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LA ESTRATEGIA DE LA
ESCUCHA ACTIVA
EN LA EDUCACIÓN MUSICAL
Inés Montaña Salcedo
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Introducción
La comunicación es un intercambio de sentimientos y de información. Toda persona tiene
sentimientos y puntos de vista distintos hacia cierta información. Hacer concesiones mutuas
para salvar esa distancia es fundamental y la comunicación es la herramienta que lo hace
posible. Es decir, la información no sólo se transmite en un sentido. La esencia de la
comunicación es compartir y comunicar los sentimientos mutuamente.
La comunicación personal es el acto de transmitir mensajes con sentido entre las personas
por el uso de varios medios. Se puede transmitir mensajes a otra persona a través de diversos
canales y medios como el movimiento corporal, la voz, los objetos y el ambiente. Estos
mensajes se entenderán teniendo diversos significados. Se puede clasificar la forma de
comunicación según los distintos canales. Normalmente la gente intercambia información y
sentimientos a través de las palabras, y también percibiendo los elementos de la vida cotidiana.
Comunicación verbal: es aquella que se realiza a través de las palabras. El
significado de las palabras y frases se transmite, y la intención y consciencia
del que habla es muy alta.
Comunicación no verbal: es aquella que se produce a través de medios que
no son palabras, como expresiones, gestos, postura, movimiento, contacto
físico, distancia física entre las personas, postura sentada, apariencia física,
dónde mirar, etc.
La buena comunicación es aquella que es constructiva, fluida y sana. Así mismo, una buena
comunicación nos permite abrir muchas nuevas puertas, ya que, nos facilita las relaciones
interpersonales y con uno mismo.
De la misma manera, es muy importante sentirnos escuchados. Por lo que, la escucha ha de
ser activa, es decir, que el oyente le demuestre al hablante que le ha entendido.
La escucha activa
La escucha activa es una técnica y estrategia específica de la comunicación humana. Basada
en el trabajo de Carl Rogers, es utilizada en
campos como la enfermería, la psicoterapia y
la resolución de conflictos. En 2002, Rost la
definió como «un término genérico para
definir una serie de comportamientos y
actitudes que preparan al receptor a
escuchar, a concentrarse en la persona que
habla y a proporcionar respuestas
(feedback)». Este fenómeno es en el campo
educativo donde posee una importancia
extrema, y es que si esta estrategia no se
emplea (por parte del receptor) en un
proceso de enseñanza-aprendizaje, es
imposible que éste se dé de forma favorable.
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Estrategias para escuchar activamente
Dejar hablar y expresarse a nuestro interlocutor libremente y sin juzgarle
Evitar monopolizar la conversación
Atender a los motivos profundos que han llevado a esa persona a darnos
su opinión.
Dejarse conectar con la otra persona para poder aconsejar
Mostrar una actitud relajada y una posición abierta
Mantener el contacto visual
Mostrar una proximidad física con la otra persona
Asentir con la cabeza o afirmar con otros gestos corporales
Utilizar señales verbales de escucha: ajá, ya, cierto, claro…
Realizar preguntas al interlocutor de manera abierta
Escuchar el discurso sin anticipar o interrumpir alguna de sus frases
Repetir con otras palabras lo que nos dice el interlocutor
Cuando somos considerables, amables y logramos entender mejor a nuestro interlocutor,
estamos realizando una escucha activa. En definitiva, estamos escuchando y comprendiendo
la emoción de la otra persona.
Potenciando la escucha activa en el aula
Existe un sinfín de actividades para desarrollar la escucha activa dentro de las aulas de los
centros educativos. Así que, antes de realizar la escucha activa de la pieza musical elegida voy
a proponer algunos ejercicios diferentes a modo de enfatizar dicha escucha.
Primero partiremos creando un ambiente de confianza dentro de la clase para poder trabajar la
escucha activa. Así mismo, tanto el grupo de alumnos como el profesor serán capaces de
expresar sus opiniones y sentimientos de una forma libre y segura de manera que sean
respetados y escuchados por todos los demás.
