2. LAS SUSTANCIAS MÁS ADICTIVAS EN EL MUNDO
Cuando hablamos de adicciones, aludimos al consumo de sustancias de las que no se
pueden prescindir porque nos resulta muy difícil hacerlo. Ya sea por razones de
dependencia psicológica o incluso física, estas sustancias suelen ser peligrosas y no
precisamente son el compuesto de la cafeína o Internet. Hablamos de las drogas más
adictivas y perjudiciales del mundo.
El daño por el consumo abusivo de algunas drogas puede desembocar en daños
irreversibles en nuestro cuerpo y en nuestra vida. No cabe duda de que existen diferencias
individuales en las experiencias en su consumo, pues no todas las personas que consumen
se convierten en adictas con la misma facilidad. El último estudio de INE ha estimado que
los españoles destinan la sorprendente cantidad de 6.000 millones de euros al consumo de
todo tipo de narcóticos.
Maider Rández, psicóloga experta en adicciones de El Prado Psicólogos asegura que la
diferencia principal entre una persona adicta y otra que no lo es radica en la pérdida total de
control en el comportamiento. “En un ambiente de consumo, la persona que puede dejar de
consumir porque tiene un compromiso, un problema de salud o simplemente tiene que
coger el coche no es adicta, mientras que la persona que incapaz de hacerlo, sí lo es”,
comenta la experta.
Ya un estudio publicado en 2007 en The Lancet determinaba que factores como el
ambiente, el contexto social y la persona misma, influyen en el grado final de la adicción de
una persona, en concreto, el daño en que la droga activa el sistema de dopamina en el
cerebro, los síntomas de abstinencia y la facilidad de enganche son la clave.
3. 1 LA HEROÍNA
Qué es la heroína?
La heroína es una droga opiácea (derivada del opio) elaborada a partir de la morfina, una
sustancia natural que se extrae de la vaina de semillas de varias plantas de amapola
(adormidera) que se cultivan en el sudeste y sudoeste de Asia, en México y en Colombia.
La heroína puede presentarse en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia
negra pegajosa que se conoce como "alquitrán negro". Otros nombres comunes de la
heroína son la hache, el diablo, caballo, reina y azúcar negra; en inglés se la llama big H,
horse, hell dust y smack.
¿Cómo se consume la heroína?
La heroína se puede inyectar, inhalar, aspirar o fumar. Algunas personas mezclan la
heroína con cocaína crack, una práctica que se conoce como "bola rápida" o speedballing.
¿Qué efectos produce la heroína?
La heroína ingresa con rapidez al cerebro y se adhiere a los receptores opioides de células
ubicadas en distintas zonas, especialmente en las que están asociadas con las sensaciones
de dolor y placer y las que controlan el ritmo cardíaco, el sueño y la respiración.
Los opioides recetados y la heroína
Los analgésicos opioides recetados, como OxyContin® y Vicodin®, tienen efectos similares
a la heroína. Las investigaciones sugieren que el uso inapropiado de estos medicamentos
puede abrir la puerta al consumo de heroína. Datos del 2011 mostraron que
aproximadamente entre el 4% y el 6% de quienes consumieron opioides recetados en forma
indebida pasaron a consumir heroína,1-3 y alrededor del 80% de las personas que
consumían heroína habían consumido antes opioides recetados en forma indebida.1-3
Datos más recientes sugieren que la heroína es con frecuencia el primer opioide que
consumen las personas. En un estudio de personas que comenzaban un tratamiento para el
trastorno por consumo de opioides, alrededor de un tercio reportó que la heroína fue el
primer opioide que usaron regularmente para drogarse.4
Efectos a corto plazo
Las personas que consumen heroína reportan sentir una euforia o "rush", una oleada de
sensaciones placenteras. Sin embargo, la droga tiene otros efectos comunes, entre ellos:
sequedad en la boca
enrojecimiento y acaloramiento de la piel
sensación de pesadez en brazos y piernas
náuseas y vómitos
comezón intensa
