1. 3
Editorial
Hipotermia Terapeútica:
La Resistencia al Cambio
Acosta P1
, Varon J2
1
Dorrington Medical Associates, P.A., 2
The University of Texas Health Science Center, St. Luke’s Episcopal Hospital.
Correspondencia, observaciones y sugerencias al Dr. Joseph Varon, FACP, FCCP, FCCM2219 Dorrington Houston, Texas
USA 77030Tel +1-713-669-1670Fax +1-713-669-1671 Joseph.Varon@uth.tmc.edu.
Este artículo puede ser consultado en Imbiomed, Latindex, Periódica y www.hgculiacan.com
Sociedad Médica del Hospital General de Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum”
A S Sin Vol.3 No.1 p.3-4, 2009
3
El uso de hipotermia terapéutica en el paciente neuro-
crítico ha despertado mucho interés en la última década.
Estudios clínicos han demostrado los efectos favorables
de esta terapia en el desenlace neurológico. 1,2
Hoy en
día, en los Estados Unidos, la terapia de hipotermia for-
ma parte de las guías de soporte del cuidado del paciente
comatoso que sufre un paro cardiaco y regreso de la cir-
culación espontánea. 3
La terapia de hipotermia inducida
ha demostrado ser eficaz en mejorar el desenlace neuroló-
gico en pacientes que sufren paro cardiaco con regreso de
la circulación espontánea.
El uso de hipotermia terapéutica también ha sido demos-
trado ser eficaz en otras patologías tales como: encefalopatía
hipóxica del neonato, evento vascular cerebral, lesiones en la
espina dorsal y traumatismo craneoencefálico.4
A pesar de
que hay evidencia de los efectos favorables de la terapia de
hipotermia, no es utilizada ampliamente. En un estudio que
conducimos en Indonesia y México, se les preguntó a traba-
jadores de la salud si alguna vez habían utilizado esta terapia
y qué tan frecuente era utilizada, y su respuesta fue que había
sido utilizada sólo por 15% de los encuestados.5
¿Cuáles son las barreras con las que se encuentra el mé-
dico para poder implementar esta terapia de una manera
pronta y eficaz? La respuesta a esta pregunta es compleja y
con varias posibles respuestas. En algunos casos, el médico
puede temer a las complicaciones y efectos secundarios de
esta relativamente “nueva” terapia. La falta de equipo ade-
cuado o entrenamiento suficiente para la implementación
de esta terapia puede ser otra de las causas. Pero tal vez el
reto más importante es hacer el esfuerzo para dar a cono-
cer esta terapia a los trabajadores de la salud.
Han sido desarrollados diversos métodos para la imple-
mentación de hipotermia, éstos incluyen, colchas de enfria-
miento, parches de hidrogel y catéteres de enfriamiento.4
En instituciones en las cuales no se cuenta con los recursos
para adquirir estos costosos aparatos, se han utilizado otras
opciones como métodos de enfriamiento (hielo, solución
salina refrigerada).
En esta edición de la revista Archivos de Salud de Sinaloa
González y colaboradores presentan una interesante revi-
sión de la literatura del uso de la hipotermia terapéutica en
víctimas de traumatismo craneoencefálico (TCE).6
Aunque
controversial, en las últimas dos décadas esta modalidad te-
rapéutica ha sido útil en el TCE. 7
En controversia, otros
estudios muestran falta de mejoría en pacientes con TCE.8
A pesar de que los datos son conflictivos, la mayoría de
la evidencia apunta a que esta terapia ofrece beneficio y
esperanza de alivio en estos pacientes, en los cuales el pro-
nóstico inicial no es favorable. Se necesitan más estudios
clínicos randomizados para avalar el uso de esta terapia en
este subgrupo de pacientes.
El problema para el médico mexicano que es confron-
tado con un paciente grave con trauma craneal, es el mie-
do a adoptar este tipo de tratamiento en situaciones en las
cuales se ha considerado controversial (como en el caso del
TCE).9
En nuestra experiencia, los pacientes que sufren de
TCE y reciben como parte de su manejo hipotermia tera-
péutica, tienen un mejor desenlace neurológico.10
Incluso,
consideramos que gracias a las propiedades de reducción
de presión intracraneal, esta terapia debe de ser adoptada
en todo paciente con TCE mayor. Artículos como el del
Dr. González y colaboradores en esta revista, esperemos
lleven a un mejor entendimiento de esta modalidad tera-
péutica en pacientes con TCE.
2. 4
A S Sin Vol.3 No.1 p.3-4, 2009Artículo disponible en www.imbiomed.com.
Acosta
Hipotermia Terapeútica: La Resistencia al Cambio
4
Bibliografía
Hypothermia after Cardiac Arrest Study Group: Mild therapeutic hypothermia to improve the neurologic outcome after cardiac1.
arrest. N Engl J Med 2002;346:549-556.
Bernard SA, Gray TW, Buist M, et al: Treatment of comatose survivors of out-of-the hospital cardiac arrest with induced hypother-2.
mia. N Engl J Med 2002; 346; 557-63.
Nolan JP, Morley PT, Hoek TL, et al:Therapeutic hypothermia after cardiac arrest: an advisory statement by the Advancement Life3.
Support Task Force of the International Liaison Committee on Resuscitation. Resuscitation 2003;57:231-235.
Varon J, Acosta P: Therapeutic hypothermia: Past, present and future. Chest 2008;133:1267-1274.4.
Varon J, Acosta P: Therapeutic hypothermia use among health care providers in two developing countries. Am J Emerg Med5.
2008;26(2):244.
González-Ibarra FP, Martínez-Félix JI, García-Tizoc E: Hipotermia terapéutica en traumatismo craneoencefálico: Revisión en la6.
literatura. A S Sin 2009;3(1):21-26.
Marion DW, Leonov Y, Ginsber M, et al: Resuscitative hypothermia. Crit Care Med 1996;24: S81-S89.7.
Harris OA, Colford JM, Good MC, et al. The role of hypothermia in the management of severe brain injury: a meta-analysis. Arch8.
Neurol 2002;59:1077-1083.
Varon J, Acosta P, Huerta-Alardin AL, Fromm RE: Use and understanding of therapeutic hypothermia among healthcare providers9.
in two developing countries. Resuscitation 2006;69:93-94.
Salazar Reyes H, Varon J: Hypoxic tissue damage and the protective effects of therapeutic hypothermia. Crit Care & Shock10.
2005;8:28-31.