El documento analiza las causas de la escasa presencia de expertos españoles en seguridad privada en entornos internacionales, incluyendo la falta de formación enfocada en lo internacional, la carencia de certificaciones reconocidas globalmente, y la marginalidad de la seguridad privada en España. Propone mejorar la formación incorporando asignaturas internacionales, certificaciones globales, y estudios postgrado enfocados en seguridad internacional para aumentar la presencia de expertos españoles en este campo.
Constancias de cursos de Seguridad y Salud en el trabajo. STPS
El Director/Jefe de Seguridad como actor de la Seguridad Internacional
1. El Director/Jefe de Seguridad como actor de la Seguridad Internacional
La demanda de especialistas de seguridad en entornos internacionales sigue una
tendencia creciente en los últimos años. La creciente inestabilidad mundial
debida a conflictos internacionales y al terrorismo, el aumento de misiones en
diferentes partes del mundo por parte de Organismos Internacionales (OOII) y
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), unido a una mayor presencia del
sector privado en lugares donde la seguridad requiere una especial atención,
hace que los expertos en seguridad sean demandados en gran medida y sea esta
una profesión en auge.
A pesar de esta creciente demanda de expertos en seguridad, la presencia de
especialistas españoles en entornos internacionales continua siendo muy escasa,
proviniendo los pocos presentes en este mercado en su inmensa mayoría de las
fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (FCSE) o de las fuerzas armadas
(FFAA), con una minoría proveniente del ámbito de la seguridad privada. A
través de este artículo trataremos de aportar luz sobre algunas de las posibles
causas de esta escasa presencia de profesionales españoles de la seguridad
privada como expertos de seguridad en entornos internacionales.
1. Formación no enfocada al ámbito internacional. La orden
INT/318/2011, de 1 de Febrero, sobre personal de seguridad, en su
disposición transitoria tercera establece que los centros que tengan
reconocidas titulaciones para la habilitación de Director de Seguridad,
deberán adaptar los cursos acorde al anexo III de la orden establece, el
cual establece que las titulaciones para la habilitación de Directores de
Seguridad habrán de tener como base la superación de cursos en los que
impartan una serie de materias que son listadas (seguridad física,
protección civil, etc.), no incluyendo ninguna materia de especial o
específica aplicación en entornos internacionales o al menos de
conocimiento de los mismos. Adicionalmente resulta inusual que los
centros que imparten estudios encaminados a la habilitación de Director
de Seguridad incluyan alguna asignatura en Inglés, siendo esta la lengua
prioritaria de trabajo en los entornos internacionales, por lo que
independientemente del conocimiento de la lengua inglesa que los
expertos españoles puedan tener, su conocimiento del vocabulario
específico inglés en el ámbito de la seguridad es insuficiente.
2. Carencia de formación específica en gestión. En la seguridad privada
española es frecuente encontrar grandes profesionales que disponen de la
mayoría de las especialidades, sino de todas, considerando finalizado su
proceso formativo en seguridad con la obtención de las habilitaciones
como Jefe de Seguridad y/o Director de Seguridad. En el ámbito de la
seguridad internacional es necesaria una especialización adicional y
continua en gestión de múltiples materias como Gestión de Riesgos y
Amenazas (Risk/Threat Management), Gestión de Proyectos (Project
Management), Gestión de Procesos (Process Management), Gestión de
Prevención de Perdidas (Loss Prevention Management), etc.; materias que
no son lo suficientemente abordadas en las formaciones de seguridad
existentes en nuestro país y que sin embargo resultan de conocimiento
2. imprescindible para un experto de seguridad, aún más la disposición de
acreditaciones específicas sobre las materia que puedan ser presentadas a
un potencial empleador.
3. Ausencia de una certificación de experto en seguridad reconocida
internacionalmente, desconocimiento de las certificaciones
existentes y carencia de un centro nacional formativo específico
para el ámbito internacional. La formación reglada en el ámbito de
seguridad privada española está enfocada a un mercado nacional, no
existiendo un reconocimiento de la misma a nivel internacional. Nuestra
TIP como Director o Jefe de Seguridad carece de homologación fuera de
nuestras fronteras y no obstante existe la errónea creencia que una vez
obtenidas estas habilitaciones hemos llegado al techo de la formación en
materia de seguridad, no siendo así y existiendo diversas certificaciones
como la ISO31000 y la CPP, entre otras, cuyo reconocimiento es mundial y
las cuales muchas ofertas de trabajo en el ámbito internacional ya
establecen como obligatorias para optar a un puesto de trabajo. En el
ámbito de la formación universitaria existen múltiples formaciones
postgrado en España que incorporan la denominación “Seguridad
Internacional” en su título, no obstante estas formaciones están enfocadas
al ámbito estratégico, dejando de lado el ámbito operacional y táctico, que
es al que nos estamos refiriendo en este artículo y para cuya formación no
existe a día de hoy una formación postgrado en España suficiente y
adecuada. En otros países de nuestro entorno existen incluso centros de
formación nacionales específicos, como ZIF en Alemania, donde se forma
a las profesionales que quieren trabajar o van a ser destinados en
entornos internacionales y se incluyen materias de seguridad como parte
de esta formación.
