2. Se denomina “energías renovables” a aquellas fuentes energéticas basadas en la
utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal -entre otras-. Se
caracterizan por no utilizar combustibles fósiles –como sucede con
las energías convencionales-, sino recursos capaces de renovarse ilimitadamente.
3. Las energías renovables son fuentes de energía limpias, inagotables y
crecientemente competitivas. Se diferencian de los combustibles fósiles
principalmente en su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento
en cualquier parte del planeta, pero sobre todo en que no producen gases de
efecto invernadero –causantes del cambio climático- ni emisiones
contaminantes. Además, sus costes evolucionan a la baja de forma sostenida,
mientras que la tendencia general de costes de los combustibles fósiles es la
opuesta, al margen de su volatilidad coyuntural.
4. Entre los diferentes tipos de energías renovables encontramos los siguientes:
energía hidráulica, energía eólica, energía solar, energía geotérmica, energía
mareomotriz, energía de la biomasa.
5. La energía geotérmica es una energía renovable que se obtiene mediante el
aprovechamiento del calor del interior de la Tierra que se transmite a través de
los cuerpos de roca caliente o conducción y convección, donde se suscitan
procesos de interacción de agua subterránea y rocas, dando origen a los
sistemas geotérmicos.
6. La energía mareomotriz es la energía que se obtiene aprovechando las
mareas: mediante el uso de un alternador se puede utilizar el sistema para la
generación de electricidad, transformando así la energía mareomotriz en
energía eléctrica, una forma energética, más segura y aprovechable. Es un
tipo de energía renovable, en tanto que la fuente de energía primaria no se
agota por su explotación, y es limpia ya que en la transformación energética
no se producen subproductos contaminantes gaseosos, líquidos o sólidos.
7. La energía hidráulica es aquella que aprovecha el movimiento del agua para
generar energía. Su obtención se debe al aprovechamiento de la energía
cinética y potencial de los saltos de agua o corrientes. El propio movimiento
del agua hace girar una turbina, que está conectada a un transformador,
produce la energía eléctrica.
8. La energía eólica, que transforma en electricidad la fuerza de un recurso
inagotable como el viento, es una apuesta sostenible y de valor para el futuro.
El aprovechamiento del viento requiere de la instalación de parques eólicos,
ya sea en tierra o en alta mar, con decenas de aerogeneradores.
9. La energía de biomasa es una energía obtenida a partir de la combustión de
materia orgánica. La fuente de la que la conseguimos es la biomasa,
originada por los diferentes procesos biológicos que se dan en el día a día
10. La energía solar es la producida por la luz –energía fotovoltaica- o el calor del
sol –termosolar- para la generación de electricidad o la producción de calor.
Inagotable y renovable, pues procede del sol, se obtiene por medio de paneles
y espejos.
11. Las células solares fotovoltaicas convierten la luz del sol directamente en
electricidad por el llamado efecto fotoeléctrico, por el cual determinados
materiales son capaces de absorber fotones (partículas lumínicas) y liberar
electrones, generando una corriente eléctrica. Por otro lado, los colectores
solares térmicos usan paneles o espejos para absorber y concentrar el calor
solar, transferirlo a un fluido y conducirlo por tuberías para su
aprovechamiento en edificios e instalaciones o también para la producción de
electricidad (solar termoeléctrica)
12. Como hemos dicho antes, la energía solar la usamos todos los seres vivos y
estos son los principales usos que se le da en la naturaleza a esta fuente de
energía:
Fotosíntesis: Gracias a la energía solar las plantas, algas y cianobacterias
pueden realizar la fotosíntesis.
Fuente de vitamina D: Siempre hemos escuchado aquello de “ponte un ratito al sol
para coger vitamina D”.
Regulación de la temperatura corporal: Para que el metabolismo de los animales sea
el adecuado se necesita una temperatura determinada
13.
14. La energía solar térmica aprovecha la energía del sol para producir calor, que
puede usarse como fuente de energía tanto a nivel domestico como a nivel
industrial, transformándola a energía mecánica y a partir de ella electricidad
15. La energía solar fotovoltaica transforma de manera directa la luz solar en
electricidad empleando una tecnología basada en el efecto fotovoltaico. Al
incidir la radiación del sol sobre una de las caras de una célula fotoeléctrica
(que conforman los paneles) se produce una diferencia de potencial eléctrico
entre ambas caras que hace que los electrones salten de un lugar a otro,
generando así corriente eléctrica.
16. La energía solar pasiva aún es una gran incógnita para la población. Te
contamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de energía y las
diferencias que existen con la energía activa. El consumo energético promedio
de los hogares se ha incrementado en un 28% tras el confinamiento sufrido
durante la pandemia del Covid-19. Pasamos más tiempo en casa y el
consumo de energía se ha disparado en muchos hogares donde el teletrabajo
se ha instaurado para quedarse
17. Reduce significativamente la huella de carbono. Es una energía limpia que no
genera gases de efecto invernadero ni contaminación durante su uso.
Puede calentar, algo que otras energías renovables no ofrecen.
No requiere de la extracción de materiales de ningún tipo para funcionar.
Reduce la dependencia del exterior para este tipo de suministros.
Conserva los recursos naturales al disminuir la necesidad de los
combustibles fósiles.
Permite ahorrar en el consumo energético y las facturas.
18. El coste inicial puede ser elevado, aunque hoy en día existen ayudas y
subvenciones para la instalación de paneles solares, y la inversión se
amortiza en unos años.
Requiere de instalaciones importantes para producir grandes cantidades de
energía que puedan cubrir las necesidades energéticas.
No es una energía constante. Fluctúa durante el día, mientras que por la
noche no está disponible. Esto se evita mediante el almacenamiento de
energía.
Las condiciones atmosféricas como el excesivo calor, la humedad, o periodos
con nubes y niebla, pueden afectar negativamente a su rendimiento.