1. Un capitulo de Historia popular de “Buzarco, Tomo III” de Mónica
Oporto*
Burzaco, zona de quintas, tierra de molinos
“En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así
como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves
allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien
pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas…”
Don Quijote de la Mancha. Capítulo VIII1
Cerremos por un momento nuestros ojos e imaginemos un paisaje agreste,
solitario, relativamente apartado de la vida urbana… con cardales cubriendo grandes
zonas, árboles diversos congregados en forma de montes por los cuatro puntos
cardinales. Algunos núcleos dispersos de pobladores, escasos, que se hacían notar en
medio de una desolada extensión.
En los primeros tiempos fueron chacras en las que mantenían huertas,
diversos árboles frutales y otros árboles y plantas florales, amparados en la buena y
generosa tierra. Compartimos con la llanura manchega de Cervantes, que nuestra
provincia está en enclavada en una extensa y perfecta llanura. Y nuestra ciudad
participa de esas características y posee la curiosa casualidad de albergar los molinos.
Infaltables figuras que se erigieron para extraer agua para sus habitantes.
Con el tiempo las tierras de la provincia fueron divididas y vendidas, el
territorio se fue poblando. Las chacras y las quintas fueron características y, en ellas,
los molinos nacieron casi como una parte del paisaje. La importancia de los molinos
continuó hasta hoy en que muchos siguen en pie, y algunos aun en perfecto estado y
funcionando.
Veamos: con el proyecto de monumento a la bandera de la Plaza Belgrano
"...Las obras incluyeron la remoción de la cañería subterránea que llevaba agua desde
el molino ubicado en la plaza y que aprovisionaba a la Escuela N° 3 y a la Iglesia. El
molino fue trasladado a un predio circundante. En los trabajos tomaron parte
Wilfredo Barosio, Carlos Ínclito y Sr. Vázquez. La comisión contó con el apoyo de
vecinos de San Vicente de donde era oriundo Saúl Pardo”2
. También decíamos en el
tomo 2, refiriéndonos al Club Independiente: “Se fueron agregando mejoras: el agua,
por ejemplo, que se obtenía del molino del vecino José Santos y que llegaba hasta la
cancha mediante una cañería. Estas y otras tantas realizaciones fueron obra de la
primera Comisión Directiva provisoria”. Era una casa que poseía un molino, sobre
calle Carlos Pellegrini 550, justo frente al club!.
En esta foto del año 1931,
tomada desde la esquina de R. Rojas y
25 de Mayo, se nota que, detrás de la
1
Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote de la Mancha.
2
Historia Popular de Burzaco tomo 2
2. Escuela N° 3, había un molino. (foto gentileza Vicky Ribón) que hoy ya no aparece
(ver la foto tomada en 2015 por mí).
En la actualidad se pueden ver aun molinos, sobrevivientes dignos de otros
tiempos. De pie, y si bien alguno funciona todavía, la mayoría ya no extrae agua
como lo hicieran en otros días mas gloriosos. Hoy descansan y nos cuentan una parte
del pasado. Muchos de ellos se conservan íntegros, otros han sido desmontados en
alguna de sus partes, y es dable observarlos -aun con dificultad- entre cables del
tendido de electricidad y de otros servicios, que utilizan el cableado que va de poste a
poste.
Enhiestos, dignos, parecen
agradecer a los propietarios de los
predios en los que están emplazados, que
aun los conserven con respeto.
Hemos trabajado –todos y todas-
en una especie de “censo” de los
molinos de Burzaco. En cuanto expresé
mi inquietud por este tema en este perfil
de Burzaco su Historia que abrí hace
unos años con la finalidad de
COMPARTIR lo que pueda acerca de nuestra ciudad… llovieron recuerdos y
datos…!!! Se sumaron muchas voces colaborando con información sobre lugares
donde hay y hubo molinos:
“Sebastián Antonio Yawien dijo que en su propiedad, en Corimayo, existe
uno que “hasta hace poquito” funcionaba. Ali Stekete indicó que en Etchegoyen
entre Alcorta y Alem hay otro; Teresa Fernández: uno en Brown y 2 de Abril, en la
Quinta los Angelitos; Gabriel Eduardo Negrete: en 25 de Mayo y Ceballos, en la
entrada a Ministro Rivadavia; Martín Henderson: “el molino más alto de Burzaco es
el de la quinta de Rocca y se lo puede ver desde la calle lateral. Yo tengo uno en mi
casa, lo compré a una gente que estaba arreglando la casa ubicada en 25 de Mayo
casi pegado a la asociación de jubilados” gracias a esa casualidad genial, el molino
quedó en Burzaco. Bety Loló Schulz cuenta que en la casa de sus abuelos paternos
existo un molino, es la “Quinta Las Mandarinas”; en Dardo Rocha entre Av. Hipólito
Yrigoyen y Jorge de Kay. Susana Dolores Parracía “en la calle Etchegoyen al 400
había, en la quinta de los Fortino, un molino”. Ana Flores señala que sobre calle 25
de Mayo hay más de uno (y lo hemos constatado, es así). Ana Colfer agrega que
habría uno en Etchegoyen entre Alcorta y Alem. Por su parte Carlos Ghersi habla de
dos molinos, uno en la quinta sita en calle Ameghino y Soler, que aun se ve entre la
frondosa arboleda, y otro “en la casa de la esquinta”. Javier Peronchelo avisa que hay
uno sobre calle Castagnino. El que se ubica sobre calle Mitre –entre Alem y Alcorta-
pertenece a la familia Rodríguez, según señala Leonel Pérez. Guillermo Díaz da la
ubicación de otro: Amenedo entre Wilson y Monteverde. Laly Montero señala que
tenían uno en Santa María esquina Derqui, la quinta de los Casal, y también en una
papelera “que está frente a la lomita… por acá había varios, los recuerdo porque en la
base del molino el piso era de madera y se llenaba de murciélagos que, cuando había
tormentas de viento, salían en bandadas y siempre alguno se estampillaba en el
portón de casa…”. Paola Perazzo Cano agrega que existe uno en la Quinta de los
3. Angelitos, en Brown y Londres y aporta fotos que realmente agradezco. Y en la
casaquinta La Porfía, en Alsina y Terrero, en la parte de atrás que da a calle La
Querencia, hay uno.
