proyecto de clase de superación personal Jose Roberto González Narváez

1. La Felicidad CristianaLa Felicidad Cristiana
Bienaventuranzas
José Roberto González Narváez

2. San Mateo 5. 1-12San Mateo 5. 1-12
Viendo la multitud, subió al monte; y
sentándose, vinieron a él sus discípulos.2
Y
abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3
Bienaventurados los…

3. IntroducciónIntroducción
¿Cuando quieres desear algo bueno a
alguien, qué le dices? Quizá, “¡Feliz Año
Nuevo!” “¡Qué te mejores!” o “¡Qué
tengas un buen día!” Pero, ¿es esto
realmente lo mejor que podemos desear a
un amigo o pariente? El Señor tiene mucho
más para ofrecer, y no sólo por un año,
por un período de tiempo o por un día,
sino para toda la vida del ser humano.

4. Las “Bienaventuranzas” son algo más que
una tarjeta de buenos deseos para la
humani­dad; contienen el fundamento de
todas las bendiciones y felicidad para
nuestra vida aquí en la tierra y para todo
el futuro, la vida eterna
IntroducciónIntroducción

5. ImportanciaImportancia
¡Las Bienaventuranzas
son ACTITUDES que
deberían ESTAR en tu vida!Las
Bienaventuranzas son
características de los hijos de Dios.
Las Bienaventuranzas son un diseño
para la felicidad.
Las Bienaventuranzas son una
fundación para construir un hogar
en el Cielo.

6. Bienaventurados v.3Bienaventurados v.3
Pobres de espirito
Bienaventurados son, dijo, los que
reconocen su pobreza espiritual, y
sienten su necesidad de redención.
Promesa
Reino de los cielos: completa salvación
Suma total de las bendiciones que
resultan cuando se reconoce a Dios
como Rey sobre el corazón y la vida

7. RECONOCER LA PROPIA
POBREZA ESPIRITUAL
Lucas 18:11; Isaías 65:5, primera parte. El fariseo,
puesto en pie, oraba consigo mismo de esta
manera: Dios, te doy gracias porque no soy como
los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano. “En tiempos de Cristo
los dirigentes religiosos del pueblo se consideraban
ricos en tesoros espirituales.
Lucas 5:8. Viendo esto Simón Pedro, cayó de
rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor,
porque soy hombre pecador. “En la multitud que
rodeaba a Jesús había algunos que sentían su
pobreza espiritual.

8. Bienaventurados v.4Bienaventurados v.4
Los que lloran
“Bienaventurados los que lloran, porque
ellos recibirán consolación” Mateo 5:4.
Promesa
Serán consolados
Recibe el cuidado de Dios

9. LLANTO Y LIMPIEZA
¿Por qué razón debe llorar cada cristiano?
 Por estas palabras, Cristo no enseña que el llorar tiene en
sí poder de quitar la culpabilidad del pecado. No sanciona
la humildad voluntaria o afectada. El lloro del cual Él habla,
no consiste en la melancolía y los lamentos. Mientras nos
apesadumbramos por causa del pecado, debemos
regocijarnos en el precioso privilegio de ser hijos de Dios.
 “A menudo nos apenamos porque nuestras malas
acciones nos producen consecuencias desagradables. Pero
esto no es arrepentimiento. El verdadero pesar por el
pecado es resultado de la obra del Espíritu Santo. El
Espíritu revela la ingratitud del corazón que ha
despreciado y agraviado al Salvador, y nos trae contritos
al pie de la cruz.

10. Bienaventurados v.5Bienaventurados v.5
Los mansos
“Bienaventurados los mansos, porque ellos
recibirán la tierra por heredad” Mateo 5:5.
Promesa
Heredarán la tierra: ahora: providencia
diaria
Reconquista del Paraíso: los mansos entran
en el reino y Cristo les regala la tierra, y no
la tierra que es conquistada por los fuertes
Heredar apunta hacia el futuro

11. Porque el alto Jehová atiende alPorque el alto Jehová atiende al
humildehumilde
Los que revelan el espíritu manso y humilde de Cristo,
son considerados tiernamente por Dios. El mundo
puede mirarlos con desprecio, pero son de gran valor
ante los ojos de Dios. No sólo los sabios, los grandes,
los benefactores, obtendrán entrada en los atrios
celestiales; no sólo el activo trabajador, lleno de celo y
actividad incesante. No; el pobre de espíritu que anhela
la presencia permanente de Cristo, el humilde de
corazón, cuya más alta ambición es hacer la voluntad de
Dios, éstos obtendrán abundante entrada. Se hallarán
entre aquellos que habrán lavado sus ropas y las habrán
blanqueado en la sangre del Cordero.