enturbiamiento de las facultades mentales
alternación repetida entre un estado de vigilia y adormecimiento (estado consciente y
semiconsciente)
Efectos a largo plazo
Las personas que consumen heroína durante mucho tiempo pueden experimentar:
insomnio
colapso de las venas en las que se inyecta la droga
daños en los tejidos de la nariz (en quienes la inhalan o aspiran)
infección del pericardio (membrana que recubre el corazón) o de las válvulas cardíacas
abscesos (tejido inflamado y con pus)
4. LA NICOTINA
es un compuesto orgánico, un alcaloide encontrado principalmente en la planta del tabaco
(Nicotiana tabacum), con alta concentración en sus hojas (constituye cerca del 5% del peso
de la planta y del 3% del peso del tabaco seco)[1] estando también presente en otras
plantas de la familia Solanácea aunque de forma marginal (en el rango de 2–7 µg/kg), como
en el caso del tomate, la berenjena, el pimiento y la patata.[2] En cantidades aún más
marginales, ha sido encontrada en otras plantas como la coliflor, la pimienta verde o el té
negro.[3] Se sintetiza en las zonas de mayor actividad de las raíces de las plantas del
tabaco y es transportada por la savia a las hojas verdes. El depósito se realiza en forma de
sales de ácidos orgánicos
P. de ebullición
245 °C (473 °F)
Farmacocinética
Biodisponibilidad
de 20 a 45% (oral)
Unión proteica
menos del 5%
Metabolismo
Hepático
Vida media
1 a 3 horas
Datos clínicos
Cat. embarazo
Evidencia de riesgo para el feto, aunque el beneficio potencial de su uso en embarazadas
puede ser aceptable a pesar del riesgo probable solo en algunas situaciones. Queda a
criterio del médico tratante. (EUA)
Estado legal
Legal
Es un potente veneno e incluso se ha usado históricamente como insecticida.[4] En bajas
concentraciones, la sustancia es un estimulante y es uno de los principales factores de
adicción al tabaco. Es polar y soluble en agua
5. Los barbitúricos o tranquilizantes
Los barbitúricos son una familia de fármacos derivados del ácido barbitúrico que actúan
como sedantes del sistema nervioso central y producen un amplio esquema de efectos,
desde sedación suave hasta anestesia total y euforia.
Molécula de ácido barbitúrico.
También son efectivos o ansiolíticos, como hipnóticos y como anticonvulsivos. Los
barbitúricos también tienen efectos analgésicos, sin embargo, estos efectos son algo
débiles, impidiendo que los barbitúricos sean utilizados en cirugía en ausencia de otros
analgésicos.
Tienen un alto potencial de adicción, tanto física como psicológica. Los barbitúricos han sido
reemplazados por las benzodiacepinas en la práctica médica de rutina, por ejemplo, en el
tratamiento de la ansiedad y el insomnio, principalmente porque las benzodiacepinas son
mucho menos peligrosas en sobredosis. Sin embargo, todavía se utilizan barbitúricos en la
anestesia general, para la epilepsia y el suicidio asistido.
En forma endovenosa el pentotal ha sido el más utilizado para la inducción de la anestesia
aunque en los últimos años está siendo desplazado por un anestésico intravenoso no
barbitúrico, el propofol, de vida media más corta. También son utilizados como
anticonvulsivantes (fenobarbital, por ejemplo).
Mecanismo de acción
Los barbitúricos son liposolubles y por lo tanto se disuelven con facilidad en la grasa del
organismo. Entonces están preparados para traspasar la barrera hematoencefálica y
alcanzar el cerebro. Una vez en el cerebro, los barbitúricos actúan impidiendo el flujo de
iones de sodio entre las neuronas, a la vez que favorecen el flujo de iones de cloruro. Se
unen a los receptores GABA en un sitio diferente a las benzodiazepinas y aumentan la
acción de este neurotransmisor. De esta manera, al aumentar la conductancia al cloruro y
reducir la sensibilidad de la membrana neuronal postsináptica a los neurotransmisores
excitatorios, concluyen en un obstáculo definitivo para los potenciales de acción.
En bajas dosis y en ausencia de GABA no afectan a la neurotransmisión.
