2. Sumario Número 0
Historia
-El impacto de la revolución rusa en la prensa española.
- Los Boletines de Información Antimarxista, un boletín policial
al servicio de la represión franquista.
Geografía
-La desigualdad demográfica en España.
3. ¿Quiénes somos?
La Revista Electrónica Demos; revista de ciencias sociales, es una publicación anual
editada por el blog profesional Demos Ciencias Sociales.
Sus objetivos son la divulgación histórica sobre diferentes ramas de las ciencias sociales
(historia, geografía, arte, filosofía, pedagogía…) a lo largo de la historia, desde la
prehistoria a la actualidad, principalmente enfocado a ser un lugar de apoyo y refuerzo
docente de las ciencias sociales.
Para ello, Demos publica artículos, revisiones, entrevistas, fuentes, reseñas de libros y
comentarios de material audiovisual.
Demos Ciencias Sociales se centra en el nuevo formato digital que ofrecen la web y las
nuevas redes sociales, con el objetivo de facilitar la divulgación de las diferentes
disciplinas de las ciencias sociales y fomentar tanto el estudio e investigación como la
divulgación de las ciencias sociales en diferentes formatos, tanto escritos como
audiovisuales.
Demos aspira en ese sentido a ser un referente abierto y objetivo en las diferentes
especialidades reseñadas y ser un vehículo útil y accesible para profesionales, docentes
y estudiantes que deseen profundizar y acercarse a este apasionante e imprescindible
campo del saber.
Equipo directivo; Guillermo Fiscer Lamelas.
Redactor, editor y director de Demos Ciencias Sociales.
http://demosrevista.blogspot.com/
http://demoshistoria.blogspot.com/
4. HISTORIA
El impacto de la revolución rusa en la prensa española
Guillermo Fiscer Lamelas. Historiador.
En la madrugada del 7 al 8 de
noviembre de 1917 (24-25 de octubre
según el calendario ruso), hace ya más
de 100 años, militantes y miembros del
partido bolchevique ruso y de la guardia
roja afincados en la capital del imperio
ruso zarista, San Petersburgo, y
liderados por los dirigentes comunistas
Vladimir Ilich Ulianov Lenin y León
Trotsky, tomaban al asalto y por la
fuerza, aunque sin derramamiento de
sangre el último reducto del Gobierno
Provisional y posteriormente del
gobierno republicano ruso dirigido por
el socialista moderado Aleksandr
Kérenski.
Cuando llegan a España los primeros
ecos de los sucesos revolucionarios de
febrero-marzo de 1917, la opinión
pública española sigue con interés la
evolución de los sucesos políticos que
vienen del, ya en ese momento, frente
oriental de la guerra mundial.
Los principales periódicos españoles de
la época, tanto los de difusión de masas
(tales como el ABC, La Vanguardia, El
Sol, El Liberal o el Heraldo de Madrid),
como los periódicos obreros
(especialmente El Socialista, del PSOE,
y Tierra y Libertad, de la CNT y los
anarquistas), estaban centrados a lo
largo de 1917 en lo relativo a política
exterior e internacional en un hecho
5. fundamental para toda la prensa europea
de la época; la guerra.
La guerra, y solamente la guerra,
llenaba las primeras planas y las páginas
de la mayor parte de los periódicos
españoles e internacionales del
momento. Hasta ese momento, la
primera guerra mundial estaba siendo el
conflicto bélico de mayor calado en la
historia reciente de Europa, y España,
como no podía ser menos, tenía puesto
todo su interés en el asunto.
Fruto de las políticas imperialistas de
finales del siglo XIX, para 1914 se
habían ido configurando en el
continente europeo unos grandes
imperios que, debido a sus diferencias y
al afán competitivo del imperialismo, se
habían mostrado incapaces de dirimir
sus rivalidades territoriales por vía
diplomática. Cuando Austria-Hungría
declara la guerra a Serbia el 28 de julio
de 1914, estalla la primera guerra
mundial.
A pesar de estar implicados casi todos
los países europeos, solo unos pocos,
como España, permanecían neutrales en
el conflicto. Según un Parte Oficial del
Ministerio de Estado publicado en la
Gaceta de Madrid el 7 de agosto de
1914, Su Majestad el Rey Alfonso XIII
ordenó “la más estricta neutralidad a los
súbditos españoles, con arreglo a las
leyes vigentes y a los principios del
Derecho público internacional”.
Sin embargo, el impacto de la guerra
generó una división en España que se
manifiesta claramente entre las
diferentes ideologías políticas, de forma
que, por lo general, los partidarios de
ideologías o partidos conservadores o
autoritarios se declaraban germanófilos,
mientras que los partidos o gentes de
izquierdas y progresistas en general, se
declararán aliadófilos.
Esta cuestión no va a ser baladí en el
tema ruso, puesto que va a definir
claramente la actitud de los partidos
políticos y la prensa española a la hora
de tratar los acontecimientos de la
revolución rusa de 1917 como veremos,
de forma que carentes de un análisis
profundo, en un primer momento, los
partidarios españoles del bando aliado
acusarán a Lenin y a los “maximalistas”
(que, como muy bien indica la escritora
Helen Rappaport era el nombre que los
periodistas y observadores
internacionales dieron a los
bolcheviques) de ser agentes alemanes
y, en general, de debilitar la causa
aliada, al retirar a Rusia de todo el
frente oriental, lo cual beneficiaba
claramente a los alemanes en el
desarrollo de la guerra.
En lo relativo a la prensa española, y a
cómo, en general, la opinión pública
española trata el tema de la revolución
rusa de 1917 en España, cabe decir que
España no era un país desinformado.
Lejos de ello, fueron numerosos los
periódicos de toda índole que
mantuvieron a los españoles
permanentemente informados.
1) La prensa burguesa
En un primer lugar, cabría analizar
cómo trataron el tema de la revolución
rusa el principal periódico conservador
burgués de la época, como el
monárquico ABC. En este aspecto,
cabría destacar que el campo
6. conservador español contó, a diferencia
de todos los demás espectros
ideológicos y periódicos de la época,
con la única testigo directa de los
acontecimientos en el lugar de los
hechos, la periodista gallega Sofía
Casanova.
Casanova fue, en aquellos años, lo que
hoy podríamos entender como la
primera gran reportera de guerra
reciente y presenta una vida
apasionante, digna de una autentica
novela de aventuras. Según las
biografías escritas por Inés Martín
Rodrigo, María José Turrión y Cristina
Barreiro, Sofía Guadalupe Pérez
Casanova, gallega y nacida en 1861,
inicia su carrera literaria muy joven.
Tras casarse en 1887 con el filósofo y
diplomático polaco Wincenty
Lutosławski, marcha unos años a vivir a
Polonia.
Así permanece Sofía viviendo hasta el
estallido de la gran guerra en 1914,
compaginando sus amplias y diferentes
profesiones, siempre relacionadas con
las letras, pues su principal trabajo
como escritora y poetisa, lo alternaba
con otros como traductora y periodista,
donde llegó a escribir para casi todos
los grandes periódicos españoles e
internacionales, tales como ABC, El
Liberal, La Época, El Imparcial, New
York Times o en la Gazeta Polska, de
forma que, para cuando estalla el gran
conflicto bélico en el verano de 1914,
Sofía Casanova era una escritora y
periodista consagrada con cierto
renombre en las cortes literarias de toda
Europa occidental.
Y fue precisamente en uno de esos
muchos viajes de ida y vuelta a Polonia,
donde le sorprende en 1914 el estallido
del conflicto bélico mundial,
empezando a trabajar como
corresponsal de guerra describiendo el
frente ruso en los primeros meses y
años del conflicto bélico para el diario
monárquico español ABC.
