Los salares del altiplano sudamericano concentran alrededor del 80% de las reservas mundiales de litio en salmueras, factor clave de una nueva generación de baterías eléctricas, demandadas por la electrónica portátil y por la naciente industria de vehículos eléctricos en pleno desarrollo tecnológico. Desde Argentina y Chile, dos empresas transnacionales controlan el mercado mundial de litio desde hace más de 15 años, mientras que el Estado Plurinacional de Bolivia avanza desde 2008 con un proyecto de industrialización 100% estatal. La Universidad Nacional de Quilmes y el Centro Cultural de la Cooperación realizaron el II Seminario “ABC del Litio Sudamericano” y presentaron el libro de igual título que reúne investigaciones y reflexiones de protagonistas académicos y profesionales de diversas disciplinas y nacionalidades, sobre las múltiples dimensiones de la cadena productiva del litio y de los modelos vigentes y las alternativas productivas para la región. Una polémica central, demandada por los urgentes problemas ambientales de largo alcance, asociados al modo de producción y a la matriz energética dominantes.
ABC del litio sudamericano: soberanía, ambiente, tecnología e industria
1. 1
PIIdISA‐UNQ | Diciembre de 2015
RESEÑA DE LIBRO
ABC DEL LITIO SUDAMERICANO:
SOBERANÍA, AMBIENTE, TECNOLOGÍA E INDUSTRIA
Federico Nacif y Miguel Lacabana (coordinadores)
Universidad Nacional de Quilmes y Centro Cultural de la Cooperación
Los salares del altiplano sudamericano concentran alrededor del 80% de las reservas
mundiales de litio en salmueras, factor clave de una nueva generación de baterías
eléctricas, demandadas por la electrónica portátil y por la naciente industria de
vehículos eléctricos en pleno desarrollo tecnológico. Desde Argentina y Chile, dos
empresas transnacionales controlan el mercado mundial de litio desde hace más de 15
años, mientras que el Estado Plurinacional de Bolivia avanza desde 2008 con un
proyecto de industrialización 100% estatal. La Universidad Nacional de Quilmes y el
Centro Cultural de la Cooperación realizaron el II Seminario “ABC del Litio
Sudamericano” y presentaron el libro de igual título que reúne investigaciones y
reflexiones de protagonistas académicos y profesionales de diversas disciplinas y
nacionalidades, sobre las múltiples dimensiones de la cadena productiva del litio y de los
modelos vigentes y las alternativas productivas para la región. Una polémica central,
demandada por los urgentes problemas ambientales de largo alcance, asociados al
modo de producción y a la matriz energética dominantes.
Desde hace algunos años, la prensa masiva señala con creciente interés y variable
precisión que los salares de Argentina, Bolivia y Chile contienen más de dos tercios de las
reservas mundiales de litio, “el metal más liviano de la tabla periódica”. Gracias a sus
especiales propiedades físico‐químicas, subrayan, el litio permite la producción de
modernas baterías recargables, utilizadas por casi toda la electrónica portátil y, lo más
importante, por los nuevos vehículos eléctricos en pleno desarrollo tecnológico. De esta
forma, la creciente y sostenida demanda mundial de baterías eléctricas habría otorgado al
litio la categoría de “nuevo recurso estratégico”, convirtiendo a los salares de la puna
andina‐sudamericana en una “importante y atractiva fuente de commodities”.
Sin embargo, el verdadero carácter estratégico de estas reservas no radica en el elevado
precio internacional actual, ni se limita a las aplicaciones tecnológicas de vanguardia en la
propulsión de vehículos eléctricos de alta gama. Guiados por la tendencia actual de las
grandes empresas automotrices y presionadas por la urgente necesidad de reducir el
acelerado calentamiento del sistema climático, los países industriales consideran el litio
un factor clave para la emergencia futura de un nuevo paradigma tecno‐económico
basado en la generación, el almacenamiento, la distribución y el consumo eficiente y
sustentable de energías renovables. En cualquier caso y más allá de la competencia
mundial por el desarrollo de los futuros vehículos eléctricos de punta, que eventualmente
podrían utilizar otras formas de acumulación y conversión energética, los sistemas de
2. 2
almacenamiento electroquímico basados en el litio alcanzaron en la actualidad un grado
de madurez tal que permiten satisfacer un amplio rango de aplicaciones demandadas por
toda la sociedad: tanto dispositivos electrónicos y herramientas como el almacenamiento
estático de energías renovables para el consumo doméstico o semi‐industrial y la
propulsión eléctrica de vehículos diseñados para el transporte público masivo.
