1. Por: María Fernanda Ruiz I
mf.ruizi@gmail.com
Los cambios de Latinoamérica en el Siglo XXI
Latinoamérica ha sufrido grandes cambios en el transcurso del último siglo y su
paso al nuevo; movida por su lucha por el derecho, con el propósito de obtener
un estado más justo y equitativo para todos sus habitantes; aquí han surgido
grandes ideas de cambio, algunas con el fin lucrativo de unos grupos, pero
otras que han estado llevadas a proponer el cambio para lo que vive
Latinoamérica y para lo que puede ser el cambio de la crisis que sufre día a día
su población.
El modelo neoliberalista implantado en la mayoría de países en Latinoamérica
fue parte de su destrucción y su paso a la crisis que dejo marcada un siglo XX
lleno de falencias en su gobierno, que llega ha ser cambiado por una nueva
esperanza; el socialismo, que se plantea como una vía para poder surgir entre
las tinieblas en las que vivía Latinoamérica, este proceso fue un paso
importante para los países latinoamericanos. Todo esto llevado por la
transformación del gobierno, que pasa ha ser un gobierno propuesto en donde
son los habitantes quienes deciden lo más conveniente para su progreso.
Aunque gran parte de la economía fuese agrícola, las dificultades de
organización de los trabajadores de la clase obrera, dada las formas de
explotación pre-capitalistas, motivaron a que la izquierda latinoamericana
surgiese ligada a los primeros momentos del proceso de industrialización y
vinculadas a la producción minera. Argentina y Chile fueron ejemplos claros de
tales procesos.
La reacción latinoamericana a la crisis de 1929 fue determinante para
condicionar la trayectoria política de los países en las décadas siguientes. La
victoria de la revolución cubana se transformó rápidamente, del derrocamiento
de una dictadura, en un régimen que se asumía, por primera vez en el
continente y en el hemisferio occidental, el socialismo. Este proceso fue una
gran señal para Latinoamérica; el socialismo, pasó a ser una realidad histórica
palpable, pasó a representar una actualidad posible en el momento mismo en
que el capitalismo daba muestras de agotamiento de su ciclo expansivo y que
dictaduras militares sustituían las democracias liberales.
De aquí viene nuestra lucha perenne, una lucha que debe estar enmarcada en
ser la voz del pueblo más pequeño, de este pueblo que teme por el rigor de la
vara capitalista; debemos representar la lucha, representar que con el poder de
la palabra una sociedad puede surgir, que con el poder de la revolución los
frentes pueden ser amplios y el camino seguro, y así lograr lo que soñaron
nuestros primero luchadores como el Che Guevara, que nos han demostrado
que la voz de un pueblo oprimido puede ser la solución a la opresión en la que
se enmarcan los frentes corruptos.

2. Unamos nuestras voces Latinoamérica, demostremos que las personas,
tenemos gran trascendencia en cada una de las luchas surgidas por una causa
justa, seamos parte de la solución a los problemas que vive la sociedad,
luchemos, hagamos revolución, que el legado de nuestros luchadores no
queden en el olvido; y que hayan surgido con un fin, que es dar un cambio a
Latinoamérica. Y así entonar juntos la consigna que sigue latente en América
Latina, gracias al ejemplo de Cuba, y su revolución:
¡Socialismo a muerte, patria o muerte venceremos!