Sin embargo, el avance alemán en el
frente ruso provocan que tenga que
marcharse de Polonia con su familia, y
así llega en octubre de 1916 a San
Petersburgo, capital entonces del
Imperio Ruso, a poco menos de un año
del estallido de la revolución
bolchevique.
Allí fue testigos de los sucesos y
acontecimientos que, poco a poco,
desencadenaron el estallido de la
revolución bolchevique. Casanova fue
testigo y narró la muerte del terrible
Rasputín, místico y consejero real ruso
a finales de 1916, del estallido de la
revolución de febrero-marzo de 1917,
del destronamiento y caída del Zar
Nicolás II, la represión del gobierno
Kerensky a los bolcheviques en el
terrible verano de 1917, y por fin, el
triunfo de la revolución bolchevique y
el asalto al Palacio de Invierno en los
primeros días de noviembre.
Como vemos, gracias a Casanova, los
españoles pudieron leer en las páginas
del ABC todo cuanto acaecía en la
turbulenta Rusia de 1917 de primera
mano por parte de la única española que
fue testigo directo de los sucesos y que
convirtieron al ABC en una fuente única
de información, quizá no diaria por las
censuras y el caos en las
comunicaciones de un país en guerra y
revolución, pero si con bastante
7. asiduidad, de todo lo que pasaba desde
dentro.
Ya en agosto de 1917, Casanova
escribía el ambiente neurótico del
gobierno de Kerensky de persecución y
acoso a los bolcheviques con las
siguientes palabras;
“La insurrección de los maximalistas
(soldados, obreros anarquistas y
pacifistas), ha sido vencida, no puede
decirse que sin verter sangre. Soldados
han disparado contra soldados y contra
mujeres fanáticas, acompañando a los
obreros, sus maridos o camaradas.
Víctimas de una democracia que se
contradice a sí misma, que no gobierna,
que carece de autoridad, y que por
salvar el honor y los intereses de Rusia,
aliada con la Europa antigermana, ha
desatado la tempestad interior, que
cuatro discursos de Kerensky y las
descargas fratricidas, son impotentes a
contener en las negras horas”.
Es curioso leer estas palabras de
Casanova en agosto de 1917, apenas a 3
meses del triunfo bolchevique, y donde
se lee un claro sentimiento de simpatía
hacia los bolcheviques temporalmente
derrotados, de desprecio al gobierno
Kerensky y a la República Rusa en
general y de esperanza en el futuro. Sin
embargo, poco duraría la admiración o,
al menos, el respeto del ABC y de
Casanova hacia los bolcheviques rusos.
Y es que tan solo un mes después del
triunfo de la revolución rusa, en
diciembre de 1917, la periodista y
escritora gallega se las ingenia para
colarse en el entonces todavía cuartel
general bolchevique, el Instituto
Smolny de San Petersburgo, para
entrevistar nada menos que al número
dos de la revolución, y futuro creador
del ejército rojo, el revolucionario León
Trotsky, años después defenestrado por
sus ex compañeros de armas.
El cambio de opinión de Casanova y del
ABC, en general, de las alabanzas de
agosto a los titulares de diciembre, son
asombrosas. El subtítulo del artículo
“En el antro de las fieras”, es ya
bastante clarificador del cambio de
opinión, y describe la reunión y a la
nueva Rusia así;
“En el antro de las fieras, existe menos
disparidad entre ellas y aquel que
existía en el Palacio de la Duma.
Impresiona y desasosiega el Instituto
Smolny, y sus moradores, porque es un
foco de anarquía y porque la
ignorancia y el odio de los antiguos
esclavos a todas las clases sociales,
arma sus manos con el ensañamiento
demoledor. Al fanatismo jerárquico del
Imperio substituye el otro, el de la
ergástula en rebeldía. ¿Qué pueblo
podrá ser feliz gobernado por el
terrorismo de abajo?”.
Un artículo demoledor el de Casanova,
donde describe a Rusia como un país
caótico, desordenado, ignorante, lleno
de odio, fanático e incluso terrorista,
como no podía ser menos en una
corresponsal con fuertes ideales
católicos, monárquicos y conservadores
y por tradición inclinada al
imperialismo germano. Este rápido
divorcio de ABC con la experiencia
leninista se manifiesta de forma tajante
en los siguientes meses, tal y como se
evidencia en el artículo “La conferencia
de Moscú” del 9 de diciembre, apenas
un mes después del éxito
8. revolucionario, donde Casanova
escribe:
“Me he atrevo a decir que Rusia está
loca, y no es ciertamente una locura
genial, una cesárea, o napoleónica, o
maquiavélica locura. La revolución y
sus conquistas se desvirtúan, y a los
pocos meses de la transformación
social, Rusia ha llegado al desastre, sin
realizar ni uno siquiera de los ideales
libertarios que proclamaba”.
A partir de esa fecha y en adelante, casi
todos los escritos y artículos de Sofía
Casanova al ABC se muestran
generalmente negativos y despectivos a
la nueva realidad política bolchevique
imperante en el país. Alineado con la
beligerancia antibolchevique del ABC,
es el caso de otros periódicos liberales
españoles de la época, como El Sol,
diario que se publicó entre 1917 y 1939.
Durante su etapa inicial en 1917, año de
la revolución rusa, El Sol era aún un
periódico liberal-burgués y por ello
claramente escorado hacia posiciones
aliadófilas en la primera guerra
mundial. Por ello, no es de extrañar que
casi todas las opiniones que publica
estén orientadas a combatir, con un
grado de virulencia antibolchevique
solo comparable al monárquico ABC, a
los bolcheviques rusos.
Así lo demuestra el artículo “La paz
ruso-alemana. ¿Quién la propone?” del
3 de diciembre, en el que afirma:
“Y mientras tanto, el pueblo no muestra
enojo frente a las maniobras del
soberbio agitador Lenin que está
preparando la más trágica de las
guerra civiles. Todo esto produce el
efecto de una maniobra muy
cuidadosamente preparada. No en
vano, muchos de los revolucionarios
que hoy negocian con la Cancillería de
Berlín, pasaron a Rusia valiéndose de
pasaportes facilitados por la policía
alemana.”
Un día después, el 4 de diciembre, El
Sol vuelve a la carga con otro
sensacionalista titular, de dudosa
credibilidad y de difícil interpretación,
en el que afirma que “Lenin y Trotsky
fundan un periódico alemán”, se califica
a Lenin de “imprudente”, se afirma que
Rusia vive en desorden y se magnifican
los éxitos políticos de los cadetes y
otros rivales políticos del bolchevismo.
2) La prensa obrera
Frente a la unánime critica de la prensa
y la opinión liberal-burguesa española
de la época, la prensa obrera se mostró
ciertamente dividida al respecto. En
primer lugar, los que cabría suponer
aliados naturales y herederos
ideológicos de los bolcheviques en
España, el PSOE, el gran partido
marxista español, acogieron con
bastantes dudas y recelos el éxito
revolucionario y, frente a lo que cabría
pensar, sorpresivamente se mostraron
reacios y críticos en todo momento con
los bolcheviques.
Ello se puede entender y explicar en el
contexto de la crisis interna que vivía el
socialismo español desde 1914. Según
Eduardo Montagut en su artículo “El
PSOE y la Gran Guerra”, los socialistas
españoles no tenían una posición clara
con respecto a la guerra en 1914.
9. Si bien parece ser que en agosto de
1914, el PSOE se manifiesta neutral, en
noviembre Pablo Iglesias anuncia ya sus
simpatías aliadófilas, y su órgano de
expresión, El Socialista, se decanta
abierta y claramente por la coalición
aliada, en lugar por la neutralidad que
proclamaban las organizaciones obreras
europeas, especialmente los anarquistas.
Estas dudas y vacilaciones internas se
desvelan ya para el X Congreso del
PSOE celebrado en Madrid en octubre
de 1915, cuando se analizan las causas y
posibles consecuencias de la guerra
europea y donde, según Juan José
Morato en su libro “El Partido
Socialista Obrero”, se declaraba
partidario de la defensa de los países de
la coalición aliada.
