El Decano-Presidente del COIT expone en su carta los principales retos a los que se enfrenta la institución. Entre ellos, la crisis económica y sus efectos en el Colegio y los ingenieros, así como dos medidas del gobierno que afectan al COIT: la Ley Ómnibus elimina la obligatoriedad del visado colegial de proyectos y una futura Ley de Servicios Profesionales que pretende eliminar la necesidad de los colegios profesionales. El Decano también destaca la importancia de acercar el COIT a los
Editan COIT y AEIT - Agosto-Septiembre 2010 no 182
1. Editan COIT y AEIT ● Agosto-Septiembre 2010 nº 182
Editan COIT y AEIT ● Agosto-Septiembre 2010 nº 182
Café de redacción:
Cloud computing
Perfil:
Manuel Gimeno García
Director General de la Fundación Orange
Monográfico:
Neutralidad de Red
Federico Guillén
Presidente de Alcatel-Lucent para España y Portugal
“El que se decide a invertir es el que sale reforzado después de una crisis”
2. Eugenio Fontán
Decano-Presidente del COIT
Carta del Decano-Presidente del COIT
Queridos compañeros,
Hace ya cuatro meses que la nueva Junta de Gobierno del COIT está en pleno ejercicio de sus funciones y quiero
aprovechar esta ocasión para exponeros brevemente, tanto las razones que nos movieron a presentarnos a las elecciones como las líneas generales de nuestro plan estratégico para la institución y los retos que ésta afronta.
En primer lugar, me referiré a la composición de la candidatura, que finalmente se ha convertido en nuestra flamante Junta de Gobierno. La compone un grupo de compañeros de diferentes perfiles y edades que, de manera matricial,
cubre prácticamente el panorama profesional de nuestro sector en todos sus ámbitos. Desde la enseñanza en escuelas
a la consultoría, pasando por todo tipo de empresas (grandes operadores, proveedores de equipamiento y soluciones,
empresas de tecnología, de servicios etc.). Cinco somos libre-ejercientes (dos de ellos fundadores de este grupo). Desde
un punto de vista territorial, es la primera vez en la que casi la mitad de sus miembros ejecutivos no residen profesionalmente en Madrid y más de la mitad no son madrileños (siete son decanos o presidentes de asociaciones territoriales o están las juntas de sus territorios). Creemos que la Junta representa bien a la profesión, conoce bien la institución
y todos sin excepción estamos comprometidos a trabajar por ella y por nuestro sector.
En segundo lugar, es importante recordar que la Junta anterior había hecho sus deberes. Quedaba diseñado un
modelo muy avanzado de desarrollo territorial, y dejaba las cuentas saneadas con un balance equilibrado. Por último,
nos encontramos con un cuadro profesional competente y entregado, unas plataformas tecnológicas bien adaptadas a
su función y el Colegio con un merecido reconocimiento sectorial.
La oportunidad de adelantar las elecciones fue un paso muy acertado del anterior Decano y sus compañeros de
Junta. Se habían aprobado las cuentas y el otoño se avecinaba turbulento, como así ha sido. No iba a ser un momento propicio para realizar mudanzas.
Y esto abre el segundo punto de mi carta. Los retos actuales de nuestra institución.
En primer lugar, la crisis económica, que afecta de lleno a España, y también a nuestros ingenieros y a las empresas
del sector. Ni las medidas del Gobierno han servido para mitigar sus efectos, ni tampoco auguran una pronta reactivación de la actividad, por lo que hemos debido analizar sus consecuencias en las cuentas del Colegio, su impacto en
el modelo territorial y mecanismos compensadores que garanticen un funcionamiento óptimo del Colegio y de los servicios prestados a los colegiados.
Por otro lado, nos encontramos con algunas medidas del Gobierno que impactan de lleno en el ámbito colegial.
En diciembre del pasado año se aprobaba en el Parlamento la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, más conocida como
Ley Ómnibus. Esta Ley pretendía adaptar la normativa española a la Directiva 2006/123/CE del Parlamento Europeo,
de 12 de diciembre de 2006, relativa a los servicios en el mercado interior. Sin embargo, el Gobierno ha aprovechado
para dar un paso más, innecesario desde el punto de vista de la transposición de la Directiva y que la convierte en un
misil normativo claramente apuntado a la línea de flotación de los Colegios Profesionales de la Ingeniería. El resumen
de la Ley es el siguiente: a partir del mes de octubre de este año 2010, los proyectos de ingeniería que haya que presentar ante la administración por así requerirlo los trabajos, obras, instalaciones y servicios correspondientes no deberán ser visados por los colegios profesionales con un puñado de escasas excepciones, ninguna de las cuales es de aplicación significativa para los ingenieros de telecomunicación (como tampoco para la mayor parte de los ingenieros).
