La contaminación del agua se produce principalmente por actividades humanas y puede hacer el agua impropia para el consumo humano, la industria y la agricultura. El desarrollo industrial y el transporte fluvial y marítimo generan grandes cantidades de residuos que contaminan el agua. Las aguas superficiales son más vulnerables a la contaminación que las subterráneas debido a su exposición directa a la actividad humana, aunque también pueden recuperarse más rápidamente. Los efectos de la contaminación varían según el tipo de cuerpo de agua.