No es novedad la importancia de nuestra región en lo que al litio respecta. Sólo dos
operaciones de extracción radicadas en el salar de Atacama de Chile y una en el salar del
Hombre Muerto en Argentina, controlan desde hace más de 15 años alrededor del 50% de
la producción global total. A diferencia de los minerales de litio (pegmatita, espodumeno),
las salmueras contenidas en los salares sudamericanos permiten obtener carbonato de
litio (Li2CO3) con el grado de pureza que demanda la industria de baterías eléctricas y bajo
costos productivos y ambientales mucho menores a los asociados con los métodos
mineros convencionales. Este oligopolio del litio, mayoritariamente norteamericano,
representó en 2012 el 85% de la producción mundial obtenida a partir de salmueras (casi
90.000 toneladas de CLE)1
.Tanto los proyectos ubicados en Chile a cargo de la SQM (42%)
y la SCL‐Rockwood (25 %), como la explotación argentina de la FMC Lithium (18%), fueron
desarrollados originalmente con participación de empresas estatales y luego privatizados
durante las décadas de 1980 y 1990.
A pesar de esta extensa trayectoria, las reservas de litio sudamericanas no protagonizaron
aún ningún debate político ni académico de verdadero alcance continental. En el
comienzo del nuevo milenio, sin embargo, el fuerte impulso dado a la demanda de litio
por la naciente industria de vehículos eléctricos, renovó el interés de las inversiones
mineras en los yacimientos aún sin explotar, reviviendo a su vez el viejo dilema del
desarrollo dependiente:
¿Debe la región limitarse una vez más al papel de proveedora de bienes
naturales estratégicos para la gran industria transnacional? ¿O, por el contrario,
debería impulsar un proceso de industrialización orientado principalmente hacia
el desarrollo de tecnologías de almacenamiento energético?
Originalmente enmarcado en la sustitución de importaciones y la Guerra Fría, el
tradicional dilema del desarrollo puede hoy reformularse en torno al caso específico del
litio, aunque en el actual contexto de globalización y crisis climática, se ve agravada su
contradicción interna y aparentemente insalvable. Desde mediados del siglo XX, las
múltiples teorías sociales que buscan medir, analizar, fomentar o cuestionar las causas y
consecuencias del desarrollo económico, comparten un mismo presupuesto teórico: en
1
COCHILCO (diciembre de 2013). La unidad de medida utilizada es carbonato de litio equivalente (CLE),
según la cual 1 tn de litio metálico equivale a 5,32 tn de CLE. En cuanto al 15% restante de la producción
mundial, el 12% corresponde a China y el 3% a los Estados Unidos, cuya producción de Silver Peak
(Nevada), es controlada por Rockwood, poseedora de la explotación de SCL en Chile, además del 49% de
Talison, principal productora de minerales de litio del mundo (Australia). En enero de 2015, por otra parte,
Rockwood fue absorbida por la también norteamericana Albermale, líder mundial en productos químicos.
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todo tiempo y lugar, las necesidades de la prosperidad material (eficiencia, acumulación,
productividad), tarde o temprano, entran en contradicción con la satisfacción de los
objetivos socialmente virtuosos (participación, distribución, cuidado ambiental) y
viceversa.