El 10 de noviembre, El Socialista
publica un artículo titulado “Seria bien
triste”, que llega a decir;
“Las noticias que recibimos de Rusia
nos producen amargura. Creemos
sinceramente, que la misión de ese país
era poner su fuerza en aplastar al
imperialismo germano. No lo han
comprendido así una parte muy
considerable de los revolucionarios.
Elevados son los ideales en los que se
han inspirado, pero también
inoportunos, y acaso funestos”.
Sin embargo, y como muy bien indica
Juan Avilés Farré en su artículo “El
impacto de la revolución rusa en
España”, éste disgusto y critica del
socialismo español a la Rusia
bolchevique fue algo meramente
temporal y enmarcado en la apuesta
socialista a la causa aliada de la guerra,
y debido a eso, acabada la guerra, se
acabó con la hostilidad.
Esta nueva realidad y cambio de
opinión del PSOE a la Rusia
bolchevique, se va a ir manifestando
progresivamente en sendos artículos
expresados en El Socialista, ya
terminada la guerra mundial y afianzado
el poder bolchevique en Rusia.
Dos años después del triunfo
bolchevique que fue recibido con tanto
escepticismo por los socialistas, El
Socialista abría su edición del 8 de
noviembre de 1919 con un enorme
editorial titulado “Segundo aniversario
de la revolución rusa” que concluía;
“¡Salve Rusia revolucionaria! Eres la
nación-Cristo, el pueblo mártir,
deshecho y desangrado por la Idea. Los
pobres del mundo volverán hacia ti, si
pereces, o si triunfas, sus miradas
esperanzadas”.
Frente a esta exagerada y desmedida
glorificación de la revolución rusa,
quizá justificada para olvidar los recelos
iniciales con la que fue acogida, precede
a la última gran demostración de fuerza
del PSOE de erigirse en protector
internacional, o al menos en no atacante
de la nueva Rusia bolchevique, tal y
como se manifiesta en el editorial del 10
de diciembre de 1919 que recoge las
ponencias del pasado Congreso de
Berna de la Internacional Socialista, con
presencia de los socialistas españoles
Francisco Largo Caballero y Julián
Besteiro.
En ella, frente a una ponencia
mayoritaria lanzada por el
socialdemócrata Branting que
condenaba a los bolcheviques, se
10. presentó un voto contrario por la
delegación socialista española liderada
por Besteiro, afirmando que ésta era
prejuiciosa contra la revolución rusa, y
apostando por que esta nueva
Internacional Socialista acabara
apoyando a los “camaradas” rusos que
han “constituido el socialismo
internacional”.
Caso completamente opuesto sucede en
los anarquistas españoles, representados
en aquellos años por el sindicato
anarcosindicalista CNT, fundado poco
antes, en 1910. Los anarquistas
españoles, a diferencia del PSOE, si
tuvieron una posición firme sobre el
tema exterior cuando en 1914 estalla la
primera guerra mundial.
Como comenta el historiador Julián
Vadillo, experto en el anarquismo y la
revolución rusa, en su artículo “El
anarquismo ante la Gran Guerra”, “la
CNT fue la única organización del
movimiento obrero que se opuso en
bloque al conflicto bélico”.
Con esta posición, los anarquistas
españoles cerraban filas en un asunto
que, lejos de lo que pudiera parecer,
había levantado ampollas y fuertes
debates en el seno del anarquismo
europeo, cuando el máximo ideólogo
internacional de esta doctrina, el ruso
Piotr Kropotkin, fragmentó el
anarquismo europeo en mil pedazos al
liderar una campaña internacional a
favor de la coalición aliada, a la cual se
opusieron férreamente sus camaradas
españoles.
Fue en ese contexto favorable al
pacifismo internacional y a la causa del
proletariado, que sorprendió a los
anarquistas españoles el estallido de la
revolución rusa en noviembre de 1917.
Inicialmente, y a diferencia de los
socialistas, los anarquistas españoles
emprendieron el camino al revés,
pasando del apoyo inicial, a la
desconfianza futura.
El gran portavoz en esta época del
anarquismo español es el periódico
anarquista Tierra y Libertad, que se
edita por primera vez en 1888,
reapareciendo diez años después como
suplemento de “La Revista Blanca”, y
evolucionando su tirada periódica a
diario desde 1903 y hasta 1939, cuando
es censurado por el régimen franquista.
En Tierra y Libertad se refleja muy bien
esa evolución de la mentalidad del
anarquismo español con respecto a la
revolución rusa de 1917. En el artículo
“La revolución de Rusia” del 14 de
noviembre de 1917, afirma;
“La revolución rusa ha repetido el
ejemplo que debe ser imitado por todos
los verdaderos revolucionarios del
mundo. Los maximalistas rusos, se
encaminan hacia la paz impuesta por la
revolución de los pueblos. La
revolución rusa nos enseña.
¡Aprendamos de ella!”
Aún en un ambiente más triunfalista si
cabe, y atreviéndose a calificar tan
tempranamente a la revolución rusa
como un movimiento de tipo anarquista
es el artículo “La sociedad vieja se
hunde”, del 21 de noviembre, que
afirma:
“La vieja Rusia se desmorona, y
arrastra en su caída todo un mundo de
infamias, crímenes, tiranía y
servidumbre. El comunismo anarquista
11. triunfante es la suprema aspiración de
justicia, conseguida por el esfuerzo
enérgico de un pueblo que desea ser
libre. Es la esencia de los principios
anarquistas triunfantes en Rusia”.
Durante los meses siguientes, los
artículos de defensa a ultranza y radical
y de idealización absoluta de la
revolución rusa vendrá de este
periódico, curiosamente anarquista, que
llega a calificar a la revolución rusa
como “estandarte de las rebeldías
sacrosantas”, a promocionar mítines y
actos públicos de apoyo al nuevo
régimen bolchevique naciente, y
considerar que en Rusia se había
proclamado ya la revolución social.
Sin embargo, el excesivo furor pro-
bolchevique de 1917 se va matizando en
los meses posteriores, y ya en mayo de
1918 se afirma no tener claro “qué
forma de gobierno se ha constituido en
Rusia”, y se pedía prudencia por “la
imposibilidad de asentar un juicio
definitivo ante el desconocimiento de
los hechos”.
De este furor inicial, se pasa a una
limitación de noticias y opiniones sobre
Rusia a partir de 1918-1919 y,
directamente, a la crítica abierta, una
vez asentado ya el poder soviético y
vencido el gobierno bolchevique en la
guerra civil, calificando negativamente
al nievo régimen en un artículo de abril
de 1925, protestando “contra la mal
llamada Rusia comunista”, calificando
al régimen de “fascista-bolchevique”
por la represión al anarquismo,
afirmando;
“La revolución fue sofocada por los que
hoy ocupan los puestos
gubernamentales en la Rusia soviética.
El partido comunista, al trepar a la
carroza del gobierno, quería que nadie
alzara la voz de protesta por las
fechorías que en nombre de la mal
llamada dictadura del proletariado
cometían.”
Fuentes
– Hemeroteca ABC.
– Hemeroteca El Socialista.
– Hemeroteca Tierra y Libertad.
– Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
de España.
– Martín Rodrigo, Inés. Azules son las
horas. 2016.
– Turrión, María José. Sofía Casanova,
una reportera en la gran guerra. En “El
País”. 23/01/2014.
– Barreiro, Cristina. Sofía Casanova,
periodista en la revolución rusa. En “El
debate de hoy”. 10/03/2017.
– Montagut, Eduardo. El PSOE y la
Gran Guerra. En “El Socialista”.
10/02/2017.
– Morato, Juan José. El Partido
Socialista Obrero. 1918.
