1. COMPOSICION Y REPRODUCCION DE LAS FLORES
Una simple flor se compone de sépalos y pétalos. Los sépalos tienen como la
protección de la flor cuando todavía está en su fase inicial de desarrollo, o en el
momento en que se cierra, por la noche. Los pétalos coloridos tienen el papel de
atraer a los insectos para polinizar la flor, es decir, traer el polen de otra flor de la
misma especie depositándola en el estigma. Los granos de polen son tan
pequeños que no pueden ser vistos con el simple ojo. Para visualizarlos es
necesario el uso de un microscopio, de esta manera, es posible notar que estos
pueden tener diferentes formatos. Después de haberse depositado en el estigma,
los granos de polen siguen a través de tubos extremadamente estrechos
siguiendo del estilete al ovario de la planta.
Antes del desarrollo de los óvulos, en el ovario, para la formación de semillas, es
necesario que sean tocados por uno de esos finos tubos, para que así puedan ser
fertilizados. Las flores producen su polen en las puntas de los estantes (llamadas
anteras). En la mayoría de los casos, es mejor para las plantas que ellas sean
fertilizadas por el polen de otra especie, esto ocurre a través de la ayuda de
insectos (abejas, avispas, mariposas y algunas especies de moscas ) o por el
viento, como en el caso de las gramíneas y algunos árboles. Las plantas tienen
flores que se pueden clasificar en familias basadas en el tipo de producción de
flores. Algunos ejemplos son: diente de león, rosáceas (igual a las rosas),
umbelíferas (similar a las sombrillas), ranunculáceas (familia de los ranúnculos) y
legumbres.