Este documento resume brevemente la historia del peronismo en Argentina desde su origen en 1943 hasta la presidencia de Menem en la década de 1990. Describe el ascenso de Menem al poder en 1989, su implementación exitosa de políticas neoliberales como la Convertibilidad que estabilizaron la economía, y las privatizaciones masivas de empresas estatales. También cubre temas como las relaciones exteriores, el fin de la influencia militar y los atentados terroristas de 1992 y 1994.
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El ascenso del menemismo
1. Un camino de esperanzas y
decepciones
Autor: Federico L. Bruzone (2021). Esta obra está bajo una Licencia Creative
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2. Apuntes sobre peronismo
Antes de abordar el período de rotunda hegemonía peronista que se abre
a partir de 1989, corresponde referirnos brevemente al carácter de
este movimiento. El peronismo se remonta a la Revolución de 1943,
iniciada como un golpe militar pro-Eje que prontamente cosechó una
serie de apoyos civiles entre los marginados por el régimen del
fraude que le había precedido (1930-43), y que encontró una
ideología propia en el sindicalismo, al que Juan Domingo Perón
comenzó a cultivar desde el Estado. El peronismo original de 1946-
55 fue un régimen corporativista, basado en el apoyo del Ejército, la
Iglesia y los sindicatos, de origen democrático y tendencias
totalitarias. Luego el peronismo evolucionaría, y de aquellos apoyos
solo restaría firme el del movimiento obrero organizado, columna
vertebral del peronismo, y que le dio su impronta típica: combativa,
mordaz, hedonista, anti-intelectual y plebeya. El peronismo ha
cultivado un capital emocional de contenido mítico, del que
participaron un 60-70% de los argentinos en vida de Perón, y del que
muchos aún participan. Y ha cosechado odios igualmente potentes…
3. La flagelación, pegan a un niño en el barrio Los Perales (2011). Cuadro del artista plástico Daniel Santoro. En
esta obra, este talentoso y desmedido intérprete del peronismo pone en escena los aspectos
emotivos, hedónicos pero también autoritarios, del peronismo.
4. La primera derrota
La derrota en las elecciones del 30 de octubre de 1983 fue
una experiencia nueva y amarga para un peronismo
acostumbrado a los triunfos electorales. El peronismo
había llegado a las elecciones internamente dividido, como
dividida estaba la central sindical desde los años del
Proceso, con un sector apoyado por la combativa CGT-
Brasil (liderada por Saúl Ubaldini) y otro por la dialoguista
CGT-Azopardo (liderada por Jorge Triaca). La fórmula
Ítalo Luder-Deolindo Bittel era impulsada por el líder
metalúrgico Lorenzo Miguel, pero la candidatura de
Antonio Cafiero a gobernador de Buenos Aires fue
usurpada por Herminio Iglesias, turbulento caudillo de
Avellaneda, a fuerza de blandir pistolas en el Congreso
Provincial del PJ. El recuerdo del tercer peronismo, el
escaso atractivo de los candidatos y un discurso agresivo,
poco seductor para las clases medias, determinaron el
fracaso electoral.
5. Viernes 28 de octubre de 1983. En el acto de cierre de campaña del PJ, Herminio Iglesias
quema un ataúd con los símbolos de la UCR. La botella de Coca-Cola simboliza la
supuesta sumisión del candidato radical a la multinacional norteamericana.
6. La renovación peronista
Cafiero, De la Sota, Menem, Duhalde, Manzano, Grosso,
“Cacho” Álvarez, Bárbaro y otros líderes asumieron la
derrota y plantearon la necesidad de un nuevo peronismo,
institucionalizado, intelectual, menos autoritario y menos
ligado al sindicalismo. En las elecciones legislativas de
1985 presentaron una lista propia, superando ampliamente
al peronismo ortodoxo (reconciliado con el montonerismo
por vía de Vicente Saadi). Las elecciones de 1987
significaron la consolidación del Movimiento Renovador,
con Cafiero electo gobernador de la provincia de Buenos
Aires y presidente del Congreso Nacional del PJ. Pero en
las internas partidarias de 1988, Menem y Duhalde, ahora
volcados a la ortodoxia, enfrentaron a Cafiero y De la Sota,
consagrándose por un acotado margen. Capitalizando la
frustración popular con el manejo de la economía del
gobierno radical, la fórmula peronista se impuso en las
elecciones de 1989 sobre la radical de Angeloz-Casella.