Generan rápidamente dependencia tanto física como psíquica y sobredosis relativamente
pequeñas pueden resultar letales.
Los barbitúricos provocaron la muerte de la actriz estadounidense Marilyn Monroe tras
ingerir altas dosis del medicamento, lo que causó su muerte el 5 de agosto de 1962.
Otros ejemplos son las muertes de la cantante mexicana Lucha Reyes, el 25 de junio de
1944, de la cantante y actriz Judy Garland, el 22 de junio de 1969 y del guitarrista, cantante
y compositor estadounidense Jimi Hendrix, el 18 de septiembre de 1970.
6. LA COCAÍNA
La cocaína es un estimulante extremadamente adictivo que afecta directamente al cerebro.
La cocaína ha sido llamada la droga de los años ochenta y noventa por su gran popularidad
y uso extendido en esas décadas. Sin embargo, no es una droga nueva. En realidad, la
cocaína es una de las drogas que se conoce desde hace más tiempo. Las hojas de la coca,
de donde se obtiene la cocaína, se han ingerido por miles de años, mientras que la
sustancia química pura, el clorhidrato de cocaína, se ha consumido por más de 100 años. A
principios del siglo XX, por ejemplo, la cocaína purificada se convirtió en el principio activo
básico que se empleaba en la mayoría de los tónicos y elíxires creados para tratar una gran
variedad de enfermedades.
La cocaína pura era extraída originalmente de la hoja del arbusto de la coca del género
Erythroxylum, que crecía principalmente en Perú y Bolivia. En la década de los noventa, y
después de varios esfuerzos para reducir el cultivo en esos países, Colombia se convirtió en
el país con mayor cultivo de coca. Hoy en día, la cocaína es una droga clasificada bajo la
Lista II (“Schedule II”) de la Ley sobre Sustancias Controladas, lo que significa que se
considera que tiene un gran potencial para ser abusada, pero que puede ser administrada
por un doctor para usos médicos legítimos, por ejemplo, como anestesia local en ciertos
tipos de cirugías de los ojos, oídos y garganta.
La cocaína usualmente se vende en la calle en forma de un polvo blanco, fino y cristalino
que se conoce en español como “coca”, “nieve”, “dama blanca” o “talco”. Algunos de sus
nombres en inglés son “coke”, “C”, “snow”, “flake” y “blow”. Los traficantes generalmente
mezclan la cocaína con otras sustancias inertes, tales como la maicena, el talco o el azúcar;
o con ciertas drogas activas como la procaína (una anestesia local de composición química
parecida) u otros estimulantes, como las anfetaminas. Algunos consumidores combinan la
cocaína con la heroína en lo que suelen llamar un “speedball” (en español también se
conoce como “revuelto”, “rebujo”, “francés” o “café con leche”).
Hay dos formas químicas de la cocaína que suelen consumirse: la sal de clorhidrato (que es
soluble en agua) y los cristales de cocaína o base, conocida en inglés como “freebase” (que
no son solubles en agua). La sal de clorhidrato, o la forma en polvo de la cocaína, se
consume de forma inyectada o inhalada (“snorting”). Los cristales de cocaína o freebase
han sido procesados con amoniaco o bicarbonato sódico y agua y luego calentados para
eliminar el clorhidrato y producir una sustancia que se puede fumar. El término “crack”, el
nombre de la calle para los cristales o base de cocaína, se refiere al sonido crujiente que se
oye al fumar esta mezcla.
7. EL ALCOHOL
A pesar de lo difícil que resulta asumir que es una droga, por lo integrado que está en
nuestra cultura, lo cierto es que se trata de la droga más consumida en nuestro país y la
que más problemas de toda índole produce.
El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central, que pertenece al grupo de
sedantes junto con los barbitúricos y las benzodiacepinas.
El alcohol etílico o etanol es la droga que se encuentra en las bebidas alcohólicas, aunque
existen otros tipos de alcoholes como el metílico, que se utiliza principalmente en la
industria.
