2. Edificio de 5 plantas sin ascensor
En este caso nos encontramos
ante un edificio antiguo y
estrecho que, por sus
dimensiones, no puede tener
ascensor. De todas formas, en
ninguna de las 5 plantas que
posee se encuentra algún tipo
de adaptación para eliminar
las barreras arquitectónicas
(por ejemplo, elevador), sería
la propia persona y familia
quienes tendrían que buscar la
manera de adaptar la subida
(Scalamobil u oruga portátil)
3. Aceras estrechas y con escalones
En esta calle,
encontramos una subida
que presenta bastante
inclinación, en sus ambas
aceras, se encuentran tres
escalones que dejan el
camino muy estrecho
(incluso para ir a pie), y la
persona con limitación en
la movilidad debería subir
por la calle (con el peligro
que eso conlleva, ya que la
calle es en sentido de
bajada para los coches)
4. Rampa inaccesible
Encontramos una rampa
para acceder al conjunto de
edificios de la zona, que son
estorbados por una serie de
pivotes (seguramente
puestos para impedir que las
bicicletas bajen a mucha
velocidad), pero que no
permiten ni que personas
con andadores o sillas de
ruedas accedan, ni siguiera
carritos de bebés.
5. Acceso a la iglesia
Para poder acceder a esta
iglesia (que dentro tiene
una rampa),
primeramente se deben
superar una serie de
escalones (que son,
además, de un tipo de
piedra muy pulida y
resbaladiza). Se depende
de una rampa portátil o de
la ayuda de otra o varias
personas para subir una
silla de ruedas a esa
iglesia.
6. Escalones frente a un paso de cebra
Este paso de cebra,
aunque está en bajada y
aplanado, tiene frente a sí
dos escalones que se
elongan hasta los pies de
las dos mujeres que
aparecen en la foto, y, al
encontrarse una curva
cerrada y el semáforo,
comprobamos que una
silla de ruedas no podría
pasar por allí sin
desestabilizarse.
7. Esquinas estrechas
A través de diferentes
calles encontramos
diferentes esquinas que
presentan, además de una
considerable estrechez
para pasar por ellas (o
esperar a que se ponga
verde el semáforo para
cruzar), encontramos otros
elementos como son dicho
semáforo y una señal de
tráfico, que limitan el
espacio para pasar y el
ángulo de giro.
8. Otra esquina estrecha, en un puente
■ Aquí encontramos otra
esquina, que se genera desde
un paso de zebra al cruce de
un puente, con una rampa
torcida por la que una
persona con movilidad
reducida debería pasar
obligatoriamente, con el
riesgo, estando limitado, a un
lado por el río que se cruza, y,
al otro, por la avenida por la
que pasan coches a una
considerable velocidad.
9. Más esquinas estrechas
■ En este caso encontramos
otra esquina estrecha, de
mala construcción
(alcantarillas mal selladas,
asfalto desgastado…) y con
una señal de trafico en el
medio, dejando como única
posibilidad de paso, bordear
la esquina por el lado de la
calle.
10. Imposibilidad de acceso a oficinas
■ El acceso a estas oficinas con
silla de ruedas es
prácticamente imposible,
encontramos en la calle farolas
cuya disposición estrechan la
calle, además de un gran
escalón y otro más pequeño,
siendo el primero tan alto que
hace que sea imposible subirlo,
por ejemplo, con una silla de
ruedas motorizada por su
peso. En ninguno de los dos
lados se encuentra una rampa
para subir dichos escalones.
11. Portales con grandes escalones
■ En el casco histórico de la
ciudad, donde se encuentran,
por ejemplo, muchos pisos de
alquiler turístico que
requieren un certificado de
accesibilidad, encontramos
abundantes portales que
dificultan la entrada a dichos
edificios por presentar
grandes y múltiples
escalones.Además, podemos
comprobar que tampoco se
encuentran adaptadas las
alturas de los porteros.
12. Otros portales
■ También, se reconoce la ausencia
de porteros automatizados, en
diferentes ocasiones, me he
encontrado sosteniendo la puerta
a una persona con limitaciones en
la movilidad pues, para ellos es
imposible 1) abrir la puerta con la
llave 2) tirar de la puerta
(normalmente son puertas
pesadas de metal o madera
robusta) y 3) acceder al interior
del edificio sin que la puerta se les
eche encima. Por tanto, no tiene
sentido incluir rampas en la
entrada de un edificio, si la
apertura de puertas no está
automatizada y la persona sigue
siendo dependiente de terceros
para acceder a su interior.