A continuación, pasaremos a realizar el ejemplo de ejercicio propuesto por el profesor
Francisco José Balsera Gómez para comenzar a trabajar la escucha activa con nuestros
alumnos. Posteriormente, se relacionará este mismo ejercicio aplicado a la educación musical.
Ejercicio 1. “La Corte Real”
Instrucciones:
Divide la clase en cuatro grupos. Uno de los grupos
será el REY, otro la REINA, otro el PRÍNCIPE y el
último la PRINCESA. Todos los alumnos permanecen
sentados en sus sillas. El profesor lee la historia que se
adjunta en un tono y velocidad normales. Cuando
nombre una de las palabras subrayadas en negrita los
alumnos del grupo correspondiente deben levantarse y
volverse a sentar rápidamente. Cuando el profesor lea
la palabra CORTE, toda la clase le levantará y se
sentará a la vez.
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Cuento:
Ejercicio 2. “Pedro y el Lobo”
Consideramos que el juego de “La Corte Real” es muy versátil el cuál se puede aplicar de
maneras muy diferentes en campos como el de la educación musical. Para ello utilizaremos el
famoso cuento de Pedro y el Lobo instrumentado por el compositor ruso S. Prokófiev.
El diseño de la actividad puede dirigirse tanto a edades tempranas como cursos de secundaria
o incluso adultos.
Instrucciones:
En este caso, los personajes también van a estar representados por instrumentos. El profesor
leerá previamente el cuento y después se pasará a realizar la actividad con la audición de la
pieza musical. Esta vez se dividirá a la clase en 7 grupos. Cada grupo representará a un
personaje/instrumento y se tendrá que levantar cuando este suene a solo. En el momento que
suene el tema de Pedro (cuerdas) toda la clase tendrá que levantarse y sentarse después.
Este juego también está muy abierto a imitar a los personajes del cuento, por lo que, los
alumnos también pueden hacer sonidos cuando les toque ser los protagonistas como maullar
cuando suene el clarinete, silbar con los pajaritos o dar con el pie al compás de Pedro
caminando por el bosque.
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Cuento:
Pedro, un joven pionero ruso, vive con su abuelo, que es leñador, en una casa en un claro del
bosque. Un día Pedro sale de casa, dejando abierta la puerta del jardín, y se hace amigo de un
pájaro. Un pato ve la puerta abierta y decide salir a nadar al estanque cercano. El pájaro y el
pato empiezan a discutir: «¿qué clase de ave eres tú que no puedes volar?», a lo que el pato
replica: «¿Qué clase de ave eres tú que no puedes nadar?». Entonces el gato de Pedro sale
sigiloso intentando atrapar a las aves y Pedro les aconseja que se pongan a salvo, el pájaro
vuela a un árbol y el pato nada al centro del estanque.
Entonces llega el abuelo y regaña a Pedro por estar en el prado, y le dice que afuera le puede
atrapar el lobo del bosque. Pedro responde diciendo que no tiene miedo, que es muy valiente y
puede atrapar al lobo. El abuelo lo mete en la casa de la oreja y cierra la puerta. Poco después
en efecto aparece un enorme lobo, el gato se pone a salvo en un árbol, pero el lobo atrapa al
pato y se lo come. Pedro presencia la escena mirando a través de una ranura de la puerta.
Pedro se engancha a una cuerda y salta el muro del jardín, y se encarama a la rama de un
árbol. Le pide al pájaro que vuele alrededor del lobo para distraerlo, mientras él desde la rama
prepara un nudo corredizo, baja la cuerda y consigue enlazar al lobo por la cola. El lobo trata
de liberarse pero Pedro tira con todas sus fuerzas y logra atar la cuerda al árbol. En esto llegan
tres cazadores que venían rastreando al lobo y se preparan para dispararle. Pero Pedro les
convence para que le ayuden a llevarlo vivo al zoológico. Y todos emprenden un desfile triunfal
hacia el zoo, celebrando felices el fin del terror. Al final se puede incluso oír al pato en el interior
de la barriga del lobo pues se lo había tragado sin morderlo.