7. Tapa de la Revista Jotapé, del genial y delirante Enrique Breccia, anticipando la victoria del
caudillo riojano, imaginado como un conductor impoluto de unas masas gozosas,
brutalizadas y sexualizadas. Los enemigos radicales aparecen como gorilas sodomizados y
postrados, identificados como la antipatria.
8. La estabilización económica
La expectativa de la victoria de Menem desató la corrida que
llevó a la hiperinflación de febrero de 1989. El 8 de julio se
produjo la entrega anticipada del mando. Menem encargó a
un equipo de la transnacional Bung & Born la aplicación
del “Plan BB”. Roig falleció tras una semana de asumir; le
sucedió Rapanelli, ejecutivo de la misma empresa. Este
giro al mercado alivió temporalmente la inflación. Se
promulgaron las leyes de Emergencia Económica y
Reforma del Estado, que suspendían subsidios, autorizaban
despidos en el Estado y alentaban las privatizaciones. Pero
un segundo brote hiperinflacionario, en diciembre, provocó
el recambio del ministro por Erman González. Este
forzaría el canje de plazos fijos por bonos a largo plazo
(Plan Bonex) reduciendo así en un 60% la base monetaria
y provocando una fuerte recesión. Pronto fue reemplazado
por Domingo Felipe Cavallo, creador de la Ley de
Convertibilidad, entrada en vigencia el 1 de abril de 1991.
9. Tapa de la revista Humor Registrado, alusiva al escándalo Swiftgate, determinante del reemplazo de
Erman González por Domingo Cavallo, hasta entonces Ministro de Relaciones Exteriores y
Comercio Internacional. Guillermo Nielsen, ejecutivo de la empresa norteamericana Swift-
Armour, fue quién denunciara un pedido de coimas ante la Embajada de aquel país.
10. La Convertibilidad
La devaluación del tipo de cambio provocada por la inflación
y la reducción del consumo interno que trajera la recesión
habían contribuido al superávit comercial, mejorando todo
a lo largo de 1990 la situación de reservas. Con la Ley de
Convertibilidad, se fijaba el cambio en 10.000 australes por
dólar, y se establecía la obligación del Banco Central de
garantir el total de la masa monetaria con sus reservas,
recuperando el BCRA, a partir de 1992, su total autonomía.
La inflación descendería fuertemente a partir de 1992 (en
que se adoptó el peso como signo monetario) mientras que
el crédito se abarataba y salario real aumentaba
fuertemente. El consumo y la inversión crecieron un 50%
en 1990-1994, mientras que la reforma tributaria permitió
alcanzar el equilibrio fiscal, lo cual condujo a la exitosa
renegociación de la deuda externa (por vía del Plan Brady).
11. Domingo Felipe Cavallo, Presidente del Banco Central, junto a Dagnino Pastore, ministro de
Economía del gobierno de facto de Reynaldo Bignone. Se atribuyó erróneamente a Cavallo la
“estatización de la deuda externa privada”, tanto en la literatura académica como en la causa
judicial a cargo del fiscal Delgado y el juez Martínez de Giorgi. En realidad, la circular A 229,
que alteraba la tasa del régimen de seguros de cambio, y luego la circular A 251, que estipulaba
el pago de dichos seguros, fueron firmadas por su sucesor en el BCRA. González del Solar.
12. La Revolución Productiva
La reaparición del crédito accesible y el aumento del poder
de compra de los salarios produjo un fuerte aumento
consumo interno. Con la desregulación del comercio
externo y la baja de los aranceles, se dio una fuerte alza de
las importaciones, para consumo interno y también de
bienes de capital. Ello se tradujo en una impresionante
mejora de la productividad en todos los sectores, pero
especialmente en el agropecuario. Se dio igualmente un
notable crecimiento de las exportaciones, especialmente
industriales (con destino sobre todo a países del Mercosur).
Una reforma fiscal que concentró la recaudación en el IVA
y el impuesto a las ganancias, junto con una modernización
de las aduanas, ayudó a eliminar el déficit fiscal. Se trataba
de un ciclo altamente virtuoso, aunque con la contracara de
un grave aumento de la desocupación (18,4% en 1995).
13. La represa de Yacyretá, “monumento a la corrupción”. Su construcción,
iniciada en 1983 y largo tiempo inconclusa, dio pie a una trama de
sobreprecios y sobornos en el manejo de la obra pública que anticipaba los
escándalos de la era Kirchner. Con todo, las inversiones en infraestructura
y modernización durante la era Menem fueron mayormente privadas.