– Avilés Farré, Juan. El impacto de la
revolución rusa en España. 2000.
– Basterra, Mauricio. El anarquismo
ante la Gran Guerra. En “CNT”.
27/09/2014.
– Guzmán, Eduardo de. Los cinco
congresos históricos de la CNT. En
“Tiempo de Historia”. 01/12/1979.
12. – Llorens, Ignacio de. La CNT y la
revolución rusa. En “Polémica”.
06/03/2013.
– Pestaña, Ángel. Setenta días en Rusia:
lo que yo ví. 1921.
– De los Ríos, Fernando. Mi viaje a la
Rusia sovietista. 1921.
– Prieto, F. Apuntes históricos del
movimiento obrero español. 1973.
– González, Ángeles. El trienio
bolchevique en Andalucía. 2001.
– Delgado Larios, Almudena.
¿Problema agrario andaluz o cuestión
nacional? El mito del Trienio
Bolchevique en Andalucía. 1991.
– Infante, Blas. La dictadura
pedagógica. 1921.
– Hijano del Río, Manuel. La dictadura
pedagógica y las ideas educativas en el
ideario político del regionalismo
andaluz. En “Historia Caribe”. 2007.
– Iniesta, Enrique. Blas Infante, toda su
verdad. 2000.
– Artola, Miguel. Enciclopedia de
Historia de España. 1995.
Los Boletines de Información Antimarxista, un boletín policial al servicio de la
represión franquista.
Pablo Alcántara Pérez. Historiador. Universidad Autónoma de Madrid.
13. 1. ¿Que son los boletines anti-
marxistas?
Durante los primeros años de la
posguerra franquista, se fueron creando
los mecanismos jurídicos, militares y
policiales que fueron fundamentales
para la represión de la dictadura, que
duraría durante todo el régimen / que
más adelante serían de gran utilidad
para la represión ejercida por la
dictadura y que se prolongaría todo el
régimen. Se crean diferentes
normativas, legislaciones y cuerpos
policiales que organizan un complejo
entramado encargado de reprimir a la
oposición antifranquista.
Ya desde antes de acabar la Guerra
Civil, los franquistas ya estaban
planificando su estrategia represiva/ Los
franquistas comenzaron a idear su
estrategia represiva antes incluso de que
finalizase la Guerra Civil. Cuando
tomaban ciudades o pueblos, la policía
y los militares, mediante el Servicio de
Información Político-militar (SIPM),
eran los encargados de, en los tres
primeros días, localizar los locales de
las organizaciones pertenecientes al
Frente Popular y de los sindicatos para
hacer acopio de toda la información
posible que permitiese enjuiciar a todos
los oponentes al Golpe de Estado.
Para llevar a cabo esta tarea y organizar
la información conseguida/ recopilada,
el 27 de mayo de 1938 se creó el
Servicio para la Recuperación de
Documentos, dirigido por Marcelino de
Ulibarri, secretario particular y
consejero de Franco. Con el material
acopiado se creó en Salamanca un
archivo documental con más de tres
millones de fichas personales.
En este servicio y archivo trabajó
Eduardo Comín Colomer (1908-1975)
en los años de guerra y primeros años
de posguerra. Este policía-escritor
comenzó a trabajar en el Cuerpo a
principios de la Guerra Civil, pero antes
de dedicarse a las tareas policiales, fue
periodista en varios periódicos
conservadores de Zaragoza, su ciudad
natal. Ambas facetas las manejará/
desarrollará ambas facetas durante toda
su vida activa. Durante los años de la
dictadura franquista consiguió ascender
en el escalafón, siendo uno de los
miembros más destacados de la Brigada
Político Social, la policía política del
régimen. Fue profesor y director de la
Escuela de Policía, así como uno de los
principales encargados de la vigilancia e
investigación de los estudiantes
antifranquistas. Escribió diversos libros
(hasta unos cuarenta entre libros y
folletos) sobre masonería, comunismo,
anarquismo, republicanismo, historia de
España y de la Policía.
Este hombre fue el encargado de
realizar los documentos que vamos
analizar en esta serie de artículos para
esta revista. Él participó en la
reorganización de Barcelona y Valencia
tras la derrota de los republicanos y se
llevó información valiosa de
anarquistas, comunistas, socialistas,
republicanos, masones/ sobre
masonería, etc.
14. Con esta información incautada, crearía
los conocidos como “Boletines de
Información Anti-Marxista”, un
documento auspiciado por el Servicio
Nacional de Seguridad (después
Dirección General de Seguridad), de
lectura exclusiva para los miembros del
Cuerpo Superior de Policía y en los que
se hacía un análisis de las diferentes
organizaciones republicanas, de las
Internacionales Obreras, de las logias
masónicas desde un punto de vista pro-
franquista. Ente 1937 y 1945 se llegaron
a publicar un total de treinta números,
que actualmente se conservan en el
Centro Documental de la Memoria
Histórica de Salamanca.
Estos documentos servían a los policías
para conocer (siempre desde el punto de
vista de la dictadura) la historia de las
organizaciones obreras, progresistas,
etc. y como actuaban en condiciones de
clandestinidad. Los policías los usaban
para sus detenciones, sus
interrogatorios, etc. A los historiadores
e investigadores nos sirve para entender
la mentalidad y la forma de actuar dela
policía franquista ante aquellos que
luchaban contra la dictadura. La idea es
hacer una serie de artículos ya que estos
boletines tocan diferentes temas:
masonería, judaísmo, socialismo,
republicanos, anarquistas, comunistas.
La idea es empezar por los Boletines
que hablan de estos últimos, ya que el
PCE se convertiría años después en el
principal “enemigo” para la dictadura
franquista.
2. Los Boletines sobre los
comunistas.
Hay diferentes clasificaciones de estos
boletines Los boletines están
clasificados / pueden clasificarse en
varios tipos: los boletines sobre la
URSS y la III Internacional y su
influencia sobre el PCE, boletines sobre
la historia del PCE y los boletines sobre
el PCE como partido en la
clandestinidad.
2.1. Los Boletines sobre la
Internacional comunista, la URSS y
su influencia sobre el PCE.
Junto con el catolicismo y el desprecio a
la masonería, el anticomunismo fue uno
de los elementos ideológicos que
definieron al régimen franquista y a sus
seguidores durante toda su trayectoria.
El Golpe de Estado de los militares el
18 de julio de 1936 y la posterior
represión de la dictadura tuvieron en el
“peligro bolchevique o comunista” una
de sus justificaciones. Para el
franquismo, el comunismo significaba
tres cosas: la idea de revolución que
acabaría con todo, la acción clandestina
internacional y el Ejército soviético. El
comunismo era una “conspiración”, un
“terrible mal” con “carácter satánico”.
Mediante esa supuesta conspiración, los
comunistas se disfrazaban con el fin de
incitar a la subversión, enmascarando
sus propósitos al ocultar su verdadera
cara.
Toda esta ideología franquista sobre el
comunismo estará muy presente en los
Boletines Anti-marxistas. La obsesión
por el “enemigo bolchevique” será
constante en estos documentos. Los
primeros que se redactan están
dedicados a ellos. De los 30 boletines
que se publican, 13 están dedicados al
15. comunismo, tanto nacional como
internacionalmente.
Para el régimen, el comunismo español
estaba dominado por “agentes
extranjeros”. Por ello, Comín Colomer
dedica el primero a la Internacional
Comunista o Komintern. Y el PCE es
nombrado como “sección española de la
Komintern”.
