3. En el Instituto de Investigaciones en Materiales de
la UNAM, el doctor Ignacio Alejandro Figueroa Vargas
ha realizado destacadas contribuciones a la ciencia de
los materiales, en particular en el área de la metalurgia
no ferrosa con metales como el titanio, el aluminio, el
magnesio y aleaciones de estos.
4. Los trabajos impulsados por el Laboratorio de Materiales
Metálicos Avanzados, del cual forma parte, están enfocados
en tres áreas fundamentales: captura de dióxido de carbono
(CO2), implantes biomédicos y los sectores automotriz y
aeroespacial. dichos proyectos han sido financiados por
CONACyT, la Secretaría de Energía y el Programa de Apoyo
a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la
UNAM.
5. Captura de CO2
Más de la mitad de la energía que se genera en el país es por
combustión
El grupo de investigación del doctor Figueroa Vargas propuso crear
un material capaz de capturar CO2
6. Espumas con base de magnesio
Especie de estructuras metálicas altamente porosas.
Pueden ser de entre 10, 15, 20 cm o hasta de un metro.
Existen de dos tipos: poro abierto y poro cerrado
Producidas por lo que se conoce en la ciencia de los metales como
metalurgia de polvos y de procesos en estado líquido.
7. Las dificultades para crear espumas de magnesio, es que este
material es muy reactivo y se evapora con facilidad.
Además de que los procesos que existen para controlar la
infiltración en su forma líquida y producir las espumas son
sumamente complejos.
Para superar estas limitantes, los investigadores desarrollaron
una tecnología para generar espumas de poro abierto con una
porosidad de hasta 75% y un tamaño de poro que oscila entre
0.5 y 3 milímetros
8. Figueroa Vargas explicó que la manera en que estas
espumas capturan el bióxido de carbono consiste en que el
magnesio pasa por un proceso de oxidación para formar
óxido de magnesio, el cual al reaccionar con el CO2 forma
un carbonato que al ser muy frágil puede caerse con una
pequeña vibración.
Este proceso se repite hasta que se consume por completo
la espuma metálica que –de acuerdo con el investigador–
debe tener una alta área superficial para que tenga mayor
capacidad de captura.
9. “Estamos trabajando en conseguir altas áreas superficiales
por esta metodología. No es sencillo, la viscosidad del metal
en estado líquido tiene que se lo suficientemente baja para
que ocupe los espacio vacíos que genera el material de
sacrificio, de tal forma que se propicie la conectividad entre
poro y poro. Con esto, cualquier flujo gaseoso podrá pasar a
través de ellos. Es complejo a veces producir ese tipo de
materiales por su misma naturaleza metálica, pero lo
estamos logrando”.
10. Otras aplicaciones
Producen también espumas de titanio que podrían ser
utilizadas como implantes biomédicos. Para este tipo de
aplicaciones se requiere de espumas con superficies
rugosas, ya que las células pueden proliferarse y llenar
todas las cavidades de la espuma.
El titanio es ideal para esta clase de espumas, por su alta
biocompatibilidad. En la actualidad, estos científicos solo
están analizando la geometría del poro de la espuma, ya
que si se quisiera implantar en hueso, tendrían que saber
cómo afecta ésta en el crecimiento óseo.
11. “Con esta tecnología podríamos cubrir sectores de la
industria automotriz, aeroespacial, hasta la biomédica o la
odontológica, ya que se pueden diseñar implantes dentales
y ortopédicos”.
Por otra parte, con aleaciones de metales como el aluminio
y el magnesio tratan de aligerar estructuras para la parte
automotriz, de la construcción o la arquitectura. El
investigador comentó que en fachadas donde normalmente
se utilizan metales, se puede colocar una espuma de este
tipo y aligerar el peso. Una ventaja de este tipo de espumas
es que retardan el fuego porque disipan fácilmente el calor