2. Cuando tu vida sea un cruce de dificultades y de desconcierto
piensa que Dios te ayudará a salir con éxito. “Pedid y se os
dará….”Lucas 11:9, nos dice Jesús.
Aún cuando creas que siempre vas en la dirección
acertada....deja que Dios te acompañe a un lado de tu camino.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida….”Juan 14:6, dice el
Señor.
No todo en el mundo está bien..ni todo en el mundo está mal.
Pero es bueno estar atento y saber poner los límites en
aquello que nos conviene. La Fe nos ayuda a cribar lo
positivo de lo negativo. “Sin mí nada podéis hacer" Juan 15
:5b nos recuerda Jesús.
3. Dicen que hay que contar siempre hasta 10 antes de tomar
ciertas decisiones que pueden afectar a nuestro futuro.
Cuando miramos al cielo...Dios nos ayuda a situarnos con
más paz en nuestras resoluciones.
Las más de las veces, desde lejos, se ve el peligro que nos espera.
Jesús siempre será un para-rayos que nos ayuda a encajar con más
entereza y fortaleza los golpes que nos da el día a día. “Yo estaré con
vosotros todos los días hasta el final del mundo”Mateo 28:20b. ¿Hay
mayor garantía?.
Hay verdades a medias que son grandes mentiras. Un
cristiano es aquel que no da vueltas y vueltas para maquillar
o esconder la verdad sino que, es aquel, que huye de la
falsedad y del engaño.
4. La vida es un camino de rosas y de espinas. La Fe nos ayuda a
agradecer las cosas buenas que salen a nuestro encuentro y a
dar cara a los contratiempos que salen a nuestro paso. No es
grande quien mejor vive sino quien mejor se enfrenta a las
turbulencias de cada jornada.
La envidia y la mentira son siempre terrenos resbaladizos en los
que muchas veces se hunde la bondad de nuestra personalidad.
A pesar de nuestros patinazos Dios siempre nos espera con los
brazos abiertos. Otra cosa es que lleguemos completamente
averiados.
No tengas rabia contenida porque “a algunos les vaya la
vida sobre ruedas”. En definitiva lo que vamos
acaparando en la tierra, en unos y en otros, al morir se
nos iguala a cero.
5. No hay peor cosa que las personas que van a salto de mata. Las
que quedan bien con todo el mundo pero, a la corta o a larga,
quedan también mal con todos. La verdad es sólo una aunque a
veces duela. Y cada uno somos dueños de nuestro silencio y
esclavos de nuestras palabras.
En nuestro vivir de cada día nos hacemos los encontradizos con
muchas personas. Todos los días tenemos la oportunidad de
ejercer de buenos samaritanos. Todos los días, en dirección a
favor o contraria, podemos –si queremos- ofrecer un pequeño
detalle de amistad y de entrega. Lo extraordinario reside
precisamente en encontrarlo en lo ordinario de cada jornada.
Si trabajas por tu familia....tu ciudad será un poco mejor. Si
haces algo por tu ciudad....tu país será algo mejor. Si oras por tu
país.....el mundo será algo mejor. No hay peor cosa que aquellos
que dicen “hay que cambiar el mundo” y olvidan cambiar el
pequeño entorno de ellos mismos.
6. Aprender a ver los precipicios que nos rodean ....no es fácil. Por
eso, en medio de tanta oferta y tanta seducción, es bueno
elevar nuestros ojos a Dios y decirle como aquel ciego: “Señor
que vea”. Posiblemente, a continuación, veremos con nitidez
evitando una caída o un buen golpe.
Habéis oído: “ojo por ojo y diente por diente..yo os digo al que te
agravia perdónale”Mateo 5 :38-39. Ante un mundo enfrentado y
confrontado es bueno la dialéctica cristiana del perdón. Seamos
como las palmeras que, cuando les golpean, despiden dátiles y no
piedras.
Quien siembra vientos recoge tempestades”. Si siembras
paz....recogerás paz. Si pones ilusión en tu
camino.....cosecharás frutos abundantes. Si pones
optimismo.....te rodearás de amigos. Un cristiano es aquel que
en las tempestades sabe poner la calma. El efecto ventilador no
es bueno para aquel quiere limpiar el mundo con el detergente
de la honestidad