1. 7 EN FAMILIA
Si usted ha encontrado a su media naranja, en estos los que están encantados con su soledad o simple- de vista estrictamente biológico, se liberan en ese
momentos debe (o tal vez debería) de tenerlo más mente resignados a ella, sin agobios. Porque nunca momento determinadas hormonas, como la dopa-
o menos todo a punto para celebrar mañana el día han conocido el amor. O porque el amor, simple- mina entre muchas otras.
de los enamorados. Pero piénselo: ¿está enamora- mente, no entra sus planes. Si usted forma parte de
do de verdad? este grupo, entonces tranquilo. No está condenado Sin embargo, hay quien asegura estar inmune a es-
a la infelicidad ni es una persona incompleta. Y ta descarga emotiva. Existen personas que eso del
Se supone que sí. En nuestra sociedad tenemos la tampoco es un bicho raro, sino miembro de una “amor ideal” y del “enamoramiento” no lo llevan
costumbre de identificar el hecho de tener pareja tribu más numerosa de lo que la gente cree: los que muy bien. O que por lo menos no está en sus genes
estable con el enamoramiento. Durante siglos las no se enamoran. y en su biología. Leticia Brandon, psicóloga y auto-
bodas se celebraban simplemente por convenien- ra del libro Las mujeres y los hombres que no aman
cia o interés, pero en la época del romanticismo el Preguntado sobre el tema, el ex presidente de Fiat demasiado (Letras Difusión, 2009) recoge algunos
enamoramiento llegó a ser mitificado y glorificado. Gianni Agnelli –dandi, bon vivant, playboy conven- testimonios sugerentes. “Somos más individualis-
En la era moderna, con la llegada de la libertad y de cido y padre de familia a la vez–, contestó una vez tas que antes, tanto hombres y mujeres. Eso con-
la emancipación, las relaciones pasan a basarse en al periodista Indro Montanelli con cierto desprecio lleva a que haya más gente dispuesta a estar sola.
el sentimiento. Pese a que en algunas culturas to- que “sólo se enamoran las camareras”. Agnelli Todos conocimos a alguien con quien podríamos
davía se conciba el vivir en pareja como un arreglo creía que dejarse llevar por los sentimentalismos haber empezado algo pero no lo hicimos. Yo no me
y contrato social, en la mayoría de las sociedades era una fantasía un tanto ingenua. Para él, gobernar veo comenzando nada, aunque quiera” (Albert, in-
desarrolladas se comparte la vida con alguien las pasiones no sólo era posible, sino recomendable. geniero, 35 años). “Me siento llena en cuanto a vida
“porque se le quiere”. “Es en el siglo XX cuando Al teclear la frase “es posible no enamorarse nunca” profesional y a los amigos que me rodean, pero
el amor se convierte en la primera reivindicación en Google aparecen cuatro millones de entradas. La estoy un poco desanimada en cuanto a encontrar
auténticamente planetaria. Se impone el derecho duda, por lo menos, es legítima. esa pasión tan añorada, que al menos dure un mes.
de cada uno a ser amado y la pareja se convierte en Ya no hablo de encontrar al hombre de mi vida”
una relación entre dos personas que se hablan, se Dicen algunos biólogos que enamorarse es un sano (Marta, 30 años, notaria).
observan, se juzgan y se aman”, escriben Jacques desequilibrio químico, con lo que las personas con
Attali y Stéphanie Bonvicini en su libro Amours, un el sistema neuroendocrino bien ajustado tarde o Walter Riso, autor de libros como Amores alta-
ensayo sobre la historia de las relaciones hombres temprano experimentan esa sensación. Sería algo mente peligrosos o Amar o depender (ed. Planeta),
y mujeres. inevitable a lo largo de la vida, porque es un fenó- cree que hay que distinguir entre enamoramiento
meno incontrolable. Según Jean Didier Vincent, y amor. “El primero es una respuesta fisiológica o
Sin embargo, en la actualidad, aunque la mayoría neurobiólogo del CNRS de París, el flechazo es un evolutiva o química, si se prefiere. Se escapa a la
quiera a su pareja, su corazón no le late cada minu- acontecimiento emocional transitorio, seguido razón. Es una función genética, relacionada con
to como cuando era adolescente. Por no hablar de de un reconocimiento recíproco. Desde un punto la procreación. No se puede elegir no enamorar- œ
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