Una impresora típica consta de varias partes principales: la fuente de alimentación de papel, el cabezal de impresión que contiene las boquillas de tinta, el rodillo de transporte que mueve el papel a través de la impresora, y el mecanismo de impresión que controla el movimiento del cabezal y la deposición de tinta. Juntos, estos componentes trabajan para transferir imágenes y texto desde un ordenador hasta una página impresa.