2. Anita era una gallina ponedora, de las mejores. Vivía en
un amplio gallinero con otras tantas gallinas y sus
polluelos. Le encantaba vivir allí porque los dueños de la
granja eran muy buenos y las trataban muy bien.
Como el resto de gallinas de su granja, Anita había
empezado a poner huevos a los seis meses.
3. Anita estaba un poco triste nadie sabia que le estaba pasando
pero ella en secreto, vivía enamorada del gallo del corral: Críspulo.
Era un gallo de plumas doradas como los rayos del sol, de
majestuosa cola y roja cresta. Se llevaba muy bien con todas las
gallinas y las ayudaba a estar siempre cómodas y a gusto en el
corral.
4. Anita suspiraba por Críspulo cada día. De hecho, los dueños de la granja
estaban preocupados porque, en vez de cacarear como el resto de las
gallinas, Anita suspiraba de amor. Estaban tan desconcertados por ese
sonido tan poco habitual en una gallina que incluso llamaron al
veterinario. No encontró nada raro y les dijo que no se preocupen, que
Anita seguiría siendo una de sus mejores ponedoras.
5. Críspulo se mantenía ajeno a los sentimientos de la gallina. La veía como a
todas, como a una gallina más con la que compartía espacio y modo de
vida. Esto la ponía aún más triste. A pesar de que siempre le dejaba los
mejores granos de maíz y, si quedaba un poco de agua fresca, la reservaba
para Críspulo, Anita sentía que su amor no era correspondido.
6. Crispulo,estaba más pendiente de presumir delante de las otras
gallinas que de apreciar los detalles que Anita tenía con él.
Incluso un día que apareció roto el recipiente del maíz, Críspulo
la acusó a ella y la señaló delante de los dueños como la culpable.
En realidad, había sido el gallo tratando de presumir delante de
una gallina nueva que acababa de llegar al gallinero.
7. Ese día Anita se le cayó la venda de los ojos. No le importaba que aquel
gallo vanidoso nunca le hubiera hecho caso. Lo que realmente le había
dolido es que la utilizase para lavar sus culpas. Desde ese día, Anita no
volvió a prestarle la más mínima atención y se dedicó a su trabajo como
ponedora y a cuidar de sus polluelos.
FIN