Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
Leccion Para El 13.10.07
1. Lección 2
Para el 13 de octubre de 2007
El crisol del Pastor
Sábado 6 de octubre
PARA MEMORIZAR:
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido,
como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois
participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 Ped. 4:12, 13).
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremías 9:7-16; Romanos 1:21-
32; 2 Corintios 12:7-12; 1 Pedro 4:12-19; 5:8-11.
EN LOS LABORATORIOS DE QUÍMICA, muchas veces se ponen diversos
materiales en pequeños recipientes y se los calienta a altas temperaturas. A
medida que el recipiente se pone más caliente, los materiales o se derriten,
chisporrotean, saltan, o se queman con grandes destellos, dependiendo de qué
material están compuestos. El recipiente se llama crisol.
El diccionario define un crisol como 1) un recipiente hecho de material refractario,
que se emplea para fundir alguna materia a temperatura muy elevada; 2) una
prueba severa; 3) un lugar o una situación en los que fuerzas concentradas actúan
para producir cambios o desarrollo.
Estas definiciones también nos dan una percepción de lo que ocurre en nuestra
vida espiritual. Esta semana destacaremos algunas razones por las que podemos
encontrarnos repentinamente bajo presión y experimentar pruebas en las que las
circunstancias nos hacen cambiar, desarrollar y crecer en carácter. Esto nos
ayudará a darnos una idea de lo que Dios está haciendo en nuestra vida, para
que, cuando entremos en el crisol, tengamos una idea de cómo reaccionar.
2. UN VISTAZO A LA SEMANA: ¿Cuáles son las causas de los tiempos difíciles que
experimentamos a lo largo de nuestras vidas?
Domingo 7 de octubre
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se
escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras,
tengamos esperanza”.
SORPRESAS
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña os aconteciese” (1 Ped. 4:12).
Las sorpresas, y las sorpresas dolorosas, pueden sucedernos de muchas
maneras: un automóvil que varía de dirección en la ruta se te pone delante; una
notificación repentina de que estás perdiendo tu trabajo; un análisis médico que te
da unas malas noticias inesperadas; la traición de alguien a quien amabas y que
creías que te amaba. Tan malo como puede ser el dolor, siempre se hace peor por
el elemento de sorpresa.
Esta semana consideraremos unos pocos tipos específicos de situaciones
dolorosas, o crisoles, que no deberían tomarnos por sorpresa.
Para comenzar, volvamos al texto de Pedro que tenemos para hoy. La palabra
griega para “sorprendáis”, en 1 Pedro 4:12, significa ser “extraño” o “extranjero”.
Pedro está animando a sus lectores a no caer en la trampa de creer que las
pruebas de fuego son extrañas a la experiencia cristiana. Más bien, deben ser
consideradas normales: pueden y deben ser esperadas.
La palabra usada para “fuego de prueba” viene de otra palabra griega que significa
“una quemadura”. En otros lugares se la traduce como “horno”. Esta experiencia
de sufrir por nuestra fe podría ser considerada, por lo tanto, como un “proceso de
fundición”, el proceso que ocurre en un crisol.
Lee 1 Pedro 4:12 al 19. ¿Cuál es el mensaje de Pedro?
Muchos de nosotros nos sorprendemos acerca del sufrimiento porque a menudo
tenemos un concepto demasiado simplista de la vida cristiana. Sabemos que hay
3. dos lados: Dios, que es bueno; y Satanás, que es malo. Pero, a menudo ponemos
automáticamente todo lo que sentimos como bueno en la cuenta de Dios y todo lo
que sentimos como malo en la cuenta de Satanás. Pero la vida no es tan sencilla.
No podemos usar nuestros sentimientos para decidir qué hay en la cuenta de Dios
y qué hay en la cuenta en Satanás. A veces caminar con Dios puede ser un
desafío y algo muy difícil. Y seguir a Satanás puede parecer que trae grandes
recompensas. Job, que era justo pero estaba sufriendo, ilustra esto cuando le
preguntó a Dios: “¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aun crecen en
riquezas?” (Job 21:7).