Hay un total de seis boletines
relacionados con la Internacional
Comunista o la URSS. En el primer
boletín, del 20 de octubre de 1938,
titulado “La Internacional Comunista.”,
se analiza el funcionamiento de la
Internacional, de su táctica y programa,
de la estructura y aparato de la
organización. Se divide la actividad de
la Internacional en tres etapas: la
primera, la gloriosa de 1919, con sus
cuatro primeros congresos, que se
consideran “modelos de política
marxista”; la segunda, en 1924, tras la
muerte de Lenin, donde “desaparece la
democracia interna frente a la
burocracia”; y la tercera, en 1935,
momento en el que “se anula la
perspectiva socialista” en favor de la
creación de frentes populares contra el
fascismo. El objetivo, según Colomer,
de la Internacional es la “Revolución
Soviética Universal”. Y “desde la célula
oculta e insignificante, hasta la más alta
asamblea, cada elemento tiene,
concretamente, sus órdenes nacidas de
necesidades comunistas
revolucionarias.”
El segundo de los boletines trata sobre
el comité ejecutivo de la Internacional
Comunista. Para el autor, la
Internacional Comunista era “un súper
estado, de índole dictatorial, eje único
de la revolución mundial.” Y como no,
habla de uno de los mitos que el
franquismo fomentó durante todos los
años de la dictadura: el oro de Moscú.
Según el texto, la III Internacional daba
dinero a los comunistas españoles para
llevar a cabo el trabajo clandestino.
El tercer boletín es el número cinco,
relacionado con la asociación de amigos
de la URSS. Se analiza sobre la
organización y su desarrollo histórico
tanto a nivel mundial como nacional y
sus objetivos, que eran “la captación de
adeptos de toda idea y clase social,
dentro del campo amplio que supone el
Universo.” El origen de dicha
asociación en España data de 1933. Se
creó para “organizar el bolchevismo en
España” con medios de prensa como
“Rusia de Hoy” u organizando viajes
para llevar a miembros destacados de la
organización a la URSS.
Los siguientes tres boletines también
están vinculados con el comunismo
internacional. El número sexto trata del
Socorro Rojo Internacional. El séptimo,
de la Internacional Sindical Roja. Y el
octavo, de la internacional de los
marinos mercantes y trabajadores del
puerto. En estos boletines hay listados
del número de afiliados, organigramas y
análisis de sus métodos de financiación,
captación de miembros, etc. Para el
autor todas estas organizaciones están
bajo el paraguas del comunismo
internacional.
En el último boletín relacionado con el
comunismo internacional tiene que ver
con la actividad de los comunistas
alemanes, de los falsificadores de
pasaportes y de la actividad de la
Gestapo, de la policía política nazi,
16. contra estas actividades. Para Comín
Colomer, la policía de cada país se tenía
que enfrentar a un movimiento mundial:
la Internacional Comunista, y para ello,
era necesario la colaboración
internacional de la policía. Pone a la
policía alemana como ejemplo a seguir
en la lucha contra el comunismo.
2.2. Los boletines referidos a la
historia del PCE.
El Partido Comunista de España (PCE)
se convirtió en la principal organización
política que se enfrentó a la dictadura
franquista. Fue la “bestia negra” del
régimen y, por lo tanto, también el
principal objetivo policial. Se realizaron
informes sobre el Partido Comunista en
el interior y el exterior, sobre los
comunistas que detenían, sobre las
actividades que hacían, etc. Los
Boletines Anti-Marxistas también se
ocuparon de hacer un análisis sobre el
PCE, tanto de su desarrollo histórico
como de su actividad política
clandestina.
El primer boletín que aborda la historia
del PCE es el número cuatro “El partido
comunista o sección española de la
internacional comunista.” Para los
franquistas, el PCE era una
organización “subordinada a la III
Internacional.” Y que, desde los
tiempos de la I y la II Internacional “el
marxismo puso sus garras sobre
España” y con la III Internacional
intenta hacer lo mismo. Se hace un
análisis de la organización, desde sus
inicios, pasando por la II República y la
Guerra Civil. También de sus métodos
de financiación, de sus comités
organizadores, su comité central, sus
organizaciones por células. Su objetivo,
según el autor, era “destruir el Mundo
Civilizado.” Y relaciona todos los
hechos relacionados con el PCE durante
la República, como la Revolución del
34 o la creación del Frente Popular,
detrás de la cual está la mano de la
Komintern. Asimismo, se considera que
la misión del PCE era el “desorden
bolchevique” y la implantación de la
dictadura del proletariado.
2.3. Boletines Anti-Marxista sobre
la actividad clandestina del PCE.
Como se ha mencionado anteriormente,
el Partido Comunista era uno de los
principales objetivos de la policía
franquista. Ya desde finales de la
Guerra Civil, los comunistas se estaban
preparando para el trabajo en
clandestinidad. Comín Colomer le
dedica dos boletines, el número ocho y
nueve de la segunda etapa de boletines
(que se realizan a partir de 1941), a este
trabajo clandestino, con documentos
inéditos del propio PCE. Estos
documentos son esenciales para los
policías, para conocer cómo debían
luchar contra “la subversión
comunista.”
En el primero de los boletines en la
introducción, se dejan claras las
intenciones de estos boletines:
“Con la publicación de estos boletines,
ha quedado cumplido el propósito de
hacer llegar el conocimiento a los
miembros del Cuerpo General de
Policía un estudio retrospectivo de las
fuerzas más o menos tenebrosas que, al
servicio de poderes internacionales,
17. realizaron contra España una de las
confabulaciones más graves de su
historia, lo que obligó a los patriotas,
con santa indignación, a alzarse contra
ella, para cortar con la espada el nudo
gordiano que se había formado.”
Para el autor, España marcó la ruta en
materia de la lucha contra el marxismo
y el comunismo. Asimismo, considera
que, desde el final de la Guerra Civil,
los comunistas “sólo han recibido
golpes y puñaladas.” Sin embargo, a
partir del 1 de abril “los comunistas ya
se están reorganizando.” Comín
Colomer y los policías franquistas
conocían cómo se organizaban, como
refleja este boletín en el que aparecen
las normas de conductas que debían de
llevar a cabo los militantes comunistas
clandestinos:
1ºmantener contacto con el partido de
manera regular y adoptar un nombre de
guerra. 2º los domicilios donde viven
los militantes deben ser ignorados por el
resto de camaradas. 3º todos los
militantes deberían observar una vida
normal. 4º El militante no debería llevar
encima papeles comprometedores. 5º Si
un camarada se encuentra con algún
otro camarada por la calle, no debe
saludarle. 6º no debe haber amistades
dentro del Partido. 7º Se debe acabar
con toda clase de indiscreciones. 8º los
camaradas deben reunirse en cafés,
fondas, círculos, etc. 9º No se deben
comentar nada sobre los camaradas que
han salido de las cárceles. 10ºNo puede
pertenecer al Partido aquellos que
acostumbren a emborrachen. 11º Debe
evitarse en cualquier momento verse
envuelto en riñas. 12º Los militantes no
han de ser estraperlistas. 13º No
mezclarse en los círculos anglófilos ni
agitarlos. 14º No hacer visitas a las
cárceles. 15º No tener reuniones en
domicilios. 16º Procurar ir siempre bien
documentado. 17º Acudir puntualmente
a las citas. 18º Cuando un camarada va
a una cita, debe percatarse de si le
persiguen. Si ocurre así, cambiar el
itinerario. 19º Todo militante debe estar
atento a las voces del pueblo y de los
enemigos. 20º No inscribirse en círculos
sin el permiso del partido. 21º
Necesidad de ayudar a los presos y
familiares. 22ºEncuadrar
sistemáticamente a todos los militantes
que se puedan y merezcan ser
encuadrados.
