1. ‘El mar es la piel del universo’. Pablo Neruda.
El gran basurero
Tomemos conciencia
Muchas organizaciones
trabajan para combatir la
basura en el mar. Esto
corresponde a una
campaña de Greenpeace
en el Pacífico.
Las investigaciones hechas por la
Armada Nacional, que son las más
confiables de Colombia, indican
que desde la orilla se arroja el 80
por ciento de los desperdicios que
arrastra el mar. Buena parte de
ellos llega por la desembocadura
de los ríos. El otro 20 por ciento lo
lanzan desde barcos, lanchas y
canoas.
Neruda estaba dolorosamente
equivocado: el mar ya no es la piel
del universo. Ahora es su basurero.
2. La muerte de
los animales
NUESTROS SERVICIOS
La situación en América Latina es catastrófica:
el promedio de protección costera, en todo el
continente, solo llega al 5 por ciento. Pero los
colombianos, ni eso: solo cuidamos el 2 por
ciento.
Cerca de
Barranquilla, en los
legendarios
parajes de Puerto
Colombia, por
donde entraron al
país las grandes
oleadas de
inmigrantes, la
erosión ha
devorado
kilómetros de
playa. Por allí
mismo, en el
balneario de
Salgar, los
pobladores piden
ayuda urgente
porque ya no
Colombia no está a salvo de esa nueva
desgracia. La periodista Leonor de la Cruz
escribió, en el diario El Heraldo, que frente a
las playas de Santa Verónica, en proximidades
de Barranquilla, se está formando un islote de
basura y arena. Los vecinos de esa región han
advertido que la línea del litoral está
cambiando de forma. Pero nadie les hace caso.
Al otro costado del país sucede un
fenómeno similar. En algunas poblaciones
costeras de Nariño y el Valle del Cauca, en el
Pacífico, están surgiendo esos islotes
espontáneos de basura. Las gentes más
pobres, buscando un pedazo donde vivir,
empiezan a ocuparlos para construir sus
ranchos.
Hace apenas dos años, en un paraje del Caribe
cordobés, llegando a los límites con Antioquia, hubo
una mortandad de animales marinos. Las ostras se
pudrían bajo aquel sol implacable. Los peces
llegaban boqueando a la playa y allí morían. Fueron
víctimas de los pesticidas químicos arrastrados por
caños y arroyos. Una nube de moscas volaba sobre
ellos. Al cabo de unas cuantas horas, la pestilencia
era insoportable en pueblos y caminos.
La muerte no es la única tragedia. Los biólogos
reportan, además, que en los dos océanos
colombianos se han encontrado numerosos
animales que sobreviven mutilados por cuerdas y
pedazos de plástico, o por láminas de metal que se
hunden con el oleaje.
Isla basura