Esta disposición ha generado una enorme incertidumbre de todo tipo que alcanza a la propia seguridad en la redacción y ejecución de estos proyectos e instalaciones y pone en cuestión toda la estructura de control documental y normativo de los trabajos de ingeniería. Transcurridos unos meses desde su promulgación, y unas semanas desde su entrada en vigor, aún se desconocen realmente las ventajas que se perseguían con este planteamiento y es legítimo calificar
la norma como una chapuza. En todo caso, el COIT ha tenido que adaptar toda su metodología para darle cumplimiento y desde la Junta de Gobierno se han tomado todas las medidas necesarias para que los proyectos realizados
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3. por nuestros ingenieros sigan gozando de la calidad que han acreditado siempre, y tanto sus autores como sus clientes puedan disfrutar de la misma seguridad que hasta ahora. Igualmente, estamos en permanente contacto con los operadores y empresas de telecomunicación para mantener, y aún ampliar, los convenios existentes. Por último, intentaremos que todo ello tenga el menor impacto posible en los ingresos de nuestro colegio.
Por otro lado, el Gobierno ya ha anunciado la próxima presentación ante el Parlamento de una Ley de Servicios profesionales, de la que solamente se conoce un borrador de su memoria o preámbulo. Éste expresa claramente y sin tapujos que los colegios profesionales son innecesarios, los ingenieros una profesión mal estructurada y desarrollada y plantea un escenario en el que todos los ingenieros, sin distinción de especialidades o títulos, deberán competir en todos
los ámbitos profesionales, bajo el curioso razonamiento de que nuestra formación es básicamente común y todos estamos preparados para todo. Es decir, los telecos podríamos y deberíamos proyectar instalaciones nucleares o de depuración de aguas residuales, los industriales puentes y aeropuertos, los agrónomos redes de telefonía móvil, los de minas
barcos tanqueros, o los de montes, aviones y helicópteros, mientras los de caminos ampliarían sus proyectos a sistemas de codificación de señales digitales para plataformas de televisión por satélite. Todo ello, naturalmente, sin intervención alguna de los colegios profesionales y en un entorno dudoso de “calidad en el servicio a los usuarios y seguridad de las instalaciones”.
El Colegio no va a permanecer impasible ante este proyecto de Ley y estamos colaborando activamente con el resto
de las ingenierías para preparar una estrategia común de oposición a estas medidas, mientras trabajamos en el diseño
un nuevo modelo de funcionamiento de las ingenierías. Para ello, tendremos que renovar los instrumentos existentes,
como la Unión Profesional de Colegios de Ingeniería (UPCI) que, a nuestro juicio, debe adaptarse a las nuevas exigencias y realizar propuestas atrevidas que transformen las instituciones colegiales existentes a un nuevo modelo más acorde con los tiempos que se avecinan.
Estos tres escenarios son, cada uno de ellos, lo suficientemente impactantes en nuestra institución colegial como para
requerir todo el esfuerzo del colectivo, pero su confluencia temporal convierten los primeros meses de nuestro mandato en los más inciertos que haya tenido nunca la institución. Por ello, la decisión de la anterior Junta de Gobierno,
de adelantar las elecciones demuestra su acertada visión, porque al menos, nuestro Colegio se encuentra con una Junta
en pleno ejercicio y no en pleno periodo electoral.
No quiero terminar esta carta sin hacer referencia a la alta importancia que tiene en estos momentos, en medio de
tanta incertidumbre, la adecuada proyección de nuestra profesión como una ingeniería estratégica para el desarrollo
económico y la vertebración social de España. Las redes, servicios y aplicaciones de telecomunicación son absolutamente esenciales para España en estos comienzos de siglo. Sin nuestro esfuerzo, canalizado a través de las empresas
del sector de las telecomunicaciones y de los nuevos servicios digitales, España será incapaz de competir en un mercado global y los españoles tendremos que acostumbrarnos a una situación de medianía, falta de liderazgo e irrelevancia empresarial, profesional y social.
Por ello es vital que acerquemos la institución a la sociedad y sobre todo a los ingenieros jóvenes, porque tenemos
el compromiso de trabajar para mejorar su entorno profesional, porque el futuro de la profesión les pertenece y el Colegio tiene la obligación de volcarse con ellos.
Quiero aprovechar la ocasión para felicitar a los dos ingenieros del año 2010, Emma Fernández y Rafael Gallego,
ambos Directores Generales de INDRA y cuyos curricula y méritos son descritos en este mismo número del BIT, porque son la viva expresión de lo que significa ser ingeniero, un buen ingeniero de telecomunicación, y porque poseen
sendas trayectorias profesionales que ejemplifican y resumen lo que quisiera transmitir en esta carta. El compromiso
por la excelencia profesional que todos nosotros debemos mantener.
Un abrazo a todos.
Eugenio Fontán
Decano-Presidente
6 agosto-septiembre 2010
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