Dicha contradicción, inherente a todo dilema del desarrollo, pareciera haber encontrado
en la mega minería relocalizada en América Latina durante la década de 1990, una de sus
expresiones más dramáticas. Por ello, en 1999, las principales empresas mineras del
mundo encargaron al Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (en inglés,
IIED), el proyecto “Minería, Minerales y Desarrollo Sustentable” (en inglés, MMSD), para
adaptar las estrategias empresariales a los postulados de la Cumbre de la Tierra de Río de
Janeiro de 1992 (II Conferencia de la ONU sobre Medioambiente y Desarrollo). El proyecto
se propuso identificar en todo el mundo, y particularmente en América Latina, las distintas
dificultades de la gran industria minera en torno al acceso a los recursos, la producción, el
consumo, los mercados y la estructura interna. El informe final publicado en 2002, advirtió
a las corporaciones mineras sobre la necesidad de revertir la tradicional “desconfianza”
por parte de las “personas con las que [el sector] trata a diario”, y propuso para ello una
serie de dispositivos de intervención sobre la sociedad civil (comunidades, pueblos
indígenas, productores locales). Según esta visión, los estados nacionales y provinciales
debían garantizar la infraestructura y la “seguridad jurídica” para la explotación y
comercialización de los recursos mineros, de manera tal que el desarrollo de los nuevos
proyectos extractivos pueda sostenerse a lo largo del tiempo. En otras palabras, era
necesario invertir los términos de la relación: la sustentabilidad no sería más un límite
ambiental a la producción minera, sino que a partir de ahora sería una condición
económica para el desarrollo de la región. Según el propio informe MMSD para América
del Sur: “Este proyecto no se pregunta por la sustentabilidad de la industria [minera], sino
por cómo la industria puede contribuir al desarrollo sustentable de regiones y países
mineros” (MMSD América del Sur, 2002)2
.
En los hechos, este intento por transfigurar la contradicción inherente a todo dilema del
desarrollo, no hizo más que condicionar y limitar los debates del presente en torno al
extractivismo dependiente de América Latina. El nivel de abstracción o, mejor dicho, de
generalidad en el que las diversas organizaciones sociales y políticas se ven obligadas a
discutir sobre los beneficios y perjuicios de una mega minería instalada a la sombra de las
reformas neoliberales, impide la participación activa del amplio público que se niega a
tener que optar por uno de los términos del dilema. En otras palabras, para el sentido
común de las mayorías latinoamericanas, tanto el desarrollo económico como el cuidado
ambiental parecen igualmente razonables y necesarios.
La necesidad de superar este punto ciego del dilema (sintetizado por la filosofía política
clásica como la oposición entre necesidad y virtud) es la que otorga el verdadero y
2
El Proyecto MMSD para América del Sur fue dirigido por la Iniciativa de Investigación sobre Políticas
Mineras (IIPM) del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC) del gobierno de Canadá,
sede Montevideo. http://idl-bnc.idrc.ca/dspace/bitstream/10625/26837/25/117618.pdf.
4. 4
novedoso carácter estratégico a las enormes reservas de litio contenido en los salares
andinos sudamericanos. Dos razones justifican esta afirmación:
a) En oposición a la mega minería metalífera, la extracción y el tratamiento de las
salmueras líquidas de los salares no produce el nivel de impacto ambiental asociado a la
voladura de montañas, el manejo de grandes cantidades de efluentes tóxicos y la
implantación de diques de cola. Aun el extraordinario consumo de agua dulce utilizado
para la obtención del carbonato de litio, no supone ni los volúmenes3
ni los peligros del
drenaje ácido relacionados con las operaciones a cielo abierto;
b) La eventual industrialización de las reservas de litio, no sólo tendría los impactos socio‐
económicos de toda industria intensiva en ciencia y tecnología, sino que además ‐y sobre
todo‐ podría destinarse a la emergencia de un nuevo esquema energético
ambientalmente sustentable.
De esta manera, la reformulación del clásico dilema del desarrollo en torno al caso de las
reservas de litio en salmueras, da lugar a una necesaria profundización de los debates
sobre la soberanía de los bienes naturales comunes y la superación de la dependencia
extractivista en América Latina:
¿Es deseable iniciar un proceso de industrialización del litio en los países de la
región? ¿Es posible? ¿Bajo qué condiciones sociales y económicas, políticas y
geopolíticas, tecnológicas y ambientales?
