2. La oración es la manifestación de la relación con Dios:
es expresar de algún modo a Dios la admiración, la queja, el agradecimiento,
la confianza y todos los sentimientos.
Es estar atento a la voz silenciosa de Dios.
Es sumergirse en la presencia bendita y oculta de Dios.
Es “estar” sin más con Dios o en Dios...
Jesús convirtió toda su vida en oración.
La oración de Jesús consistía en vivir “ante Dios y con Dios” todo lo que vivía.
En eso debiera consistir nuestra oración.
José Arregi
Texto: Lucas 9, 28b-36 - Cuaresma 2 domingo –C- / Transfiguración de Jesús.
Comentarios y presentación: M. Asun Gutiérrez Cabriada.
Música: Grieg – La Mañana.
3. Ciclo C
II domingo de
Cuaresma
24 de febrero de 2013
Música: Lamentación 2’ (“Sinagoga hebrea”)
4. Señor, ayúdame a esparcir tu fragancia allí donde vaya.
Resplandece a través de mí y sé en mí,
para que todas las almas que me rocen
sientan tu presencia en mi alma.
Deja que alcen la mirada
y ya no me vean a mí, sino a ti, Señor.
Quédate conmigo y empezaré a brillar como Tú brillas,
con un brillo que iluminará a los demás.
Y esa luz, Señor, saldrá de ti, no será mía:
serás Tú, iluminando a los demás a través de mí.
(...) Deja que predique sin predicar, no a través de la palabra,
sino de mi ejemplo, de una fuerza arrebatadora,
la influencia de la compasión en lo que hago,
la patente plenitud que el amor de mi corazón te profesa.
J.H.Newman
5. Subamos a la cima con Jesús
Transformando nuestra manera de vivir
6.
7.
8. Gn 15,5-12, 17-18
5 Después lo llevó afuera y le dijo: –Levanta tus ojos al cielo y cuenta, si puedes,
las estrellas. Y añadió: –Así será tu descendencia.
6 Creyó Abrán al Señor, y el Señor lo anotó en su haber.
7 Después le dijo el Señor: –Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos
para darte esta tierra en posesión. 8 Abrán le preguntó: –Señor, Señor, ¿cómo
sabré que voy a poseerla?
9 El Señor le respondió: –Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres
años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.
10 Trajo él todos estos animales, los partió por la mitad y puso una mitad frente a
la otra; pero las aves no las partió. 11 Las aves rapaces empezaron a lanzarse
sobre los cadáveres, pero Abrán las espantaba. 12 Cuando el sol iba a ponerse,
cayó un sueño pesado sobre Abrán y un gran terror se apoderó de él.
17 Cuando se puso el sol, cayeron densas tinieblas, y entre los animales partidos
pasó un horno humeante y una antorcha de fuego. 18 Aquel día hizo el Señor una
alianza con Abrán en estos términos:
–A tu descendencia le daré esta tierra, desde el torrente de Egipto hasta el gran
río, el Eufrates.
Cuenta, si puedes, las estrellas
9.
10. Salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.
El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará temblar?.
11. El Señor es mi luz y mi salvación.
Escucha, Señor, mi clamor;
ten piedad de mí, atiéndeme.
Me dice el corazón: “Busca su rostro”.
12. El Señor es mi luz y mi salvación.
Sí, tu rostro, Señor, es lo que busco,
no me ocultes tu rostro, no rechaces a tu siervo;
Tú eres mi auxilio.
13. El Señor es mi luz y mi salvación.
Espero gozar los bienes del Señor
en la tierra de los vivos.
Espera en el Señor, sé fuerte;
ten ánimo, espera en el Señor.
14. Fl 3, 17-4,1 17 Imitad mi ejemplo, hermanos, y fijaos en
quienes me han tomado como norma de conducta. 18 Pues
como ya os advertí muchas veces, y ahora tengo que
recordároslo con lágrimas en los ojos, muchos de los que
están entre vosotros son enemigos de la cruz de Cristo. 19
Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; se
enorgullecen de lo que debería avergonzarlos y sólo piensan
en las cosas de la tierra. 20 Nosotros, en cambio, tenemos
nuestra ciudadanía en los cielos, de donde esperamos como
salvador a Jesucristo, el Señor. 21 Él transformará nuestro
mísero cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud
del poder que tiene para someter todas las cosas.
4 1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, vosotros
que sois mi gozo y mi corona, manteneos firmes en el
Señor, queridos.
Interior Basílica de la Transfiguración
15.
16. Aclamación Mateo 17, 5
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:
Este en mi Hijo,el amado: ecuchadle.
18. Lc 9, 28b-36 En aquel tiempo,
Jesús cogió a Pedro, a Juan y
a Santiago y subió a lo alto de
la montaña, para orar. Y,
mientras oraba, el aspecto de
su rostro cambió, sus vestidos
brillaban de blancos.
Tabor al atardecer
19. De repente, dos hombres
conversaban con él: eran
Moisés y Elías, que,
apareciendo con gloria,
hablaban de su muerte,
que iba a consumar en
Jerusalén.
20. Pedro y sus compañeros
se caían de sueño; y,
despertándose, vieron
su gloria y a los dos
hombres que estaban
con él.
21. Mientras éstos se alejaban,
dijo Pedro a Jesús:
"Maestro, qué bien se está
aquí. Haremos tres tiendas:
una para ti, otra para Moisés
y otra para Elías." No sabía
lo que decía.
22. Todavía estaba hablando,
cuando llegó una nube que
los cubrió. Se asustaron al
entrar en la nube. Una voz
desde la nube decía: "Éste
es mi Hijo, el escogido,
escuchadle."
23. Cuando sonó
la voz, se
encontraron
con Jesús solo.