1. LA INGENIERIA CIVIL TAMBIÉN SALVA VIDAS
En este escrito haremos varias comparaciones entre el cuerpo humano con todas
sus funciones y cuidados necesario para la buena salud, con todo aquello que
implica la creación, construcción y durabilidad de una edificación que sea fuerte,
estable y sobre todo segura para las personas que la habitan; responderemos a la
pregunta: ¿Cómo la ingeniería civil al igual que la medicina puede salvar vidas?
Podríamos centrarnos en la normativa que se implantó en nuestro país para hacer
a las edificaciones sismorresistentes, normativa necesaria a raíz de las muertes
ocasionadas por lo múltiples terremotos ocurrido en todo el territorio de Colombia.
Estos antecedentes sentaron las bases normativas del diseño y construcción de
edificaciones sismorresistentes; para este fin la Ingeniería civil ha actuado como ese
médico que se esfuerza porque su paciente que en este caso será un bebé recién
nacido, nazca con todas sus capacidades, que crezca sano y fuerte. Un médico
valora muchísimo la vida de ese ser humano y sabe que seguir las normas y pautas
son esenciales para que la vida de ese bebé se dé sin dificultad, con la finalidad de
que prosiga la vida de ese ser.
Pues bien, la ingeniería en un sentido semejante salva vidas, pero ¿cómo?,
principalmente por la prevención, esta implica la aplicación de la normativa en todo
su rigor, en estructuras y edificaciones donde viven personas, personas que viven
en zonas sísmicas, que ante alguno de estos eventos necesitará evacuar con
tranquilidad sin que su lugar de vivienda se venga abajo y le cause daños físicos
permanentes. La ingeniería antisísmica minimizar los efectos de este tipo de
fenómenos, implementando técnicas de protección que permitan reducir los daños
físicos, materiales y emocionales que producen este tipo de catástrofes.
Ahora bien, los ingenieros civiles de Colombia tienen una responsabilidad muy
grande debido a las dificultades geológicas que presenta el territorio nacional,
reconocido por ser zona alta sismicidad puesto que este territorio converge entre
las placas tectónicas de Nazca y del Caribe contra la placa suramericana, estos
choques tectónicos liberan energía reflejada en los eventos naturales que
conocemos como sismos, terremotos, entre otros movimientos telúricos.
Por estas razones, el gobierno colombiano ha implementado leyes que exigen a la
población tener lineamientos al momento de construir una edificación; algunos
referentes de la ingeniería civil, abordan la solución de esta problemática, haciendo
que la vida dentro de esas edificaciones sea más fiable y segura. Entre los
referentes encontramos: El Reglamento Colombiano de Construcción Sismo
Resistente versión NSR-98 y versión NSR-10. Esta norma ha sido fundamental en
2. el desarrollo de las buenas prácticas constructivas, pues ha permitido a la
comunidad, vivir en un ambiente que reduzca las posibilidades de un colapso
inminente, pues aumenta las probabilidades de que una estructura pueda
permanecer en firme por un tiempo mayor, dando la oportunidad de que las
personas puedan dirigirse a un punto seguro.
Si el ingeniero civil sigue las normas pensando en esa edificación como a un bebé,
se volvería un “médico” -por así decirlo-, pues debe tratar la estructura de su edificio
con el mismo cuidado que el medico trata el cuerpo humano, tal y como lo describe
Levy y Salvadori (2002) en su libro Por qué se caen los edificios, mencionan que:
“Un edificio es concebido cuando se diseña, nace cuando se construye, vive
mientras se mantiene en pie, y muere de viejo o debido a un accidente
inesperado. Respira a través de la boca de sus ventanas y de los pulmones
que son sus sistemas de aire acondicionado. Hay fluidos que circulan por las
venas y arterias que son sus tuberías y se envían mensajes a todas las
partes de su cuerpo a través de los conductos eléctricos que hacen las veces
de sistema nervioso. Un edificio reacciona frente a los cambios en sus
condiciones interiores o exteriores, recibiendo órdenes de su cerebro,
formado por sus sistemas de retroalimentación. La piel de su fachada lo
protege, se sustenta en el esqueleto formado por sus pilares, vigas y forjados
y descansa sobre los pies de sus cimientos”. (p.9)
De esta manera, aplicar los conocimientos de la ingeniería antisísmica en la
construcción es sinónimo de salvar vidas, pues la prueba de calidad que tiene peso
en la carrera de todo ingeniero, es que su estructura soporte los factores de riesgo
internos y externos que puede enfrentar toda vivienda, saliendo de algún modo u
otro ileso, tanto la edificación como los que residen en ellas.
En conclusión, hemos visto las formas en las cuales, por medio de la prevención, el
cumplimiento y la correcta aplicando de la ingeniería civil puede minimizar los
riesgos de colapsos estructurales, y de esta forma preservar el regalo más valioso
que tenemos, la vida humana.