En noviembre de 2013, el Programa Institucional Interdisciplinario de Intervención Socio
ambiental (PIIdISA) de la Universidad Nacional de Quilmes (PIIdISA) junto con el Centro
Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, realizaron el primer seminario “ABC del Litio
Sudamericano: ¿nuevo commodity o recurso estratégico?” Académicos, profesionales y
actores sociales de numerosas disciplinas, instituciones y nacionalidades, analizaron las
dimensiones implícitas en la cadena productiva del litio en general y particularmente en
los modelos de explotación vigentes en Argentina, Bolivia y Chile. Tanto la profundidad de
las exposiciones como la complejidad de los interrogantes allí planteados, gestaron la
publicación del presente libro, que reúne las principales exposiciones del seminario e
incorpora nuevos aportes de expertos en el tema, interesados en el debate acerca de la
explotación del litio (sus formas y consecuencias). Una polémica central, demandada por
los urgentes problemas ambientales de largo alcance, asociados al modo de producción y
a la matriz energética dominantes.
ABC del Litio: Condiciones generales y modelos nacionales
Inspirado en la necesidad de un enfoque multidisciplinario, el presente libro se organiza
en dos grandes secciones. La primera, aborda los aspectos temáticos relacionados con la
3
En la provincia argentina de Catamarca, mientras la FMC Lithium, cuarta productora mundial de litio,
declara un consumo promedio cercano a los 80 l/s de agua dulce, el consumo de Bajo de la Alumbrera para la
producción de cobre y oro a cielo abierto asciende a un promedio de 1000 l/s.
5. 5
cadena productiva del litio sudamericano (soberanía, energía, tecnología, industria,
ambiente y filosofía política), mientras que la segunda, se centra en el análisis de los
modelos productivos vigentes en Argentina, Bolivia y Chile.
La primera sección comienza con el análisis de la Dra. Mónica Bruckmann, profesora de la
Universidad Federal de Río de Janeiro y ex asesora de la Secretaría General de UNASUR, que
retoma la “Estrategia de gestión soberana de los recursos naturales para el desarrollo
integral de América Latina” de UNASUR, para advertir sobre la dependencia de los Estados
Unidos respecto de la provisión de minerales estratégicos, en general, y del litio, en
particular. El desafío, sostiene, consiste en pensar las transformaciones sociales en
relación con la apropiación de los recursos naturales, para superar una actividad
extractiva irracional.
A continuación, el especialista en Economía Energética y Vicerrector de la Sede Andina de
la Universidad Nacional de Río Negro, Dr. Roberto Kozulj, reflexiona a partir de una sólida
documentación sobre los efectos de la acelerada urbanización asiática en el actual
esquema energético mundial basado en combustibles fósiles. Se trata, según el autor, de
establecer las condiciones estructurales que limitarán la penetración de las energías
renovables en el mediano y largo plazo.
Por su parte, el químico venezolano y especialista en estudios de la ciencia, Dr Alexis
Mercado, aborda la hipótesis de la revolución tecnológica en torno a las baterías de litio y
la impulsión eléctrica. Según el autor, los países de América Latina deben considerar el
impulso innovador dado por las principales instituciones científicas del mundo para
modificar la matriz energética. A pesar de los condicionantes estructurales, el desarrollo
de nuevos sectores de producción y servicios, podría desplazar finalmente a los
combustibles fósiles tradicionales.
Establecido así el contexto geopolítico, energético y científico‐tecnológico que dio lugar a
la emergencia del litio como potencial factor clave de un nuevo paradigma tecno‐
económico, el químico e ingeniero de materiales de la Universidad Complutense de
Madrid, Iván Aranda, propone analizar los múltiples aspectos que deberán ser
considerados para diseñar una alternativa productiva en los países de América del Sur. A
partir de su intervención en el proyecto de industrialización del litio propulsado por el
gobierno boliviano mediante una empresa estatal, Aranda enfatiza el concepto de
soberanía energética, vinculada en su dimensión material tanto al régimen de propiedad
sobre los recursos como a las capacidades científico‐tecnológicas para transformarlos en
los dispositivos de almacenamiento requeridos por las energías renovables.
Respecto de los impactos socio‐ambientales de los principales proyectos de litio de la
región, el Mg. Axel Anlauf de la Universidad de Leipzig (Alemania), analiza críticamente las
consecuencias relacionadas con los procesos de extracción, a partir de las dinámicas
hidrológicas y los niveles de extracción de salmueras, por un lado, y la dinámica de los
conflictos asociados y las percepciones locales, por otro.