En el siguiente boletín, el número 9 de
la segunda época, el autor hace un
análisis de/ analiza las estructuras del
PCE, desde el comité central hasta las
organizaciones de base. Pasando por las
diferentes organizaciones que se crean
en las cárceles, las juventudes
socialistas, etc. Según el autor, tras el
final de la Guerra Civil, los comunistas
se convirtieron/ quedaron reducidos a
“simples peones de brega,
desorganizados y sin dotes de mandos
ni fondos económicos. Los elementos de
renombres habían huido en
desbandada.” Sin embargo, “gracias a
la tozudez que les imprime el credo
marxista y la crasa ignorancia de la
mayoría de sus correligionarios.”, se
estaban reorganizando. Y por ello todo
el análisis que hace del partido, con
esquemas dibujados, para acabar con el
“enemigo subversivo.”
3. Conclusión: los comunistas en los
boletines-antimarxistas.
18. Los Boletines Anti-Marxistas (que
precederían a los boletines de
información policial que utilizarían a
partir de finales de los cuarentas los
miembros de la Brigada Político Social
para informar a la Dirección General de
Seguridad de los movimientos,
detenciones de miembros de la
oposición antifranquista) son
documentos muy interesantes para
comprender cómo veía/percibía la
policía franquista a las diferentes
organizaciones que habían luchado
contra ellos en la Guerra Civil:
comunistas, socialistas, anarquistas,
republicanos, etc.
Los comunistas se convirtieron en una
obsesión constante del régimen
franquista, y se les dedicaba
especialmente atención para analizar sus
comportamientos, sus métodos de lucha
y de organización, su financiación, etc.
Por ello Comín Colomer le dedica más
de una decena de boletines a esta
organización, tanto a nivel nacional
como internacional. Los análisis que
hace el autor sobre el comunismo están
totalmente preñados de ideología y
propaganda franquista, es decir, anti-
comunista. Los comunistas como
enemigo exterior, financiado por
Moscú, que debe ser extirpado de la
Patria, ese era el ideario. Sin embargo,
tras el bosquejo de esa interpretación
maniqueísta y manipuladora, entre la
documentación que aparecen dentro de
los boletines, hay referencias muy
interesantes. Comín Colomer pone a
disposición de los boletines los
organigramas de las organizaciones
comunistas, desde el máximo nivel
estatal hasta las organizaciones
comarcales y de base. También las
normas que debían seguir en el trabajo
clandestino, sus métodos de financiarse,
ejemplares del Mundo Obrero. Todo
esto constituye información muy valiosa
sobre el funcionamiento del PCE en los
primeros años de posguerra y que, en
muchas ocasiones, es muy difícil de
encontrar. Y es que estos boletines iban
dirigidos exclusivamente a policías, por
lo que debían contener información
precisa sobre las actividades de los
comunistas en la clandestinidad y sobre
cómo se organizaban.
La mayoría de esta información la debió
conseguir en su etapa en el Servicio
Central de Documentación. Con toda
esta documentación, podemos conocer
cómo veían los policías franquistas a los
comunistas y cómo se preparaban para
“combatir al enemigo bolchevique”.
Fuentes
- Gómez, Gutmaro; Marco, Jorge
La obra del miedo. Violencia y
sociedad en la España
franquista. Ed. Península,
Madrid, 2011, pp. 159-163;
Gómez Bravo, Gutmaro
Geografía humana de la
represión franquista ed. Cátedra,
Madrid, 2017 pp.117-118.
- Expediente personal policial de
Eduardo Comín Colomer, Caja
nº 7985, Archivo Ministerio del
Interior (AMI).
- Fernández Fernández, Pedro
Víctor “El Boletín de
información anti-marxista: un
ejemplo de espíritu antimasónica
del franquismo” en Ferrer, José
19. Antonio (coord.) Masonería,
revolución y reacción, Ed.
Diputación Provincial de
Alicante, 1990, vol. 1, p. 442.
- Giménez Martínez, Miguel
Ángel “El corpus ideológico del
franquismo: principios
originarios y elementos de
renovación “Estudios
Internacionales 180 (2015) -
Instituto de Estudios
Internacionales - Universidad de
Chile, pp.23-24.
- Sección Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-Marxista:
Internacional Comunista” 20 de
octubre de 1938, nº1 Centro
Documental de la Memoria
Histórica, pp. 5-10.
- Sección Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-Marxista: el
comité ejecutivo de la
Internacional Comunista” 31 de
octubre de 1938, nº2 Centro
Documental de la Memoria
Histórica, pp. 14-20.
- Sección Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-Marxista:
asociación de amigos de la
URSS” 30 de noviembre de
1938, nº5, Centro Documental
de la Memoria Histórica, pp. 64-
67.
- Servicio Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-marxista: socorro
rojo internacional.” 13 de
diciembre de 1938, nº6, pp. 82-
85; “Boletín Anti-marxista: la
internacional sindical roja.”, nº7
31 de diciembre de 1938, pp.98-
100; “Boletín Anti-Marxista: la
internacional de los marinos
mercantes y trabajadores del
puerto.”, nº9 15 de enero de
1939, pp.115-118.
- Servicio Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-marxista: la
actividad de los falsificadores
comunistas de pasaportes en
Alemania y la lucha de defensa
contra ellos en dicha nación y en
el extranjero” 28 de febrero de
1939, nº11, pp. 168-170.
- Hay varias publicaciones sobre
el PCE durante el franquismo
como Hernández Sánchez,
Fernando Los años de plomo. La
reconstrucción del PCE bajo el
primer franquismo, Ed. Crítica,
2011. Barcelona; Morán,
Gregorio Miseria, grandeza y
agonía del Partido Comunista de
España, 1939-1985 Ed. Akal,
2018, Madrid.
- Servicio Nacional de Seguridad
“Boletín Anti-marxista: El
partido comunista o sección
española de la internacional
comunista...” 30 noviembre
1938, nº4, pp. 41-50.
- Dirección General de Seguridad
“Boletín Anti-Marxista: El
Partido Comunista de España
después del 1º de Abril” febrero-
marzo 1942, nº8 (segunda
época), Centro Documental
Memoria Histórica, p. 6
- Dirección General de Seguridad
“Boletín Anti-Marxista: El
Partido Comunista de España
después del 1º de Abril” nº9
(segunda época), abril-mayo
1942, Centro Documental
Memoria Histórica, pp.4-21.
20. GEOGRAFÍA
Los desajustes demográficos en España
Guillermo Fiscer Lamelas. Historiador.
1) Una España regionalmente
desigual
Para una profunda y seria reflexión
deberían ser los datos de los numerosos
padrones municipales que, anualmente,
nos arrojan luz clara y meridiana sobre
la realidad municipal de España, que no
hacen sino confirmar una tendencia
socio-económica clara que viene
dándose en los últimos años (y décadas)
en este país.
Nuevamente el pasado año 2017, y
siguiendo con la dinámica iniciada
desde la época de la
desindustrialización, y de las
migraciones a la ciudad, las regiones
que conforman Castilla, y de las zonas
rurales del interior, siguen estando a la
cabeza en la pérdida de población.
Así, las dos Castillas, la mayor parte de
Aragón, y parte de la Galicia rural
registran las mayores reducciones de
población en términos absolutos, y
relativos, registrando estas zonas la
mayor parte de la España municipal con
poblaciones de menos 500.000 personas
y que, anualmente, van perdiendo
población progresivamente, siendo cada
vez más abandonadas.
Estos datos ya vienen dándose de una
forma más o menos continuada en las
últimas décadas pero, cada vez más
21. agravada a medida que se produce la
industrialización moderna, el auge del
capital industrial y financiero y en los
últimos años agravado por el estallido
de la crisis económica, que ha venido de
la mano del aumento del paro.
Tampoco parece que mejoren los datos
en lo relativo al despoblamiento interior
que, nuevamente, afectan a Castilla por
encima del resto del estado, ya que las
comunidades con mayor número de
municipios con menos de 80.000
habitantes son, principalmente, Castilla
y León, y parcialmente el norte de
Castilla - La Mancha, y gran parte del
Aragón rural.
