1. La amistad (del latín amicĭtas, por amicitĭa, de amicus, amigo1 ) es una
relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones
interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La
amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y
trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y
sentimientos comunes al igual que confianza mutua. Hay amistades que nacen a los
pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.
2. Puede haber relaciones amistosas donde interviene una persona y otro tipo
de personalidad o de una forma animal. Por ejemplo, algunas personas
catalogan como amistad a su relación con un perro, no en vano a este último
se le conoce como «el mejor amigo del hombre». También se puede dar la
amistad incluso entre dos o más animales de especies distintas.
3. La amistad era una divinidad alegórica entre los griegos y romanos. Las estatuas que le
erigieron los primeros iban con un ropaje abrochado, la cabeza desnuda y el pecho
descubierto hasta el corazón, en cuya dirección que estaba la mano derecha; abrazaba con la
izquierda un olmo seco, alrededor del cual crecía una vid cargada de uvas. Los romanos la
representaban con el emblema de una hermosa joven vestida sencillamente con un ropaje
blanco, la mitad del cuerpo descubierto, coronada de mirto, entretejido de flores de granado y
sobre la frente estas palabras: "invierno" y "verano". En la franja de su túnica se leían estas
otras: La Muerte y La Vida. Mostraba con la mano derecha su costado, abierto hasta el corazón
con esta inscripción: "De cerca y De lejos". Pintaban también a la amistad con los pies
desnudos, dando a entender con esto que no hay incomodidad por grande que sea que no
venza un verdadero amigo en beneficio de otro. Puede simbolizarse también la amistad
heroica por medio de Teseo y de Pirito dándose la mano y jurándose unión en la eternidad.
4. La estatua de la amistad, del P. Pablo Olivieri en Roma, es una mujer desnuda, con la mano sobre su
pecho abierto con una especie de incisión que manifiesta la sinceridad. No es cosa rara verla con
dos corazones encadenados en la mano y coronada la frente de flores de granado, cuyo color de
fuego, que no sufre alteración, es el símbolo del ardor y de la constancia que la distingue para la
vida en la sociedad animal.