El pensamiento creativo se caracteriza por la fluidez de pensamiento, la flexibilidad para abandonar formas de pensar adquiridas y adoptar nuevas, y la originalidad para proponer ideas fuera de lo común. Las barreras para la creatividad suelen ser el miedo a ser diferente, cometer errores o romper con la tradición, mientras que actitudes como confiar en las propias capacidades, mantener la curiosidad y ver las cosas desde diferentes perspectivas permiten pensar de manera más creativa.