La columna resume un documento sobre la estructura y características de la columna periodística. Explica que la columna se caracteriza por su periodicidad, título fijo y enfoque personal. Generalmente tiene una estructura de entrada, comentarios y conclusión. Luego presenta un ejemplo de columna que analiza la filtración de cables diplomáticos estadounidenses por WikiLeaks.
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La columna periodística: estructura y ejemplo
1.
2. LA COLUMNA
La columna tiene tres características que configuran su esencia: su
periodicidad, la titulación fija en nombre y en tipografía, y su carácter
eminentemente personal y emotivo, es el género periodístico que con
una frecuencia determinada, interpreta, analiza, valora y orienta al
público respecto a suceso noticiosos diversos.
3. ESTRUCTURA DE LA COLUMNA
ENTRADA
SERIACIÓN DE COMENTARIOS
CONCLUSIÓN
(Último comentario)
a) Modelo de la forma expositiva; b) modelo de la forma narrativa
ENTRADA
RELATO
CONCLUSIÓN
(Fin del relato)
4. ESTRUCTURA DE LA COLUMNA
ENTRADA
DESCRIPCIÓN SITUACIONAL O
DE ALGÚN PERSONAJE
CONCLUSIÓN
c) Modelo de la forma descriptiva; d) modelo de la forma argumentativa
ENTRADA
COMENTARIOS
(razonamientos)
CONCLUSIÓN
5. EJEMPLO
Uy, uy, uy, WikiLeaks
Nació en Mérida, Yucatán, México. Es Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM)
Más de Carlos Loret de Mola
La difusión de documentos reservados estadunidenses por cortesía de Wikileaks en octubre pasado aportó
datos relevantes como la verdadera cifra de muertes de civiles en la guerra en Irak y la estrategia de
minimización de Washington.
Se trataba hasta entonces de la mayor fuga de información confidencial que sufría ese gobierno en su
historia. Ahora, el mismo sitio de internet ha emprendido la publicación de más de 250 mil comunicaciones
del Departamento de Estado.
Cuatro diarios y una revista de prestigio internacional fueron elegidos por Wikileaks para ser los difusores de
todos esos cables: el británico The Guardian, el español El País, el francés Le Monde, el estadunidense The
New York Times, y la alemana Der Spiegel.
Hoy sabemos que en realidad esta vez The New York Times fue desdeñado por Wikileaks —se especula que
por sus coberturas críticas sobre la trayectoria y métodos del fundador del polémico sitio, Julian Assange—
y que consiguió los documentos gracias a un acuerdo de cooperación editorial con The Guardian.
También sabemos que The Wall Street Journal declinó la oferta de información porque incluía acuerdos
financieros que lo obligarían a pagar sumas de hasta cien mil dólares si violaba ciertas reglas no reveladas
que pretendía imponerle el sitio y que le resultaron inaceptables, las cuales serían exigibles en tribunales de
cualquier país que eligiera Wikileaks.
Los cinco medios han dedicado editoriales a justificar su decisión, con el argumento de que el contenido
es de interés público, y han dicho que fueron cuidadosos de no revelar datos o fuentes que pongan en
peligro a personas involucradas. El debate apenas inicia y es de trascendencia para el periodismo.
6. EJEMPLO
Hasta ahora, de la mínima parte de cables que han publicado, se muestra una forma de operar de la
diplomacia que es bochornosa para los protagonistas por los detalles, pero que no es novedosa. Una de las
funciones del cuerpo diplomático de cualquier país es dar a su gobierno todo tipo de información sobre los
países en los que está destacado. Algunos le llaman espionaje blando y no son informes que hayan pasado por
un análisis de agencias de inteligencia, son datos crudos.
Por eso, hasta ahora, lo que ha salido suena a chisme: que si el líder libio Muamar Kadafi usa bótox, que si está
en duda la salud mental de la argentina Cristina Kirchner, que si Hugo Chávez está loco, todas ellas
consideraciones hechas a los ojos del embajador estadunidense respectivo, nada formal.
Es muy probable que en las siguientes semanas, a medida que se desahoguen los documentos, surjan
informaciones relevantes y hasta explosivas que dejen fuera de toda duda la legitimidad del argumento del
interés público, hasta ahora debatible.
Hay en ese paquete, más de dos mil cables relacionados con México, de los cuales, poco más de 300 están
clasificados como confidenciales, y unos cuantos más como secretos. Lo que de ahí surja, seguramente hará
que el tema prenda en nuestro país. El debate es crucial para el futuro del periodismo y su ética y pasa por
temas trascendentes para los sistemas democráticos como el de la transparencia y el interés público.
Washington tiene abierta una investigación en la que el principal sospechoso es un analista militar de 22 años
que tuvo acceso a toda esa información y presuntamente la robó y la vendió a Wikileaks, pero aún no se
prueba ese supuesto.
Todos los que nos dedicamos al periodismo tendremos que debatir si estos grandes medios que tomaron el reto,
decidieron convertirse en instrumentos de intereses poco claros que parecen asomar detrás de Wikileaks, o si su
apuesta por la transparencia realmente es a favor del interés público.
La bomba ya estalló, pero las ondas expansivas apenas comienzan a generarse.
SACIAMORBOS
Este reportero le debe una al ex rector De la Fuente: en este periódico aclaró que no tiene residencia en el
Estado de México, por lo que no puede ser candidato al gobierno.