Sin embargo, si atendemos a los datos
proporcionados por el Ministerio de
Hacienda en el Proyecto de los
Presupuestos Generales del último
gobierno Rajoy para el 2018 en lo
relativo a las inversiones en las
diferentes comunidades autónomas del
estado español, resulta que son
precisamente estas comunidades, como
Castila y León (1.002,14 millones de
euros), Galicia (936,79 millones de
euros), Castilla-La Mancha (589,4
millones de euros), , o Aragón (407,13
millones de euros), de las comunidades
que más dinero reciben en inversión por
parte del gobierno central.
La única excepción aquí sería la de La
Rioja (63 millones de euros) que está
por debajo de la media de inversión y
pierde población, siendo encuadrada
dentro de la categoría de municipios
más despoblados de España.
Por lo tanto, esta contradicción (las
comunidades que más inversión reciben
del estado, son las que más población
pierden), ¿cómo se puede explicar? ¿Por
qué motivo se produce esta
contradicción económico-demográfica
en parte del estado español?
La explicación a estos factores, nos la
ofrece el economista Daniel Rodríguez
Asensio, que ofrece algunos datos
interesantes para el caso castellano-
leonés, pero que, como veremos, es
aplicable a las otras regiones españolas
estancadas.
Al final, la crisis económica capitalista,
la mala inversión de los políticos en la
creación del empleo, y la perdida
demográfica de la población migrante,
parecen ser el origen y la causa de este
desigual desarrollo y el desnivel
demográfico que sufre actualmente el
país.
Según Asensio, en comunidades como
Castilla y León, a nivel económico;
“Se observa una primacía del sector de
las Administraciones Públicas e
Industria, en detrimento de los
servicios, construcción, y sector
primario. La comunidad ha sido
incapaz de modernizar su economía a
través de la migración de recursos (y,
por tanto, puestos de trabajo de mayor
productividad) hacia el sector terciario.
Se ha quedado en unos niveles más
propios de los años 80, momento en el
cual las economías aún podían vivir de
las rentas generadas en la revolución
industrial.
En el caso de Castilla y León, la
mayoría de esa industria tiene nombre
de empresas automovilísticas (y
subcontratas, claro está), que
mantienen sus fábricas en la región por
las sustanciosas subvenciones que
22. reciben. Mientras, la comunidad
aumenta su presión fiscal a ciudadanos,
familias y PyMEs, penalizando su
capacidad de crecimiento y generación
de empleo”.
Este análisis es clave además si
analizamos el caso específico de la
despoblación en la región
castellanoleonesa, habida cuenta de que,
precisamente, las zonas más degradadas
demográficamente corresponden a las
menos industrializadas, como Zamora,
Palencia, Ávila o Soria, mientras que las
más industrializadas históricamente,
como Valladolid, Burgos o León, se
encuentran en una situación algo mejor.
Además, y a diferencia de los años más
duros de la crisis, donde se produjo una
caída de la población inmigrante, la leve
recuperación económica que
experimenta este país desde el año 2016
ha invertido las tendencias en este
sentido.
Así, la población residente en España
creció en 2016 por primera vez desde
2011 y se situó en 46.528.966
habitantes a 1 de enero de 2017, con un
incremento de 88.867 personas. Aún
con eso, la población migrante cae
precisamente en estas zonas degradadas,
como Castilla y León, Galicia, Castilla–
La Mancha, Extremadura, Asturias,
Aragón, Cantabria y La Rioja.
Ello nos demuestra, entre otras cosas
que, en contradicción con el discurso de
determinadas organizaciones, la pérdida
de población inmigrante en
determinadas comunidades en crisis
demográfica del estado español,
motivado por la crisis y la caída del
trabajo, ha supuesto y está, de hecho,
suponiendo un varapalo importante para
la demografía y la economía social de
las regiones y comunidades españolas
más deprimidas socio-económicamente
hablando, lo cual evidencia hasta qué
punto la estabilidad de la población
inmigrante en España es un aspecto
necesario, y positivo para nuestro
equilibrio socio-económico, además de
cultural, por el enriquecimiento que ello
supone.
Sin duda, y a tenor de las estadísticas
del INE, en los últimos años de la
presente década del siglo XXI, sin duda,
la crisis económica ha generado un
impacto negativo también en la
población inmigrante en España que
parece que, por primera vez en muchos
años, empieza a invertirse
progresivamente.
Similares estadísticas negativas en la
caída demográfica se pueden adjudicar a
comunidades como Aragón que, ya para
el año 2014, según el Heraldo de
Aragón, achacaba la drástica
disminución de su población a la salida
masiva de extranjeros (se presupone que
por motivo de la crisis económica), con
más de 9.000 de ellos que se marcharon
de la Comunidad a lo largo del citado
año, golpeando, por tanto, de una forma
muy negativa a esta comunidad
autónoma.
También, otra de las afectadas en esta
tabla demográfica actual de España,
como es Castilla-La Mancha, se ve
afectada en su reducción demográfica
por la mala gestión económica
endémica de los poderes económicos en
una región que no ha sabido
industrializarse adecuadamente, a pesar
de, como vimos, el aumento de
23. subvenciones estatales a la comunidad
autónoma, que evidencia que la crisis y
el no aprovechamiento efectivo de los
recursos estatales, siguen haciendo una
mella importante en la economía y la
sociedad regional.
En este sentido, es muy contundente la
interpretación de El Diario de Castilla-
La Mancha, que achaca a esta región
castellana una crisis demográfica
orientada a la reducción de la
fecundidad y natalidad por razones
económicas, afirmando que ésta bajada
demográfica (fundamentada en el
aumento de migrantes manchegos a
otras regiones, y a la ausencia de
inmigrantes nacionales o
internacionales a la región) hay que
vincularla con la situación de crisis
económica y el alto nivel del desempleo
en la región.
Así, claramente el agravamiento de la
crisis y del desempleo no solo son causa
para la merma demográfica local, sino
que, según afirma el diario, podría, de
no corregirse, arrojar a medio y largo
plazo resultados aún más negativos para
Castilla-La Mancha.
¿Cómo pueden las autoridades políticas
y económicas de esta región justificar
que, a pesar del cada vez mayor
aumento de la inversión local en la
región para mitigar la crisis, sin
embargo, el desempleo siga por las
nubes y que la economía siga estancada
por la incapacidad, como ocurre con sus
vecinos castellanos del norte, de
fomentar un desarrollo económico
regional estable?
2) Las raíces de la desigualdad
regional
Los datos son muy claros, y no
solamente para este año, o para estos
últimos años de la crisis o de la supuesta
salida cercana de ésta.
El panorama de desigualdad inter-
regional en el estado español, la
desigualdad en el desarrollo económico
y la crisis permanente que viven algunas
regiones del estado español son
elementos endémicos, que vienen de
muy lejos, de la época, del momento y
del modo en que se desarrolló el
capitalismo industrial y financiero en
este país durante la época franquista,
que creó las condiciones para fomentar
auténticos páramos y desiertos
económico-demográficos en grandes
regiones del país, a costa del desarrollo
acelerado de otras, para cumplir con las
normas que imponía el bloque
capitalista occidental en la guerra fría.
Esta supuesta industrialización y
modernización de las regiones
españolas que debía haberse llevado a
cabo durante los escasos 8 años de la
república y los 40 del franquismo no se
llegó a materializar más que en una leve
industrialización de determinadas zonas
rurales a costa del despoblamiento de
amplísimas capas de la sociedad
española. España ha quedado
degradada precisamente en su esencia
que es la España municipal y rural.
El desarrollo desigual de las diferentes
regiones del estado español es algo que
ya venía dándose desde finales del siglo
XIX, con el inicio de una
industrialización sistemática en los
grandes focos industriales del norte
(País Vasco) y del Noreste (Cataluña), a
costa de un infra-desarrollo y de un
fuerte abandono económico de gran
24. parte del centro (Castilla), Oeste
(Extremadura) y Sur (Andalucía)
peninsular.
