Un sistema eléctrico está compuesto por generación, transmisión, subestaciones, distribución y consumo. La generación produce energía eléctrica en centrales, la transmisión transporta la energía a largas distancias por una red mallada a altas tensiones, las subestaciones transforman la tensión para la distribución a zonas de consumo, y la distribución lleva la energía a usuarios finales por redes aéreas o subterráneas.