2. INTRODUCCIÓN
Alfonso Ugarte y Vernal (Iquique, 13 de
julio de 1847-Arica, 7 de junio de 1880),
fue
un empresario, comerciante, agricultor
y militar peruano, héroe de la Guerra
del Pacífico. Obtuvo el grado
de coronel EP. Fue jefe de la Octava
División en la defensa de Arica y murió
en la batalla del mismo nombre, bajo el
mando del coronel Francisco Bolognesi.
4. ✣Nació en la ciudad de Iquique en
la Provincia de Tarapacá. Al inicio de
la Guerra del Pacífico, Participó en la batalla
de San Francisco y en la batalla de Tarapacá.
En esta última, tras poner en fuga a la
caballería chilena con el fuego de su batallón,
fue herido de bala en la cabeza, no obstante
lo cual, siguió combatiendo y recorrió el
campo para evitar que se cometiera el repase
de los caídos. Tras la victoria se negó a ser
conducido a Arequipa para su curación. Se
replegó junto con el ejército peruano y la
población tarapaqueña hacia Arica.
6. ✣En la plaza de Arica asumió como Comandante
de la Octava División del Ejército del Sur y
participó en las dos Juntas de Guerra que convocó
el anciano coronel Francisco Bolognesi, en las que
se tomó el acuerdo de defender la plaza «hasta
quemar el último cartucho».
✣Murió combatiendo denodadamente en
la batalla de Arica, lo que es de admirar tratándose
de un civil y no de un militar de oficio. Varios
relatos señalan que se lanzó montado en su caballo
desde la cima del Morro, llevando consigo
la bandera del Perú, para evitar que el enemigo lo
tomara como trofeo, muriendo estrellado entre las
rocas.
8. En realidad su heroísmo comienza ni bien empieza la guerra,
pues siendo un joven adinerado y proyectando un viaje de
negocios a Europa, decidió quedarse en su patria para
contribuir personalmente con su defensa. Los recursos
económicos de su familia los puso a disposición de su país
amenazado, en un singular gesto de desprendimiento. Él
mismo, formó, pertrechó, vistió y mantuvo con su propio
peculio a todo un batallón, el Iquique, cuyo mando tomó.
9. Siendo solo un civil, con improvisada formación militar, demostró valor y
tenacidad en el campo de batalla. Herido seriamente en la batalla de Tarapacá,
no quiso ir a Arequipa a atender su curación. Tampoco cuando contrajo el
paludismo quiso abandonar el servicio. Su heroico sacrificio en Arica fue la
culminación natural de una entrega constante y persistente al servicio de su
patria. «Alfonso Ugarte, el millonario de Tarapacá, el joven apacible, se lanzó
simbólicamente con su caballo a la inmensidad mucho antes del 7 de junio.», ha
dicho Basadre. Cualquiera sea la verdadera circunstancia de su muerte en la
defensa del Morro, nada amengua su categoría de héroe peruano por
antonomasia.