La época republicana apenas tuvo
tiempo para iniciar un desarrollo
industrial y agrario (I.R.A.) equitativo
para todo el estado español, que
introdujera mejoras y avances más
democráticos económicamente. Con el
establecimiento del franquismo es
cuando se introduce una
industrialización y desarrollo
económico y demográfico desigual en el
país.
Es, fundamentalmente, a partir de los
años 60 con los Planes de Estabilización
y Desarrollo del régimen franquista
cuando, para intentar distribuir la
industria por el territorio, se crearon los
Polos de Desarrollo, cuya localización
no tuvo en cuenta motivos económicos
y sí políticos, y que lo único que
contribuyó fue a crear una completa
desigualdad entre regiones más
desarrolladas y concentradas
industrialmente (Madrid, litoral
valenciano, País Vasco…) frente a otras
que empezaron a quedarse rezagadas
(Galicia, Castilla, Aragón, Asturias,
zonas rurales y del interior en
general…) y que luego recibieron
definitivamente el golpe de gracia con
el gobierno socialista en los años 80 a
través de las deslocalizaciones
industriales.
Fruto de esta progresiva desigualdad
entre zonas rurales y urbanas, entre
polos desarrollados capitalista
industrializados y zonas infra
desarrolladas, surgieron fenómenos
socio-demográficos peculiar en nuestro
país, como es el caso de la llamada
“Serranía Celtibérica”, la llamada
“Laponia del Sur”.
Se trata de una superficie muerta y casi
despoblada del interior español de algo
más de 60.000 km² donde se concentran
poco más de 500.000 habitantes, y se
hallan más de 1200 municipios
repartidos entre las provincias de
Teruel, Zaragoza, Cuenca, Guadalajara,
Burgos, Segovia, Soria, una pequeña
franja en Castellón y Valencia, y La
Rioja, correspondientes a las
Comunidades Autónomas de Aragón,
Castilla-La Mancha, Castilla y León,
Valencia y La Rioja, que casualmente
coincide con las zonas endémicas de
caída demográfica que, año tras año, y
debido al atraso de décadas de infra-
desarrollo en esta sub-región, no han
conseguido, ni conseguirán, recuperarse
socialmente.
De todo este subdesarrollo rural, sin
embargo, el gran campeón fue
definitivamente la especulación
inmobiliaria, que fue la gran ganadora
de todo este proceso de mal desarrollo,
un problema que padecemos hoy y que,
como afirma el economista Vicenc
Navarro, tiene su origen en el
franquismo, donde se origina la gran
dependencia que la economía actual
tiene del sector bancario-inmobiliario.
Este sector juega un papel clave en la
configuración del espacio económico
del país, y ha generado, como hemos
visto, que en la actualidad, las regiones
económicamente más desfavorecidas se
vean afectadas por este modelo de
desarrollo económico, que lo ha
apostado todo a un determinado modelo
de crecimiento económico especulativo,
y que no ha puesto las bases, a pesar de
25. las inversiones estatales, de un
desarrollo más sostenible de la
economía local.
En las zonas rurales del interior
peninsular, la actual situación de
distribución de las tierras y
concentraciones en pocas manos,
despoblamiento y crisis económico-
social, también tiene su origen en esta
época.
El crecimiento de la producción
industrial no fue acompañado del
crecimiento de la producción agraria
durante los primeros años del
franquismo, a finales de los años 40 e
inicios de los 50, una tarea pendiente e
inacabada.
Por ello se elaboraron los proyectos de
la Ley de Concentración Parcelaria y la
Ley de la Fincas Manifiestamente
Mejorables entre 1952 y 1954, las
cuales liquidan los pocos minifundios y
tierras que quedaban en diversas manos
y fomentaron la tremenda concentración
parcelaria de grandes latifundios en
manos de unos pocos terratenientes que
pervive actualmente.
Sin embargo, estas leyes franquistas
favorables al monopolio de los
terratenientes, no tuvieron, como era de
prever y aun hoy seguimos arrastrando,
el éxito que el Ministro de Agricultura
Rafael Cavestany preveía, debido a que
los problemas que se derivaron de la
inadecuada distribución de tierras se
vieron agravados por el régimen de
explotación, ya que las tierras sufrían el
abandono de sus propietarios.
Todo este subdesarrollo rural y del
interior generó ya, a partir de los años
50 y 60 una importante migración
interna, un gran éxodo rural del campo a
la ciudad, donde las zonas menos
desarrolladas y abandonadas a nivel
económico e institucional fueron
quedando, hasta nuestros días,
progresivamente abandonadas a favor
de los grandes polos de desarrollo
urbano del centro, norte y este
peninsular.
La lectura que se puede hacer, a nivel
sociológico y político de todos estos
años de desarrollismo económico del
estado español es que, una vez más, este
desarrollo se está haciendo de una
forma desigual, y a costa del
despoblamiento de enormes regiones
históricas del estado, que siguen
sirviendo como mano de obra a las
regiones más económicamente
desarrolladas y avanzadas del estado,
dejando a otras (la mayor parte de la
Castilla histórica, Aragón, parte de
Galicia…) abandonadas y desatendidas
por las autoridades locales, autonómicas
y estatales.
Muy al contrario, si esas inversiones no
se aplican en un verdadero desarrollo
económico regional, que fomente la
creación de empleo, y el desarrollo de la
economía, y no de determinados
sectores especulativos o politizados
(administraciones locales), veremos que
el despoblamiento, el empobrecimiento
y el desarrollo desigual de la economía
y de la sociedad española, se irán
agravando cada vez más con el paso de
los años, generando un estado español a
diferentes ritmos cada vez más
marcado.
No va a ser posible que unas pocas
regiones híper-desarrolladas, con
concertación de capitales y población
26. (Madrid, País Vasco, Cataluña...)
sostengan y tiren del resto de las
regiones del estado, que están siendo
abandonadas, y debido a ello,
despobladas a la fuerza debido a la
inacción de los dirigentes políticos.
Si no se hace un plan de choque para re-
generar el trabajo y la economía en las
zonas rurales y del interior, sin duda se
corre el riesgo de generar grandes
regiones de despoblamiento y
deprimidas económicamente en una
gran parte importante del estado, como
ya se manifiesta en el caso de la
mencionada Serranía Celtibérica lo
cual, desde luego, no afecta solo a esas
regiones, sino a todo el estado español.
No puede ser tolerable ni aceptable que
la zona natural y tradicional de
convivencia, socialización y actuación
político-económica del individuo, que
es el municipio, la región y la comarca,
queden totalmente arrasadas,
abandonadas y desabastecidas.
Fíjense en como, por ejemplo, afecta la
existencia de diversos estados
económicamente desiguales al
desarrollo económico de la Unión
Europea a nivel macro, y adaptémoslo
al caso español y a sus desigualdades
internas en el mismo sentido.
Si no vemos viable una Europa a
diferentes niveles, mucho menos puede
ser sostenible a largo plazo un estado
español con unas desigualdades tan
marcadas.
Fuentes;
http://economistadecabecera.es/eco-de-
castilla-y-leon-desarrollo-economico/
http://www.ine.es/welcome.shtml
http://www.rtve.es/noticias/20180403/a
umento-del-32-inversion-mejora-del-
cupo-hacen-del-pais-vasco-comunidad-
mas-beneficiada-
presupuestos/1708180.shtml
http://www.celtiberica.es/
-Yllán Calderón, Esperanza. “El
Franquismo (1939-1975)”.
-Escudero Andújar, Fuensanta.
“Dictadura y oposición al franquismo
en Murcia: de las cárceles de posguerra
a las primeras elecciones”.
-José Manuel Naredo. Entrevista en
“Crónica popular”. 6 diciembre, 2011