El alcohol etílico se obtiene de dos maneras:
1. Por fermentación de frutas, vegetales o granos. Ej.: vinos, cervezas.
2. Por destilación: medio artificial para aumentar la concentración del alcohol de una bebida.
Ej.: coñac, ginebra, whisky y vodka.
La ruta metabólica que sigue el alcohol cuando se consume no tiene nada que ver con el
proceso digestivo normal. Éste pasa por el estómago al duodeno, donde se absorbe;
posteriormente al torrente sanguíneo, lo que produce irritación y estimula la secreción de
jugos gástricos así como procesos inflamatorios de esófago y estómago, gastritis y úlceras.
EFECTOS DEL ALCOHOL
En unos pocos minutos llega el alcohol al cerebro, donde actúa y donde se aprecian los
mayores efectos.
El consumo excesivo de alcohol (grandes cantidades) en un corto período de tiempo puede
producir la muerte.
El alcohol es un tóxico que, circulando por la sangre, alcanza todos los órganos y sistemas
del organismo, por lo que se pueden producir importantes y múltiples problemas
relacionados con su consumo: afecta a la respiración intracelular, la producción de
neurotransmisores y el metabolis
Al consumo del alcohol, no se le tiene demasiado respeto, ya que es una droga que
actualmente cuenta con una gran aceptación en nuestra sociedad.
8. ÉXTASIS
La MDMA (abreviación de su nombre semisistemático 3,4-metilendioximetanfetamina),
usualmente conocida como éxtasis, es una droga empatógena perteneciente a la familia de
las anfetaminas sustituidas. Las rutas más comunes para su síntesis emplean la
3,4-metilenodioxifenil-2-propanona (MDP2P) como precursor
El consumo de MDMA puede inducir euforia, sensación de intimidad con los demás y
disminución de la ansiedad. Produce una pérdida de la timidez, volviendo al individuo más
extrovertido, una sensación de alegría absoluta y de hiperactividad, aumento de la tensión
muscular, dilatación de las pupilas, puede causar bruxismo y una pérdida parcial del
sentimiento de dolor físico. Algunos estudios médicos han hallado algunos beneficios
terapéuticos moderados para ciertos trastornos mentales,[3] pero su uso a largo plazo se
asocia a efectos adversos, como neurotoxicidad y deterioro cognitivo.[3][4] Se desconoce si
sus potenciales beneficios compensan su neurotoxicidad.[5][6] Aunque se puede consumir
de diversas formas, la vía oral es la forma más habitual.
Descubierta en 1912 por Anton Köllisch, no cobraría importancia hasta casi medio siglo
después, cuando en la década de 1970 se empezó a popularizar su uso como droga
recreativa y como fármaco en psicoterapia. A partir de entonces, la sustancia se fue
ilegalizando a nivel internacional y en la actualidad la posesión de MDMA está prohibida en
la mayoría de países del mundo, con algunas excepciones para la investigación científica y
médica. En el año 2016, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó
que unos 20 millones de personas consumieron MDMA en todo el mundo por lo menos una
vez en el último año;[7] estas cifras son similares a las de los usuarios de cocaína,
anfetaminas sustituidas y opiáceos, aunque considerablemente menores que las de
usuarios de cannabis.[8] El consumo de éxtasis está a menudo asociado al ocio, sobre todo
a fiestas nocturnas de música electrónica —como por ejemplo raves—, lejos de sus
orígenes psicoterapéuticos.[9]
El mecanismo de acción de la MDMA proviene de la unión de la molécula con distintos
transportadores de neurotransmisores. La sustancia a su vez provoca un aumento de
actividad en por lo menos tres de estos neurotransmisores: la serotonina, la dopamina y la
norepinefrina;[32] esto produce tanto un incremento de la secreción de las moléculas
neurotransmisoras por las neuronas como un bloqueo de su recaptación, y se acumulan en
el espacio sináptico.[32] Al contrario que otras drogas de estructura química similar, la
MDMA tiene especial incidencia en la liberación de serotonina en detrimento de la
dopamina, característica responsable de algunos de sus principales efectos, tanto negativos
como «positivos», pues la serotonina es un importante regulador del estado de ánimo, las
