El documento habla sobre la maldición que trae el suicidio. Señala que el suicidio no solo causa la pérdida del alma de la persona, sino que también trae una terrible maldición sobre su familia y causa trauma y dolor por generaciones. Explica que cuando alguien se suicida, el demonio que ingresó se siente con derecho sobre los demás miembros de la familia. Sin embargo, recibir a Cristo como salvador rompe cualquier maldición, ya que una persona se vuelve una nueva criatura en Cristo.
1. Articulo: La Maldición que Trae el Suicidio
Nunca podemos pensar en quitarnos la vida, indiferentemente de cuan mal este la
situación. Por muchas razones, pero la principal de ellas es que estaríamos
despreciando al único ser que nunca nos ha dejado de amar, a nuestro Jesús. La
persona que opta por el suicidio no solo pierde su alma, sino que trae una terrible
maldición sobre su casa, además del trauma y dolor que causa a la familia por
generaciones.
Cuando una persona viene a Cristo, es cierto que se rompen todas las maldiciones
instantáneamente en nuestras vidas porque somos hechas una nueva criatura.
Ahora bien, también es cierto que aquellas personas en la familia que no son
cristianas, todavía están viviendo en la vieja naturaleza.
Es esta vieja naturaleza, la del hombre espiritual muerto, la que sufre las
consecuencias de las maldiciones que se vienen arrastrando en la familia. Miremos
por ejemplo la familia Kennedy de Estados Unidos. Esta familia ha venido sufriendo
una y otra vez de trágicas muertes, esto no es normal, es una maldición que se tiene
que romper porque algún antepasado le dio permiso a Satanás de entrar en esa
casa.
La Biblia dice que el espíritu inmundo una vez que sale vuelve con frecuencia para
ver si su casa esta vacía, o sea que se siente con autoridad de volver por cuanto
2. una vez antes la persona le abrió la puerta. Y dice que cuando la haya vacía,
recogida y adornada, pero vacía, va y llama a otros 7 demonios y vienen todos y
habitan en la casa y el estado postrero de la persona llega a ser peor que el primero.
Los males van en aumento.
Esto sucede cuando una persona se suicida. El trauma, el impacto en la familia que
no sean verdaderamente cristianos es espantoso y trae consecuencias terribles, ya
que el mismo demonio que la persona suicida dejo entrar ahora se siente con
derecho sobre los hijos y los demás familiares.
Si ha habido algún suicidio en nuestra familia, lo único que tenemos que hacer para
romper esa maldición es recibir a Cristo como nuestro Único Salvador. Pedirle
perdón por nuestros pecados y pedirle que nos limpie de toda maldad. Reconocer
que él es el Hijo de Dios, Dios mismo hecho hombre, y pedirle que venga a nuestro
corazón.
Si has llegado a pensar en el suicidio, pídele perdón a Dios, y renuncia verbalmente
a ese pensamiento, y di: Yo cierro la puerta que abrí a Satanás pensando esta
maldición sobre mi vida y sobre mi familia, y la cierro en el Poderoso Nombre de
Cristo Jesús. Amen.
Pastor Pablo Caballero