12. Bienaventurados v.6Bienaventurados v.6
Los que tienen hambre y sed de justicia
“Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de justicia, porque ellos serán
saciados” Mateo 5:6.
Promesa
Plenamente saciados: llenos los que
sienten un deseo intenso, una búsqueda
implacable
Por la imputación de Jesús, y por la obra
santificadora del Espirito Santo

13. “La justicia es santidad, semejanza a Dios;
y ‘Dios es amor’. Es conformidad a la ley
de Dios, porque ‘todos tus
mandamientos son justicia’ y ‘el amor
pues es cumplimiento de la ley’. La justicia
es amor, y el amor es la luz y la vida de
Dios. La justicia de Dios se incorpora en
Cristo. Al recibirle a Él, recibimos la
justicia” (El Discurso Maestro de
Jesucristo, pág. 20).

14. Bienaventurados v. 7Bienaventurados v. 7
Los misericordiosos
“Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán
misericordia” Mateo 5:7.
Promesa
Recibirán misericordia: lo que sembraron
El ciclo: Dios nos concede/nosotros
compartimos/nosotros recibimos más
misericordia

15.  “El corazón del hombre es por
naturaleza frío, sombrío y sin
amor. Siempre que alguien manifieste un
espíritu de misericordia o de perdón, no
se debe a un impulso propio, sino al
influjo del Espíritu divino que lo
conmueve. ‘Nosotros le amamos a Él,
porque Él nos amó primero’ (1 Juan
4:19)” (El Discurso Maestro de Jesucristo,
pág. 23).


16. Bienaventurados v.8Bienaventurados v.8
Los puros de corazón
“Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios” Mateo 5:8.
Promesa
Verán a Dios: para conocer a Dios, uno
tiene que ser como él
Percepción espiritual de su ser y de sus
atributos y el deleitarse en ellos
Empieza aquí, pero se completa en la
gloria

17.  “Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu recto dentro
de mi’ (Salmo 51:10). Esta pureza de
corazón y gracia del espíritu son más
preciosas que el oro, tanto para este
tiempo como para la eternidad. Solo los
puros de corazón verán a Dios” (La
Conducción del Niño, pág. 392).

18. Bienaventurados v.9Bienaventurados v.9
Los pacificadores
Bienaventurados los que buscan la paz,
porque ellos serán llamados hijos de
Dios.
Promesa
Serán llamados hijos de Dios: en la
promoción de la paz han entrado en la
esfera misma de la actividad de su Padre

19. Primero viene la pureza de corazón, luego viene
la paz espiritual.
Si usted practica y cree cualquier cosa
"Religiosa" que Dios considera pagana e
irreligiosa, usted está espiritualmente en Guerra
con Dios.
Usted estará en paz con
Dios solamente cuando usted primeramente
reciba paz personal, espiritual por su perdón
hacia otros, y luego por su conocimiento de
que Cristo Jesús ha perdonado sus propios
pecados.
Cristo Jesús no hace tregua con el pecado,
usted debe rendirse a Su Señorío para

20. Bienaventurados v.10-12Bienaventurados v.10-12
Los perseguidos
Bienaventurados los perseguidos por
causa de la justicia, porque de ellos es el
Reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os
injurien, os persigan y digan con mentira
toda clase de mal contra vosotros por mi
causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra
recompensa será grande en los cielos.

21.  Los cristianos que son verdaderamente auténticos y
poseedores genuinos de la salvación no son aceptados
por el mundo pecaminoso.
 Usted puede conformarse a el mundo y nunca ser
perseguido. Los Cristianos "SECRETO" son ineficaces,
pero están seguros desde el mundo de persecución de
los cristianos. Cristo Jesús llama esto un estrategia de
evitar persecución, un fracaso de afrontar o soportar
arduo dificultad.
 Los cristianos deben ser la "luz" del mundo, y
luz revela verdad espiritual, luz expone
mentiras, luz ilumina la oscuridad dónde pecado
atiene. Siendo "sal" y "luz" atrae la atención, y
una vez que un cristiano efectivo es notado ellos
son abierto a persecución.

22. BibliografiasBibliografias
https://asdimor14.wordpress.com/estudios-b
http://antipas.net/faq10spa.htm
El Discurso Maestro de Jesucristo, pág.
23
La Conducción del Niño, pág. 392