emociones, el sueño o el dolor.[32] Estudios preliminares en animales parecen demostrar
que la MDMA puede dañar las neuronas que contienen serotonina, incluso a largo
plazo;[32] los investigadores sugieren que efectos similares podrían ocurrir en humanos, sin
embargo, es difícil realizar estudios en humanos debido a que los consumidores de MDMA
a menudo consumen otras drogas y agentes adulterantes cuyos efectos se podrían
confundir con los de la MDMA.[33]
9. LA MARIGUANA
La marihuana—también llamada weed, herb, pot, grass, bud, ganja, Mary Jane y una gran
cantidad de otros términos callejeros—es una mezcla gris-verdosa de hojas y flores secas y
trituradas del cannabis sativa, la planta del cáñamo. Algunas personas fuman marihuana en
cigarrillos arrollados llamados porros; muchas usan pipas, pipas de agua (a veces llamadas
bongs) o cigarros de marihuana llamados blunts (que por lo común se arman cortando un
cigarro a lo largo y reemplazando todo o parte del tabaco con marihuana).1 La marihuana
también se puede usar para preparar té y, especialmente cuando se vende o consume con
fines medicinales, a menudo se mezcla en alimentos (comestibles) como brownies, galletas
o dulces. Las formas más potentes de marihuana incluyen la sinsemilla (proveniente de
plantas femeninas de atención especial) y las resinas concentradas que contienen altas
dosis de los ingredientes activos de la marihuana, como el aceite de hachís similar a la miel,
el budder suave y ceroso y el firme shatter, con aspecto de ámbar. Estas resinas son cada
vez más populares entre quienes las consumen con fines recreativos o médicos.
La principal sustancia psicoactiva (es decir, que altera la mente) de la marihuana, que es
responsable de la mayor parte de los efectos embriagadores que buscan las personas, es el
delta-9-tetrahidrocannabinol (THC). Esta sustancia se encuentra en la resina que producen
las hojas y los brotes, principalmente de la planta hembra de cannabis. La planta también
contiene más de 500 sustancias químicas, incluidos más de 100 compuestos que están
relacionados químicamente con el THC y se conocen como cannabinoides.2
Cuando se fuma marihuana, el THC y otras sustancias químicas de la planta pasan de los
pulmones al torrente sanguíneo, que rápidamente los transporta a través del cuerpo y hasta
el cerebro. La persona comienza a sentir los efectos en forma casi inmediata (ver "¿Cómo
produce sus efectos la marihuana?"). Muchos experimentan una euforia placentera y una
sensación de relajación. Otros efectos comunes, que pueden variar ampliamente de
persona a persona, incluyen una mayor percepción sensorial (por ejemplo, colores más
brillantes), risa, alteración de la percepción del tiempo y aumento del apetito.
Si la marihuana se consume en alimentos o bebidas, los efectos demoran un poco
más—por lo general aparecen después de 30 minutos a una hora—porque la droga debe
pasar primero por el sistema digestivo. Al comer o beber marihuana, la cantidad de THC
que ingresa al torrente sanguíneo es considerablemente menor que cuando se fuma una
cantidad equivalente de la planta. Debido a los efectos más lentos, es posible que las
personas consuman inadvertidamente más THC del que tenían intención de consumir.
Las experiencias placenteras con la marihuana no son de ningún modo universales. Hay
personas que, en vez de relajación y euforia, sienten ansiedad, miedo, desconfianza o
pánico. Estos efectos son más comunes cuando se consume demasiada cantidad, cuando
la marihuana es más potente de lo esperado o si la persona no tiene experiencia. Quienes
han consumido grandes dosis de marihuana pueden experimentar una psicosis aguda, que
incluye alucinaciones, delirio y la pérdida del sentido de identidad personal. Estas
reacciones desagradables—si bien temporarias—se diferencian de los trastornos psicóticos
más duraderos (como la esquizofrenia) que pueden estar relacionados con el consumo de
marihuana en personas vulnerables. (Ver "¿Existe una conexión entre el consumo de
marihuana y los trastornos psiquiátricos?")