6. 6
Finalmente, el Dr. en sociología Nathaniel Freiburger de la Universidad de California,
indaga desde la Filosofía política las modalidades existenciales del objeto litio (“formas,
prácticas, materialidades y significados”). La heterogeneidad de las visiones sobre lo que
el litio significa, no sólo deriva en desacuerdos y conflictos, sino que también determina el
modo particular de su existencia, transformándolo en un objeto constitutivo de lo político.
En la segunda sección, dedicada a las particularidades nacionales, la diversidad de
enfoques disciplinarios, lejos de ser fortuita o neutral, respondió a los rasgos sectoriales
más destacables de cada país. Coherente con ello, las exposiciones sobre los modelos
productivos vigentes en Argentina, Bolivia y Chile, son acompañadas por breves
documentos elaborados por profesionales referentes de las instituciones que
protagonizan los debates públicos de mayor trascendencia en torno al litio.
En primer lugar, el caso argentino, de acelerada concesión directa de todos sus
yacimientos como resultado de un extenso proceso de provincialización y transformación
del recurso en un commodity minero, es abordado por el sociólogo Federico Nacif,
integrante del Programa PIIdISA de la Universidad Nacional de Quilmes. A pesar de que
Argentina se encuentra entre los principales exportadores mundiales de litio desde 1998,
existe un generalizado desconocimiento sobre la importancia del recurso y las reservas
nacionales. Recién en 2011 comenzó a ser levemente revertido por la emergencia de una
serie de proyectos, convenios y eventos de Ciencia, Tecnología e Innovación. En este
sentido, se incorpora como insumo para el análisis del caso nacional, un documento
elaborado por el economista Lizardo González. director del Centro de Estudios en
Comercio Internacional de la Universidad Nacional de Jujuy e integrante de la Comisión
Asesora del Rectorado sobre Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico relativos al
Litio.
Por su parte, el análisis del proyecto de industrialización del litio impulsado por el
gobierno boliviano desde 2008, es desarrollado por el Gerente Nacional de Recursos
Evaporíticos, Ing. Luis Alberto Echazú. Esta estrategia, que forma parte del proyecto
nacional más amplio enmarcado en la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia, fue posible gracias a la participación de actores locales que, durante la década de
1990, impulsaron la anulación de las concesiones a las empresas transnacionales. La
creación de una gerencia específica dentro de la histórica Corporación Minera de Bolivia
(COMIBOL), se expresa hoy en un elevado nivel de seguimiento crítico por parte de
intelectuales y periodistas que fiscalizan el proyecto productivo en el marco de los
debates sobre la política general del gobierno nacional. Como expresión de esta abierta
polémica nacional y en respuesta directa a diversos cuestionamientos por presunta
contaminación ambiental, los ingenieros Juan Carlos Montenegro y Edwin Limbert
Bustillos (pertenecientes al Instituto de Investigaciones en Metalurgia y Materiales de la
Universidad Mayor de San Andrés), elaboraron un documento técnico acerca del reciclado
de residuos generados en la obtención de carbonato de litio en la Planta Piloto.
Por último, el caso chileno, de temprano y sostenido desarrollo de profesionales expertos
en la industria del litio, fue abordado por los ingenieros Mario Grágeda, Pedro Vargas y
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Svetlana Ushak del Centro de Investigación Avanzada del Litio y Minerales Industriales de
la Universidad de Antofagasta (CELIMIN). Este recorrido por las diversas dimensiones del
modelo productivo chileno, incluye una síntesis sobre las conclusiones de la Comisión
Nacional del Litio creada en junio de 2014, elaborado por el Ing. Pedro Pavlovic,
especialista en proyectos de litio e integrante de la Comisión.
La diversidad de disciplinas, nacionalidades, instituciones, enfoques y opiniones que
recorren los trabajos presentados en la presente publicación, se enmarca en un objetivo
común y una convicción compartida: la convocatoria al debate público, abierto y franco,
sobre un tema tan relevante como poco divulgado, se propone como lugar de encuentro y
consolidación de una amplia red académica comprometida con la producción y circulación
de conocimiento en torno a los salares de la puna sudamericana. Sólo la transformación
democrática de la producción científica y tecnológica posibilitará en nuestro continente la
emergencia de una alternativa real al extractivismo dependiente.