14. Relaciones carnales
Luego de la gestión del sociólogo Dante Caputo al frente de
la Cancillería, Menem emplazó a dos economistas,
Domingo Cavallo y Guido Di Tella, en dicha cartera.
Mejorar las relaciones con Washington era una prioridad, a
fin de poder renegociar la deuda externa. Ya en octubre de
1989 y febrero de 1990 se suscribieron los Acuerdos de
paz de Madrid con Gran Bretaña. Entre septiembre de 1990
y agosto de 1991 se enviaba un contingente argentino al
escenario de la Guerra del Golfo. En septiembre de 1991 se
abandonaba al Movimiento de Países No Alineados. En
octubre de 1993 la Armada Argentina participaba del
bloqueo a Haití. Las relaciones con los países vecinos
igualmente se reforzaron: el 26 de marzo de 1991 se
firmaba el Tratado de Asunción, que establecía el Mercado
Común del Sur (Mercosur). Culminada la 8ª ronda del
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT), en 1995 se adhirió a la OMC.
15. 10 de febrero de 1995. Los miembros de la icónica banda de rock británica The Rolling Stones son
invitados a la Residencia de Olivos, en ocasión de su primera visita a la Argentina (el día
anterior habían debutado en el Estadio River Plate). La recepción, indudablemente un acto de
campaña de Menem, representaba la inserción de la Argentina a la cultura global.
16. Las privatizaciones
Ya en septiembre de 1989 se puso en marcha la privatización
de ENTel. Tras el fracaso del paro de los telefónicos de
septiembre y el decreto del 17 de octubre de 1990,
restringiendo el derecho de huelga de los empleados
públicos, toda resistencia obrera se quiebra. A lo largo de la
gestión Menem se iniciaron, en orden cronológico, las
privatizaciones de ENTel, Aerolíneas Argentinas,
Ferrocarriles Argentinos, YPF, SEGBA, Gas del Estado,
Obras Sanitarias de la Nación, el servicio postal
ENCOTESA, junto a muchos otros entes, incluyendo a
puertos, aeropuertos, autopistas, subterráneos, astilleros,
medios y el Banco Hipotecario Nacional. En 1993 se
introdujo la participación privada (AFJPs) al sistema de
seguro previsional; en 1995 se introdujeron las
aseguradoras privadas del riesgo laboral (ARTs)
17. María Julia Alsogaray, Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano e interventora de la
telefónica estatal ENTEL. Encargada de la privatización de ese ente público, resultó luego
condenada por diversos hechos de corrupción, entre los cuales el más recordado fue haber
firmado un cheque por 9 millones de pesos a un proveedor del grupo Pérez Companc,
cuando correspondía haber abonado 900.000.
18. El fin del estado militar
En octubre de 1989, una tanda de decretos presidenciales
indulta a unos casi 300 procesados, entre jefes militares,
subversivos y carapintadas, en diciembre de 1990, otra
tanda decretal indultó a una serie de condenados,
incluyendo al líder de Montoneros Mario Firmenich y los
jefes de las dos primeras Juntas de Comandantes. El
coronel Seineldín, indultado en la primera tanda,
protagoniza en diciembre de 1990 el último y fallido
alzamiento militar en democracia. Bajo presión
norteamericana, en 1991 se cancela el proyecto misilístico
Cóndor, prenda del apoyo de la Fuerza Aérea a la gestión
Alfonsín; en 1996 se cerró el astillero Domecq García,
donde la Armada y el gobierno radical alentaron el
proyecto de un submarino nuclear. En agosto de 1994, la
muerte luego de tormentos disciplinarios sufrida por el
conscripto Omar Carrasco determinó la suspensión del
Servicio Militar Obligatorio.
19. El joven neuquino Omar Carrasco, hijo de padres obreros, se incorporó al
grupo de Artillería 161 de Zapala el 3 de marzo de 1994 y desapareció tres
días después. Quince días más tarde su cadáver fue encontrado en terrenos
del cuartel, con signos de haber sido ocultado. Sólo fueron condenados los
autores inmediatos de su muerte.