Lila Lila agrega que en el colegio San José existía un molino pero desconoce
si aun está allí.
Ramón Bogado nos informó que en la cancha de los Canarios –Monteverde y
2 de abril- hay un molino. Gustavo Rosignol aporta fotos de un molino existente en
Viera entre Cafferata y Perón, también mencionado por Francisco Pawlak.
Hay un molino que se puede observar desde Carlos Pellegrini y Humberto I.
Hay otro que pude ver en calle San Martín a escasos metros de calle Roca.
El molino existente en la que fuera la Quinta “Las Mandarinas” (familia
Schulz) en calle Dardo Rocha casi Av. Hipólito Yrigoyen, está “en perfecto estado y
funcionando”.
Hay uno en la propiedad de la familia Ortwein, Amenedo casi llegando al
puente de Monteverde. También en el predio del campo de deportes del Club Japonés
pudimos observar dos estructuras. Y en la calle Alsina, en una casa a pocos metros
de Av. Espora, se erige la estructura hasta el tanque de agua, de lo que fuera un
molino.
Seguramente hay mas.
Lo cierto es que, recorriendo otras localidades del partido (no todas), no los
he visto en la calidad en que los hay en Burzaco. Definitivamente es Burzaco donde
más han perdurado estos gigantes, testigos de un pasado de quijotes.
Las quintas
Con la llegada de los conquistadores españoles a estas tierras y el concepto de
apropiación de aquello que iban “descubriendo” (aunque ya estaba habitado y había
sido descubierto por los habitantes originarios), se produjo un reordenamiento de la
propiedad de la tierra.
Desde España el rey –Carlos I, Felipe II, durante los tiempos de la conquista-
otorgaban a sus representantes, los Adelantados, la propiedad de la tierra y la
posibilidad de que éstos, a su vez, entregaran tierras a españoles. Entre el rey y
aquellos que pasaban a América a “adelantar la frontera” (los Adelantados) se
firmaba un contrato llamado capitulación en el cual el monarca acordaba por escrito
las obligaciones del Adelantado y las concesiones y mercedes a que este se haría
acreedor en caso del fiel cumplimiento de su cometido; los objetivos de la
expedición, las ventajas económicas que reportarían tanto para el adelantado como
para la corona.
Las tierras otorgadas por la Corona española se irían subdividiendo, así
aparecieron suertes de estancias y suertes de chacras, quintas, estancias. Las suertes
de estancias eran tierras dedicadas exclusivamente a la ganadería que, con el paso del
tiempo, se convirtieron en estancias. La estancia llegó a ser una unidad productiva
por excelencia en el ámbito rural, que congregó, posteriormente, actividad ganadera
vacuna y ovina, agrícola, y otras actividades (cueros, producción de charque).
Las suertes de chacras nacieron destinadas a ser porciones de terreno
destinadas a la agricultura.
4. Las quintas aluden, en el sentido original, a la fracción en que se dividían los
territorios que administraba un Adelantado, y que éste otorgaba a un vecino –
español-. Quinta era “la quinta parte de”. Se transformaron en espacios de vivienda y
huerta. Más cercano a nuestros días, las quintas fueron parcelas suburbanas que
tuvieron algún tipo de producción (frutales por ejemplo), cercanos a un centro
urbano, que conjugaban además una construcción de dimensiones importantes,
enclavada en una propiedad extensa, caracterizada por ser residencia utilizada por la
familia en ocasiones especiales (vacaciones, fines de semana) que era dejada al
cuidado de una persona, o de una familia durante los períodos en que no era utilizada
por los propietarios.
Más escritos de la autora
* Capitulo del reciente tercer tomo publicado de “Historia popular de
Buzarco III” de Mónica Oporto. Miembro de la Asamblea de Redacción de
LQSomos, desde Buenos Aires, Argentina.
- Historia popular de Burzaco I
- Historia Popular de Burzaco II
- Historia Popular de Burzaco III