Todo lo que tenemos: casa, coche, dinero, ropa, motocicletas, bicicletas, comida, relojes, adornos, salud, éxito, una buena figura y miles de cosas más, definitivamente no nos pertenecen.
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Presentacion III ACTIVIDADES DE CONTROL. IV UNIDAD..pdf
Tu dinero, tus bienes, tu esfuerzo…. ¿Seguro que todo es tuyo?
1. Tu dinero, tus bienes, tu esfuerzo…. ¿Seguro que todo es tuyo?
A diario escuchamos a las personas que nos rodean, incluso nosotros mismos lo hemos dicho
alguna vez: “no puedo dar mucha ‘caridad’ a la gente porque trabajo me costó llegar a tener lo
que tengo, y eso sería promover la holgazanería.” O hemos dicho algo como: “la casa que tengo
me costó mucho sacrificio, lágrimas y mucho esfuerzo.”
Pero basta analizar las cosas con mucho detalle para llegar a la conclusión de que absolutamente
todo lo que tenemos: casa, coche, dinero, ropa, motocicletas, bicicletas, comida, relojes, adornos,
salud, éxito, una buena figura y miles de cosas más, definitivamente no nos pertenecen.
Analiza lo siguiente:
Tienes $1,00 dólar, te compras un chocolate… ese dólar, ¿sigue siendo tuyo?
Tienes una casa, un coche, objetos de lujo, ropa de marca; sucede una catástrofe y lo pierdes
todo… todos esos bienes, ¿siguen siendo tuyos?
Nunca en tu vida te has enfermado de nada grave y de pronto tienes un accidente de tránsito
en el cual, como consecuencia, quedas postrado… la salud, ¿sigue siendo tuya?
Eres un alto ejecutivo de una exitosa compañía, tienes varios negocios, y has llegado a casarte
con una persona de tu mismo nivel, tienes varios miles o millones en tu cuenta, viajas por el
mundo, tienes varios títulos profesionales que te perfilan como uno de los mejores en tu
rama, de pronto la economía global cae de un día para el otro, se agudiza la crisis y terminan
despidiéndote de la compañía, tus negocios quiebran y te quedas con deudas, esa persona
‘especial’ de deja porque ya no te ve como una persona capaz, ese ‘éxito’ logrado con ‘tu
esfuerzo’, ¿sigue siendo tuyo?
Podría mencionar miles de cosas, pero en este punto lo que quiero mostrarte es lo pequeños y
limitados que somos como humanos. Has escuchado a la gente decir: “lucha por tus sueños,
porque puedes lograr cosas inimaginables”, o algo como: “yo decreto, yo digo, yo atraigo,
prosperidad para mi vida”, o también “Dios es tan grande que puede darnos grandes cosas”.
No tiene nada de malo anhelar tener cosas, pero el punto es que cuando vemos lo alto que hemos
llegado, lo mucho que logramos obtener, y las cosas tan atractivas que conlleva tener dinero y
posición, es donde el ser humano pierde total visión de “la mano de Dios” y de centra más en “mi
esfuerzo, mi motivación, mi capacidad, mi constancia, mi profesionalismo, mi carácter, etc.”
¿O es que con tu esfuerzo (o el esfuerzo de millones de personas unidas) puedes detener la fuerza
de un tsunami, huracán o terremoto?; ¿o con toda la responsabilidad y el espíritu guerrero que te
caracteriza, puedes detener a un grupo terrorista, o a un coche que después de rodar a alta
velocidad choca contra el tuyo? ¿o con el dinero que tienes puedes pagarle a un médico para
salvarle la vida a un ser querido que sabes no vivirá?
El asunto es sencillo,… el Dios que te creó a ti, el que creó las montañas, el que formó todo el
universo, el que hace funcionar nuestro cuerpo humano a la perfección (incluso cuando
dormimos), el que mueve nuestro planeta a la velocidad y fuerza correctas y exactas para que
podamos habitarlo; y mucho más… Él es el dueño de todo lo que te pertenece, TODO!