Pedro se refería a las pruebas que son consecuencia de estar del lado de
Cristo. Pero también hay otras razones por las que vienen las pruebas. ¿De
qué modo 1 Pedro 4:12 al 19 puede ayudarte para explicarle a un amigo por
qué no debería sorprenderse por las pruebas difíciles que puede afrontar?
Hazlo con mucho tacto.
Lunes 8 de octubre
CRISOLES DE SATANÁS
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8).
Lee otra vez el texto de arriba. ¿Cuál es el mensaje que tiene para nosotros?
Pregúntate: “¿Cuán seriamente tomo estas palabras?” ¿Qué cosas haces en
tu vida que demuestran si las tomas en serio o no?
¿Has observado alguna vez un león hambriento? Es terrible, porque sabes que
puede cazar y comer casi cualquier cosa que quiera. Pedro dice que Satanás está
andando por allí de la misma manera. La gran tragedia es que, cuando miramos
alrededor de nosotros, podemos ver las consecuencias de su deseo de matar. La
muerte, el sufrimiento, y la perversión de la moral y de los valores están por todas
partes. No podemos escapar de ver la obra de Satanás.
Lee 1 Pedro 5:8 al 11. ¿De qué modo deben reaccionar los cristianos ante las
asechanzas de Satanás?
4. ¿Qué promete hacer Dios por aquellos que sufren? Vers. 10.
Pedro escribe estas palabras en el contexto de cómo responder a los ataques de
Satanás a la fe cristiana. Pero, como ya mencionamos, Satanás actúa de muchas
maneras diferentes. Y, aunque debemos ser conscientes de la realidad y del poder
de nuestro enemigo, nunca debemos desanimarnos, porque siempre debemos
recordar que Jesús ha derrotado a Satanás. Satanás es un enemigo vencido, y
mientras estemos conectados con Jesús, mientras nos aferremos a él por fe, no
podremos ser derrotados. Por causa de la Cruz, la victoria de Cristo es la victoria
nuestra.
Piensa en otras maneras en que Satanás produce dolor. ¿De qué modo la
lectura de 1 Pedro 5:8 al 11 nos ayuda a tratar con la angustia que
experimentamos por causa de que vivimos en un mundo pecaminoso, en el
que se le permite a Satanás hacer su obra maligna?
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres que detienen con injusticia la verdad” (Rom. 1:18).
Todo lo que hacemos tiene consecuencias. Si en una tarde de sol fuerte estás
parado al aire libre con un helado, este seguramente se derretirá. La causa y el
efecto siempre van juntos. Y, no importa cuán desesperadamente queramos que
las cosas fueran diferentes, lo mismo ocurre con el pecado. Siempre produce
consecuencias. No es que Dios está en el cielo pensando qué cosas terribles
podría hacer a las personas que pecan; no, el pecado viene con las
consecuencias integradas en él.
El problema es que muchas veces pensamos que podemos, de alguna manera,
ser más sabios que Dios, y que el pecado no tendrá consecuencias. Nunca ocurre
eso. Pablo aclara muy bien que no solo el pecado tiene consecuencias para la
eternidad, sino también estas consecuencias son dolorosas y angustiosas hoy
mismo.
En Romanos 1:21 al 32, Pablo describe el proceso por el que las personas
caen en pecado y las consecuencias de esos pecados. Lee con oración y
cuidado estos versículos, y resume la esencia de lo que están diciendo,
concentrándote específicamente en las etapas del pecado y de sus
5. consecuencias.
En un par de versículos antes, Pablo está describiendo estas consecuencias como
la “ira de Dios” (vers. 18). La ira de Dios, en este pasaje, es sencillamente que
Dios permite que los seres humanos cosechen lo que sembraron. Aun para los
cristianos, Dios no siempre interviene inmediatamente para quitar el dolor que
resulta de nuestras propias acciones. Muchas veces él permite que
experimentemos las consecuencias de nuestros actos para que podamos
comprender cuán profundamente dañino y ofensivo es nuestro pecado.
