El presupuesto participativo es un instrumento democrático para que los ciudadanos decidan cómo asignar los recursos de su región o distrito. Sus objetivos son mejorar la eficiencia del gasto público, promover la equidad acercando la toma de decisiones a los ciudadanos, y fortalecer la gobernabilidad a través de compromisos entre el Estado y la sociedad. Se enfoca en áreas como educación, salud y desarrollo social.