Natanael Martini era una hermosa joven que todos amaban, pero ella se enamoró de un minero. Ellos se casaron pero el minero soñó la ubicación de una mina de oro y la dejó. Añañuca lloró tanto por la pena y soledad que murió. Al día siguiente, flores desconocidas habían aparecido en su tumba, las cuales fueron llamadas Añañuca en su honor y aparecen en el desierto de Atacama cada vez que llueve.