Hemos estado considerando las consecuencias de quebrantar las leyes morales
de Dios. Pero, ¿qué diremos de quebrantar las leyes de la salud? Nuestros
cuerpos son la casa de Dios. Si abusamos de nuestro cuerpo dejando de comer
saludablemente o no haciendo ejercicio, o si en forma regular trabajamos
demasiado, también esto es pecado contra Dios. Y esto tiene consecuencias que
pueden crear las condiciones de un crisol.
¿De qué modo, en tu propia vida, has cosechado las consecuencias
inmediatas de tus propios pecados? ¿Qué lecciones aprendiste? ¿Qué
cambios debes hacer para no pasar por algo similar otra vez?
Miércoles10 de octubre
CRISOLES DE PURIFICACIÓN
“Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los refinaré y
los probaré; porque ¿qué más he de hacer por la hija de mi pueblo?” (Jer.
9:7).
“Si el Espíritu de Dios trae a nuestra mente una palabra de Dios que te hiere,
puedes estar seguro de que hay algo que él quiere herir hasta que muera”.–
Oswald Chambers, My Utmost for His Highest, p. 271.
¿De qué modo comprendes el texto y la cita que están arriba? ¿Cuál ha sido
tu experiencia con los dolores involucrados en el proceso de purificación?
6. Lee Jeremías 9:7 al 16. Dios dice que él “refinará y probará” a Judá y Jerusalén
(vers. 7). ¿Qué dos razones da Dios para esto? ¿De qué modo se producirá la
refinación? (vers. 15, 16).
La refinación y la prueba de parte de Dios pueden involucrar acciones drásticas.
Tal vez haya tres razones por las que esta refinación y esta prueba pueden
sentirse como si fueran un crisol. Primera, experimentamos dolor cuando Dios usa
circunstancias para llamarnos la atención a nuestro pecado. Un poco antes,
Jeremías escribe con tristeza: “Se quemó el fuelle, por el fuego se ha consumido
el plomo; en vano fundió el fundidor, pues la escoria no se ha arrancado” (Jer.
6:29). De este modo, algunas veces se necesitan acciones drásticas para
conseguir nuestra atención. Segunda, experimentamos angustia al sentir tristeza
por el pecado que ahora vemos con claridad. Tercera, experimentamos frustración
cuando tratamos de vivir en forma diferente. Puede ser bastante incómodo y difícil
elegir renunciar a cosas que han sido parte de uno por un tiempo.
Piensa en los pecados con los que luchas. Si Dios te refinara y probara hoy,
¿cómo lo haría? ¿Qué acciones podrías realizar ahora para cambiar esto
antes de que Dios quiera dar pasos drásticos contigo, como lo hizo con
Israel?
Jueves 11 de octubre
CRISOLES DE MADUREZ
“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me
fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para
que no me enaltezca sobremanera” (2 Cor. 12:7).
Hay una gran diferencia entre cortar y podar. Cortamos las plantas que ya no
queremos más; pero podamos las plantas que queremos que desarrollen más
frutos. Sin embargo, ambos procesos involucran un cuchillo filoso. De hecho,
podar requiere cortar partes de la planta que podrían parecer, a una persona
inexperta, como estar destruyéndola. En un contexto espiritual, Bruce Wilkinson
escribió: “¿Estás orando para recibir las superabundantes bendiciones y rogando
que él te haga más semejante a su Hijo? “Si tu respuesta es Sí, entonces estás
pidiendo las tijeras”.–Bruce Wilkinson, Secrets of the Vine, p. 60.
Mucha gente se pregunta lo que Pablo realmente quiso decir con “un aguijón en
mi carne” (2 Cor. 12:7). Las ideas varían: algunos piensan que Pablo tenía
ataques constantes de los enemigos, o tenía dificultades para hablar. Parece que
7. en realidad era un problema de la vista (“Comentarios de Elena G. de White”, 6
CBA 1.107). Sorprende que Pablo creía que ese “aguijón” le “fue dado”.