20. Los atentados
El 17 de marzo de 1992, un coche-bomba detonó delante de
la sede de la embajada de Israel en Argentina. El 18 de
julio de 1994, otro vehículo destruyó el edificio del centro
comunitario judío AMIA. En la prensa libanesa, se
adjudicaron los atentados, respectivamente, Jihad Islámica
y Ansar Allah, ligadas ambas a Hezbollah. El primero
buscaría vengar al secretario general de Hezbollah, abatido
por las fuerzas armadas israelíes un mes antes; el segundo
probablemente buscaba descarrilar las conversaciones de
paz árabe-israelíes. La investigación sobre el primer
atentado finalizó en 1999. El juez de la causa AMIA, hasta
su destitución en 2003, Juan José Galeano, en connivencia
con los fiscales Mullen y Barbaccia, personal de la SIDE y
el director de la DAIA, Rubén Beraja, buscó orientar la
investigación incriminando a oficiales de la Policía
Bonaerense, en el marco de la puja interna entre el
Presidente y el gobernador Eduardo Duhalde.
22. La Constitución del ‘94
El proyecto de reforma constitucional tenía sus antecedentes en un
estudio promovido por el presidente Alfonsín, publicado en 1986. En
verdad, Alfonsín, a la sazón presidente del Comité Nacional de la
UCR, se oponía a la reforma, pero no así varios gobernadores y
miembros de su partido; por otro lado, desde el menemismo se
intentaba lograr la reforma (con vistas a habilitar la reelección) tanto
por vía del referendo como por la interpretación del artículo 30 de la
Constitución Nacional. El líder radical entonces negoció con Menem
el llamado Pacto de Olivos, comprometiendo el apoyo de su bloque a
cambio de asegurarse: la reducción del mandato de presidente y
senadores, elección presidencial directa y por doble vuelta, la
autonomización de la Capital Federal, la introducción del senador
por la minoría, la creación de la figura del Jefe de Gabinete. Durante
la discusión se aprobaron, además: la otorgación de jerarquía
constitucional a pactos y tratados, la creación del Consejo de la
Magistratura, Auditoría General de la Nación, Ministerio Público.
Muchos puntos de la reforma se han demorado en entrar en vigencia.
24. Desempleo y pobreza
A la salida de la hiperinflación, la pobreza y el desempleo se
redujeron considerablemente, para luego crecer sin cese
bajo hasta 1994, en que sobrevino una brusca devaluación
en México: la adopción de medidas de austeridad llevó a
una primera recesión, con grave daño del tejido social.
Pronto, no obstante, gracias a las medidas de
flexibilización laboral y el apoyo financiero externo, le
siguió una fuerte recuperación, basada ahora en inversión y
exportaciones. Fue la mejor época de la Convertibilidad: a
mediados de 1998 estallaría la crisis terminal del modelo.
A la crisis financiera asiática del año anterior se sumaban
el default de Rusia, una caída en los precios de las
commodities y, sobre todo, la devaluación en el Brasil,
principal socio comercial de la Argentina: desde entonces,
el desempleo y la pobreza no pararían de crecer.
25. Las puebladas de Cutral Có y Plaza Huincul, de 1996 y 1997, fueron unas de las primeras
instancias del corte de rutas (“piquete”) como modo de protesta. Estas protestas
sumaban, a los reclamos tradicionales de sindicalistas y de la clase media, la presencia
del elemento nuevo de los desocupados organizados.
26. Personalismo, auge y caída
Menem gobernó empleando 545 decretos de necesidad y urgencia, los
cuales, aunque avalados por la Corte Suprema en 1990 y por la
reforma constitucional del ’94, usurpaban para el Poder Ejecutivo la
facultad legislativa. De manera menos oficiosa, sus asesores
controlaron el nombramiento de jueces federales y camaristas,
utilizando a los servicios de inteligencia y elementos adictos en a
justicia para encubrir los delitos de aliados y perseguir a oponentes.
Obtuvo una victoria por el 50% en 1995 gracias al temor del público
a una nueva crisis económica: sabiéndose firme, en julio de 1996
despediría a Domingo Cavallo, hacedor de la Convertibilidad y
denunciador de Alfredo Yabrán, turbio empresario ligado al
menemismo. Al anunciar su búsqueda de una reelección, en 1997, se
puso en contra a la mayor parte del PJ, ahora comandado por
Eduardo Duhalde y perdió las elecciones legislativas de ese año, en
un clima de mayor estabilidad económica. Menem intentó recuperar
sus apoyos con un relajamiento de la disciplina fiscal, pero aún así
los legisladores del PJ lograron bloquear todas sus iniciativas.
27. El 3 de noviembre de 1995 se produjeron una serie de explosiones en la
Fábrica Militar Río Tercero. Pericias posteriores determinaron habían
sido intencionales, parte del encubrimiento a las operatorias de ventas
ilegales de armas en que miembros de las FFAA y funcionarios de
gobierno se habían visto involucrados. Murieron 7 personas.