Audio:
https://www.youtube.com/watch?v=3G9TxvGj7Ic
Personajes e Instrumentos:
- Pajarito, flauta
- Pato, oboe
- Gato, clarinete
- Abuelo de Pedro, fagot
- Lobo, trompas
- Pedro, cuerdas
- Cazadores, viento madera
- Disparos de las escopetas, percusión
En este momento, ya hemos roto bastante el hielo entre el profesor y los alumnos puesto que
acabamos de realizar una actividad muy divertida y entretenida. Ahora pasaremos a realizar
otra actividad de escucha activa que reforzará aún más nuestra confianza dentro del aula que
la he titulado “Pistas Ciegas”.
Ejercicio 3. “Pistas Ciegas”
El diseño de la actividad es apta tanto para edades tempranas como cursos intermedios o
adultos inclusive.
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Instrucciones:
Consiste en dividir a la clase en dos equipos.
Cada equipo elige de entre sus miembros a
una persona que actuará en el rol de “ciego”.
Se le repartirá a cada participante un pequeño
whistle o silbato exceptuando a los que van a
desempeñar el papel de ciegos. El juego
consiste en que el ciego -con los ojos
vendados- vaya de un extremo a otro de la
sala sin chocar con una serie de obstáculos
(sillas, mesas, mochilas, etc.). El ciego tendrá
que caminar 2 pasos por cada vez que escuche un silbido, y tendrá que hacerlo en la misma
dirección de la que proviene ese sonido silbado. Antes de empezar, el profesor hace salir del
aula a todos los participantes y colocará los obstáculos con los que el ciego no podrá chocar.
Entrará el primer equipo y el profesor va a cronometrar el tiempo. Después se repite la misma
operación con el segundo equipo.
Lo interesante de este juego no es cuánto tiempo tarda un equipo u otro en guiar a su ciego
desde el punto de partida hasta la meta. El foco se pone en si la persona que actúa en el rol de
ciego sabe escuchar las instrucciones dadas por sus compañeros, y cómo éstos ponen en
práctica sus habilidades de comunicación efectiva.
Ejercicio 4. “Silencio se ruega”
El silencio juega un gran papel en la música por lo que ha de enfatizarse esta práctica dentro
de la educación musical.
El diseño de la actividad es apta tanto para edades tempranas como cursos intermedios o
adultos inclusive.
Instrucciones:
El juego del silencio, como su nombre indica, consiste en permanecer en silencio y quietos
(para no emitir ningún ruido) durante un tiempo determinado.
Se ambientará dentro de un aula con las luces
apagadas y las persianas bajadas o cortinas cerradas.
Este toque de nocturnidad enfatiza la quietud. Para
iniciar el juego se puede emplear una vela, además,
este comienzo le da cierto toque de espiritualidad. Los
alumnos se sientan en circulo en el suelo. El profesor
se aleja, y tras unos minutos de silencio y quietud
(aquí el tiempo va a depender de la práctica de los
alumnos en este juego) susurra en nombre de cada
participante. El alumno se levanta sin hacer ruido y se
reune con el profesor al fondo del aula. Es importante
que la persona encargada del juego este lejos de los
participantes, para que estos no le puedan leer los
labios y se concentren en oir el silencio.
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La escucha activa a partir de la pieza musical:
J. Haydn - Hob I:94 - Sinfonía No. 94 en Sol Mayor "La
Sorpresa" II. Andante
https://www.youtube.com/watch?v=PhxZhDV9KHM (ver minuto 8:45)
Las actividades que se proponen a continuación están orientadas a un alumnado de infantil y
primaria.
Actividad 1. “Sólo escucho”
Se realizará una primera audición del
tema para puedan establecer un primer
contacto con el mismo.
Recordando el ejercicio anteriormente
realizado de “Silencio se Ruega”,
podemos poner al alumnado en alerta
de sólo escuchar y no hacer nada más. Incluso, podríamos ambientar el aula de la misma
manera para enfatizar el grado de concentración.
