realmente los usuarios esos
conceptos… Hay que estar presente en las redes sociales, ser parte de la conversación, mencionar
a otros que luego nos mencionarán, producir muchos contenidos -el blog de la compañía es la
fuente ideal- y actuar como una fuente de referencia confiable y atenta a la actualidad de nuestro
sector. Con todo esto hecho, tenemos luego que darnos tiempo y tener en cuenta que, cuando no
se usan trucos de magia, el posicionamiento no surge como el conejo de dentro de una chistera,
sino que necesita meses de trabajo para que se vean los frutos.
J. Alberto Mariñas, director de Estudio de Comunicación On line
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