28. La victoria de la Alianza
La oposición se constituía por el FREPASO, unión de
partidos de centro-izquierda que incluía al Grupo de los 8,
una disidencia izquierdista dentro del peronismo, la cual en
las elecciones de 1995 capitalizó el descontento opositor
con la UCR a raíz del Pacto de Olivos, y la propia UCR.
En 1997 ambas se unieron para formar la coalición
Alianza, ganadora en las elecciones de aquel año. En una
primaria abierta, en 1998, el radical Fernando de la Rúa, a
la sazón primer Jefe de Gobierno Porteño, derrotó a la
frepasista Fernández Meijide. Ya entonces Iglesia,
sindicalismo (CTA y la MTA de Hugo Moyano), medios y
sectores empresarios se encolumnaban contra Menem. En
1999, el peronismo asistió a las urnas debilitado por la
escisión de Domingo Cavallo y la falta de apoyo
presidencial a la fórmula Duhalde-Ortega. La Alianza, con
la fórmula De la Rúa-Álvarez, se impuso por el 48%,
aunque sin obtener la Provincia de Buenos Aires.
29. Fernando de la Rúa, antiguo delfín de Ricardo Balbín, senador tres
veces por la Capital Federal, rival de Raúl Alfonsín. “Un hombre
bueno que no estuvo a la altura de las circunstancias”, definición
atribuída a su último Jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
30. El abismo
De la Rúa había prometido, frente a las propuestas
devaluatorias de Duhalde, mantener la Convertibilidad.
Contra ello obstaba el creciente endeudamiento del sector
público: las provincias eran responsables del 40% de los
gastos públicos, los costos del servicio de la deuda externa
llegaban al 13% y la seguridad social estaba desfinanciada
en un 40%. Se buscó apaciguar la fuga de capitales con
medidas de austeridad, búsqueda de crédito externo y
canjes de la deuda, pero en vano. La corrida al peso, desde
principos de 2001, trajo una disminución de la oferta de
dinero, provocando la recesión. La Alianza demostró su
fragilidad política ante la deserción de Carlos Álvarez en
octubre de 2000 y la derrota electoral ante el peronismo un
año más tarde. La decisión de restringir el retiro de
efectivo de las cuentas bancarias provocó una serie de
protestas que culminaron con la renuncia del presidente
Fernando de la Rúa el 21 de diciembre de 2001.
31.
32. El intermezzo duhaldista
Al renunciar De la Rúa y en ausencia del vicepresidente, se
activó la Ley de Acefalía, convocándose ambas cámaras
del Congreso para elegir juntas a un nuevo presidente.
Después de tres interinatos poco lucidos, la elección cayó
en Eduardo Duhalde, el 2 de enero de 2002. Bajo la gestión
del Ministro de Economía Remes Lenicov, que duró hasta
el 27 de abril, se liberó la cotización del peso, se
congelaron las tarifas, se licuaron las deudas privadas en
dólares y se impusieron retenciones a las exportaciones.
Su sucesor, Lavagna, creó un plan de conversión de
ahorros a bonos en dólares y negoció con el FMI la salida
del default en que había entrado la Argentina en diciembre
de 2001. La devaluación coincidía con un alza de los
precios de las commodities, iniciando un ciclo de fuerte
crecimiento que duraría hasta 2008.
33. 26 de junio de 2002, Puente Avellaneda. El comisario Franchiotti,
herido en el cuello por militantes del MTD, prepara un brutal
desquite. El asesinato de Kosteki y Santillán deterioró gravemente la
imagen pública del gobierno de Duhalde. Foto: Martín Lucesole.
34. Epílogo
Las elecciones de 2003 enfrentaron a cinco candidatos
variopintos en un contexto de general descrédito de la clase
política. El candidato del gobierno, Néstor Kirchner, se
impuso en una segunda vuelta inconclusa ante el rechazo
que su rival, Menem, generaba en la sociedad. La era K
que se iniciaba haría de la década de los ’90 la pieza
central de su relato ideológico, supeditando a ella la
discutida saga de los ’70, ahora leída como preludio a la
“ofensiva neoliberal” del menemismo. A la hedonista
superficialidad de la “pizza con champagne” y el
turbulento “capitalismo de amigos” privatizador del
menemato – como a la Rusia de Yeltsin siguió la de Putin –
le sucedería un período de agresiva ideologización del
discurso público y de disciplinamiento de los actores
económicos concentrados desde el Estado, en que la ayuda
social, los subsidios y el empleo público, reduciendo la
conflictividad, cimentarían una nueva hegemonía política.