Actividad 2. “Siento tras escuchar”
Los alumnos escucharán el tema del Andante de la Sinfonía 94 “La Sorpresa” (Haydn), y, en
función de lo que les transmita cada uno, tendrán que ir dibujando un trazos de colores sobre
un papel. La elección del color a utilizar para ello es personal, pudiendo encontrar alumnos que
lo hagan en función de sus gustos o bien porque les transmite un sentimiento concreto y, éste,
un color. No es obligatorio que utilicen siempre la misma pintura o rotulador debido a que
pueden encontrar momentos en la melodía que les transmitan emociones diferentes.
Finalmente, se realizará una asamblea para comentar las diferencias existentes entre las
diferentes producciones. Cada participante podrá manifestar qué ha ido sintiendo durante la
audición.
A través de esta actividad se pretende fomentar la escucha activa de una manera más
profunda que en los ejercicios expuestos anteriormente puesto que está abierta a permitir a los
alumnos el sentir emociones por la música, y relacionar las emociones que les transmite la
melodía con los colores y el trazo.
Actividad 3. “¿De qué color soy?”
Durante el desarrollo de esta actividad, los participantes volverán a desarrollar la audición
relacionándolo con las emociones que evoca a cada uno de ellos. Ahora vamos a establecer en
el aula de música cinco rincones de diferentes colores (rojo, azul, amarillo, negro y rosa) que se
relacionan con las emociones a trabajar (enfado, tristeza, alegría, miedo y amor,
respectivamente). Los carteles presentes en cada rincón, mostrarán tanto el color como la
emoción a la que se corresponde con una imagen representativa de la misma. Los alumnos
escucharán de nuevo el tema del Andante de Haydn decidiendo individualmente qué les
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transmite dicha melodía. Para ello, acudirán al rincón que consideren, de manera que si les
provoca la emoción de tristeza, irán al rincón con el cartel de color azul, etc. Una vez
distribuidos por rincones, el alumnado continuará escuchando la melodía hasta el final. Como
se les explicará en un principio, podrán moverse o expresar corporalmente la emoción que
están sintiendo, bien en solitario o bien con un compañero que se encuentre en ese mismo
rincón.
La actividad se realizará en grupo pero cada niño puede ir al rincón que considere. Es una
forma de observar cómo la escucha de una misma sonoridad puede provocar emociones
dispares. En ese sentido, será relevante la reflexión que se haga con el alumnado para que nos
expongan los argumentos y el porqué de su rincón elegido.
Mediante el desarrollo de esta actividad, los alumnos escucharán activamente las melodías que
van a provocar emociones en su cuerpo y expresar a través del mismo, además de que las van
a relacionar con los colores.
Actividad 4. “Crea tu propio cuento”
Se les pedirá a los alumnos que creen su propia historia a través de la escucha activa de la
pieza de Haydn. El profesor les dará un ejemplo contando una historia sobre un niño que iba
tan distraído caminando por la calle mirando a las nubes que de repente se chocó contra una
farola. La creatividad y capacidad imaginativa de los alumnos en estas edades es asombrosa
pudiendo evolucionar la historia, modificarla o contar una totalmente diferente.
La finalidad de este ejercicio es que mediante la escucha activa el alumno sea capaz de
potenciar la creatividad, imaginación, improvisación y expresividad.
Conclusiones
Tras el estudio de la materia y la elaboración de las diferentes actividades propuestas puedo
concluir que las personas experimentan una serie de emociones tras la escucha activa de
melodías que se encuentran a su alrededor. A pesar de que me he querido centrar en la
escucha activa de una pieza musical en concreto, no he podido evitar incluir actividades
relacionadas con el ámbito musical.
Me gustaría cerrar este ejercicio con la cita de Gallego y colaboradores cuando argumentan
que “escuchar activamente las emociones y sentimientos de nuestros alumnos es entender los
motivos de los mismos y es, al mismo tiempo, mostrarles que nos hacemos cargo del impacto
emocional que les produce un problema, los apuros por los que están pasando, la tristeza de
los fracasos, la alegría de los éxitos, el rechazo… Esta sintonización con los sentimientos de
nuestros alumnos no significa que los aceptemos, ni que estemos de acuerdo con ellos, sino
simplemente que los comprendemos y que estamos dispuestos a ayudarles dentro de nuestras
posibilidades y limitaciones” (1999:161).