1. Un análisis filosófico del discurso político
-en desarrollo-
Mtro. Juan Carlos Arias Vázquez
Universidad Veracruzana
Juancarlos1969@hotmail.com
Cel. 22 81 62 34 44
El uso cuidadoso y correcto del lenguaje es una ayuda poderosa para el
pensamiento correcto, poner en palabras con precisión lo que queremos decir
requiere que nosotros mismos lo aclaremos en nuestra mente.
William IanBeardmoreBeveridge
El lenguaje es el medio por el cual se hace posible la comunicación entre
nosotros. Es una facultad por la que podemos expresar todo lo que padecemos,
sentimos, imaginamos, creemos y lo que verificamos e incluso, hasta aquello que
escapa a la contrastación empírica. Estas características –propias del lenguaje- lo
enriquecen, sí, pero lo vuelve muy sutil. Con respecto a esta idea, Irving Copi-
amante de la lógica- dice:
El lenguaje es un instrumento tan sutil y complicado que, a
menudo, perdemos de vista la multiplicidad de sus usos. Pero
hay un peligro real en nuestra tendencia a simplificar
demasiado.
El lenguaje se escapa a toda forma por la que se quiera normar, someter o
encuadrar. Parece ser que a través del lenguaje se hace posible –de hecho- la
violencia a casi todo tipo de normatividad. Pero el lenguaje tiene una bondad
interesante: la del convencimiento individual y de la colectividad. El lenguaje tiene
esa fuerza psicológica que mueve conciencias y mueve masas. Tienen un poder
psicológico que hace posible que un ser racional se vuelva visceral, se vuelva
sentimentalista o emotivo. Cambia pareceres, al antojo del hábil.
El lenguaje es entonces la mejor arma que podemos tener para sobresalir o
sumergirse en las profundidades del anonimato, de la desesperanza o de la
ignorancia hasta lograr desaparecer ante las conciencias de-los-de-más. Así se
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2. maneja el lenguaje en todas en todas sus manifestaciones, modalidades o tipos.
Y lo hace –irrecusablemente- en el discurso hablado y ahora también ha
aparecido en el lenguaje iconográfico -en las imágenes, fotos y símbolos-. Y es en
éstas modalidades o tipos donde el hábil ha hecho y sigue haciendo uso del
lenguaje sin ton ni son.
Las consecuencias de esta situación están a la vista de todos nosotros:
i. Los movimientos que nacieron por generación espontánea, porque no justifican
su génesis, porque surgieron o nacieron, debido a una mente que supo
potencializar una situación o un hecho ¿tendráqué ver con esto el politólogo y
estratega electoral Luis Costa Bonino?, de quien se dice en el siguiente link:
http://redpolitica.mx/ruta-electoral/costa-bonino-el-hombre-detras-de-izquierdas-
en-al que:
“(…) busca dinero para López Obrador a quien sí le cree, y a
quien, dice, llevará a la victoria, pues en México las encuestas
son impuestas.
ii. Las imágenes descontextualizadas que circulan, imágenes amañadas que se
usan para desacreditar personas honorables y en otras para enfatizar sus logros y
éxitos. ¿Acaso esto no es ser irrespetuoso? Y pero si se trata de un trato dirigido
a la mujer.
El uso inadecuado del lenguaje nos ha demostrado que cambia actitudes y modos
de vida, cambia a la persona y a las familias, cambia al sujeto y a la sociedad. La
divide, la enfrenta y desune. Es una de las formas más efectivas del pensamiento
maquiavélico en la expresión del príncipe: divide y vencerás. Pero ésta frase se
ha hecho más poderosa, porque ahora se ha dividido a la persona, a la sociedad
y al país, pero también se le ha inmunizado su conciencia, tanto la individual
como la colectiva.
El ambiente político, en la modalidad de las campañas electorales ha sido el
escenario -por antonomasia- en el que se ha dejado ver la situación –que en
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3. renglones arriba señalé-. La desesperación de unos y la obsesión de otros los ha
conducido a echar mano de un lenguaje que no respeta los principios mínimos
que garantizan llegar a los acuerdos, que garantizan promover el espíritu analítico
y reflexivo de una manera concienzuda o cabal. Y en ese su actuar netamente
personalizada, donde sólo se busca la satisfacción propia del ego, se han
descalificado ideas, propuestas y filosofía que se sustentan en argumentos
sólidos razonablemente aceptables, no demostrando su invalidez o
inconsistencias de los mismos, sino a partir de las ofensas personales,
instituciones u ocasionales. Y como se sabe, descalifican a los cuatro vientos, lo
cual es totalmente incorrecto. Pero esto no lo ve la sociedad. Y no lo ve, porque
se encuentra en un estado de ceguera racional, provocado por la manipulación
constante que se hace del lenguaje. Han logrado hacer una desviación del asunto
realmente importante. Hacer esto, sólo demuestra al ser habilidoso que cambia –a
su antojo- la realidad. ¿Qué se espera –de ese que aquí opera de esa manera-
que haga con y en el país?
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