¿Qué crees que Pablo quiso decir con “me fue dado”? ¿Quién se lo dio? ¿De
qué modo pudo Dios usarlo para el beneficio de Pablo?
Nota que el “aguijón” de Pablo tenía un propósito definido: “para que no me
enaltezca sobremanera” (vers. 7). No era por causa de ningún pecado específico
que él hubiera cometido, sino para prevenir que él pecara en el futuro. Pablo
reconocía que, por naturaleza, tenía una debilidad hacia el pecado, y que este
“aguijón” podía protegerlo contra esa debilidad.
Lee 2 Corintios 12:7 al 12. ¿De qué modo Pablo trata con su “aguijón”?
¿Crees que la debilidad de Pablo tenía algún otro beneficio para él? ¿De qué
modo la forma en que Pablo respondió te ayuda a tratar con los “aguijones”
que pudieras tener que sobrellevar?
¿De qué maneras las ideas de Dios para lograr tu desarrollo espiritual
pueden ser muy diferentes de tus propias ideas para ello? Piensa en áreas
de tu vida en las que necesitas tener más frutos de justicia. ¿Qué cualidades
espirituales te gustaría pedir a Dios que desarrollara en ti mediante su
“poda”?
Viernes 12 de octubre Resumen
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Comentarios de Elena G. de White”, en 4 CBA,
pp. 1.202, 1.203; Meditaciones matinales (1953), pp. 94, 95; E. G. de White, en
Signs of the Times, 18 de noviembre de 1903.
“El que lee en los corazones de los hombres conoce sus caracteres mejor que
ellos mismos. Él ve que algunos tienen facultades y aptitudes que, bien dirigidas,
pueden ser aprovechadas en el adelanto de la obra de Dios. Su providencia los
coloca en diferentes situaciones y variadas circunstancias para que descubran, en
su carácter, los defectos que permanecían ocultos a su conocimiento. Les da la
oportunidad para enmendar estos defectos y prepararse para servirlo. Muchas
veces permite que el fuego de la aflicción los alcance para purificarlos” (MC 373).
8. PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Realmente puede ser difícil dejar de cosechar las consecuencias de nuestro
pecado. “¿Podré alguna vez estar bien con Dios otra vez?”, preguntamos.
¿Qué promesas hace Dios que pueden animarnos a perseverar en esas
ocasiones, y a no renunciar? (ver lo que Pablo escribe más tarde en
Romanos 5:1 al 11). ¿Qué puedes decirle a alguien que te hace
precisamente esa pregunta?
2. ¿Qué quiere decir Elena de White acerca de “su providencia” [la de Dios]?
¿Cómo actúa esa providencia? ¿Cómo sabes cuando algo sucede por la
providencia de Dios? ¿Qué actos de la providencia de Dios te condujeron a
través de las pruebas en tu propia vida? Como clase, analicen qué
aprendieron en esas ocasiones. ¿Cómo podrías ayudar a alguien que se
pregunta si cierto evento en su vida es realmente parte de la “providencia”
de Dios?
3. Si conoces a alguien que está en el crisol ahora mismo, ¿le interesa, o
debiera interesarle, la razón por la que está en esa situación? Es decir,
¿cómo deberías reaccionar ante ello y el sufrimiento que le produce, sin
tomar en cuenta lo que lo produjo?
4. Un joven cristiano que vivía en Sudamérica pasó por una prueba amarga.
Después de que pasó, se fue a Europa, y más tarde le comentó a alguien:
“Dejé mi cadáver en Sudamérica”. ¿Qué significa eso? ¿Por qué todos, en
cierto sentido, dejamos nuestros cadáveres en alguna parte? ¿Qué lugar
tienen las pruebas en ese proceso?
5. Como clase, hagan planes para hacer una salida a un hospital u otro lugar
donde puedan ser de ayuda, consuelo y alegría a los que están, por
cualquier razón, pasando por el crisol de las pruebas.