2. Introducción a la Vida Devota
Es la obra más importante de San
Francisco de Sales. En ella el santo
doctor escribe a toda alma cristiana
para animarla a emprender los
ejercicios necesarios para abrazar con
alegría y convicción el camino que lleva
a Dios, pues Él, siempre nos está
esperando.
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3. Fue su ejercicio como director espiritual lo que
le permitió concebir un libro como la
Introducción.... Sus páginas constituyen un
manual para alcanzar la santidad dirigido
especialmente a los laicos, es decir, "los que
viven en las ciudades, en medio de las
familias, en la corte, y por su situación se ven
obligados a profesar una vida común en
cuanto a lo exterior", explicó en el Prefacio.
Dirigió la instrucción a una destinataria
simbólica, Filotea, la "enamorada de Dios",
representación de todas las almas que quieran
ser devotas.
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4. La dividió en cinco partes: la primera trata sobre el pecado; la segunda
instruye sobre la oración y los sacramentos; la tercera prodiga
"consejos sobre el ejercicio de las virtudes"; la cuarta advierte acerca
de las tentaciones más comunes, y la quinta ofrece ejercicios para
"renovar el alma y confirmarla en la devoción", a la que define como
"la dulzura de las dulzuras y la reina de las virtudes, porque es la
perfección de la caridad".
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5. Aconseja rezar una hora por día, por la mañana y si es en la
Iglesia, mejor. Recomienda lecturas (San Buenaventura,
Gerson, Fray Luis de Granada, las Confesiones de San
Agustín, las Cartas de San Jerónimo). Sugiere la confesión
cada ocho días y advierte que no deben confesarse
vaguedades. Recalca la conveniencia de la comunión
frecuente para "avanzar, robustecerte y consolarte en el
amor de Dios, ya que por amor debes recibir al que sólo por
amor se da a ti". 5
6. A pesar de su invitación a
llevar una vida de piedad
en medio del mundo,
Francisco de Sales no se
engañaba sobre el trato
hostil que recibirían los
cristianos en los
ambientes mundanos
"¿Quién no ve que el mundo es
un juez perverso, benévolo y
condescendiente con sus hijos,
pero duro y riguroso con los hijos
de Dios? -advertía-. (...) Nosotros
estamos crucificados al mundo, y
el mundo ha de estar crucificado
para nosotros; nos tiene por
locos; tengámoslo por
insensato". 6
7. Francisco de Sales murió en
1622 a los 55 años, tras sufrir
una apoplejía.
Fue beatificado en 1661 y
canonizado el 19 de abril de
1665. El papa Pío IX lo
proclamó Doctor de la Iglesia
el 16 de noviembre de 1877. 7