4. Limitado acceso del profesional de seguridad privada español al
entorno internacional. Existen dos grandes sectores con permanente
demanda de expertos de seguridad en el ámbito internacional, las OOII/
ONGs y las empresas del sector privado instaladas en diferentes países. Es
3. cierto que el acceso a las OOII/ONGs está principalmente copado por
miembros (normalmente ex) de las FCSE y FFAA, no porqué su formación
sea necesariamente mejor sino porque en su mayoría, debido a su trabajo,
han tenido la oportunidad de trabajar en entornos internacionales
representando a sus respectivos Ministerios y esto les ha permitido
conocer que hay un mundo de oportunidades más allá de nuestras
fronteras. En el caso de las empresas del sector privado presentes en
entornos internacionales, son conscientes en su gran mayoría de la
necesidad de servicios específicos en materia de seguridad y pagan un
alto precio por ellos, por lo que es normal que recurran a expertos con un
extenso currículo antes que dar la oportunidad de entrar en el mercado a
nuevos profesionales.
5. Desconocimiento de las empresas españolas respecto a sus
necesidades en materia de seguridad privada o rechazo del coste
asociado. La incesante globalización de los servicios ha facilitado la
creciente presencia en los últimos años de empresas españolas en los
lugares más remotos del mundo. A pesar de la instalación de complejos
industriales y el desplazamiento de profesionales (expatriados) a lugares
cuya seguridad requiere una especial atención, el sector privado español
continua erróneamente considerando la inversión en seguridad como un
gasto prescindible. La marginalidad de la seguridad privada en España,
respecto a la dignificación de esta profesión en otros países donde está no
solamente bien valorada sino que diría incluso venerada, hace que las
empresas españolas se aventuren a instalarse en diferente países sin tan
siquiera realizar un análisis de amenazas sobres sus instalaciones
(facilities), su personal (staff) y sus bienes (assets), limitando sus
estrategias de mitigación de riesgos a la externalización o transferencia
de los mismos a través de la contratación de seguros.
4. 6. Marginalidad de la seguridad privada en España. He mencionado en el
punto anterior el aspecto de la marginalidad de la seguridad privada en
nuestro país, aspecto que por doloroso no hemos de esquivar y ha de ser
reconocido para poder trabajar en su desaparición y la correcta
valoración del experto de seguridad privada en España. En nuestro país
las condiciones laborales y económicas de los profesionales de la
seguridad privada son paupérrimas comparadas con los expertos de otros
países de nuestro entorno. El Director/Jefe de Seguridad en el ámbito
internacional, cualquiera que sea la denominación que el puesto conlleve
(Safety & Security Manager, Senior Security Expert, etc.) goza de un
reconocido prestigio y de una remuneración acorde a su cargo y la
responsabilidad que este conlleva, siendo común que forme parte del
Consejo de Dirección de la organización o que su puesto se encuentre
equiparado con otros puestos senior, participando de las tomas de
decisión en el ámbito global de la misma.
No cabe duda que vamos con retraso y hemos de comenzar a dar los pasos
necesarios para que a medio plazo se disponga en España de una cantera de
expertos preparados, los cuales puedan dar el salto al entorno internacional.
Algunas de las recomendaciones para mitigar las causas anteriormente citadas
pudieran ser las siguientes:
I. Incorporación de materias de ámbito internacional en la formación
actualmente existente de Directores y Jefes de Seguridad, con especial
atención a la posibilidad de recibir formación en terceros idiomas y
conocer los lexicones/glosarios específicos de seguridad en al menos el
idioma Inglés.
II. El Director/Jefe de Seguridad ha de ser un gestor, un manager, por lo que
su formación ha de ir enfocada a lo que se espera de semejante
profesional. Los currículos formativos enfocados a la habilitación de los
Directores/Jefes de Seguridad han de elevar el nivel esperado de estos
expertos, con mayor carga lectiva sobre gestión y una doctrina más
unificada con estándares internacionales.
III. La habilitación como Director/Jefe de Seguridad habrá de pasar en algún
momento por un proceso de adaptación y unificación de criterios
educativos con otros países, similar al “Plan Bolonia” en el ámbito
universitario, de tal manera que exista una homologación que reconozca
la formación de nuestros profesionales fuera de nuestras fronteras. A su
vez ha de trabajarse en la incorporación de certificaciones ya existentes y
mundialmente reconocidas, como las anteriormente citadas, en los planes
de formación. La creación de estudios postgrado enfocados al ámbito de
la seguridad internacional, desde una perspectiva operacional y táctica,
continua siendo una asignatura pendiente en nuestro país.
Adicionalmente, la creación de un centro de formación nacional por el que
puedan pasar a formarse todas aquellas personas interesadas en trabajar
en entornos internacionales, incluidos los funcionarios del gobierno, y
donde se preste adecuada atención al concepto de seguridad, no solo
desde la perspectiva security sino también desde la perspectiva safety,
continua siendo una asignatura pendiente en nuestro país.
5. IV. El acceso del experto de seguridad privada a los entornos profesionales
internacionales ha de ser facilitado, bien mediante acuerdos de
cooperación con OOII/ONGs o bien mediante el establecimiento de
programas de prácticas, que faciliten este primer contacto y acceso fuera
de nuestras fronteras. Sin una primera toma de contacto, difícilmente se
podrá ganar la experiencia necesaria sobre el terreno para poder optar a
puestos de mayor responsabilidad y peso dentro de las organizaciones.
V. Es un lamentable hecho que en España, a pesar de nuestro pasado
reciente, carecemos de una cultura de seguridad privada. La labor de
concienciación de las empresas españolas sobre la necesidad de invertir
en seguridad en sus misiones internacionales, comenzada en un pasado
reciente por organizaciones domo ADISPO y ASIS entre otras, ha de
continuar y ser aún si cabe reforzada. La inversión en seguridad, como el
propio nombre indica, es una inversión (no un gasto) para la empresa y
redunda en su propio beneficio.
VI. En tanto la formación en materia de seguridad privada en España no sea
acorde al nivel de un puesto de Dirección y obtengamos el merecido pero
ausente reconocimiento profesional, se seguirá infravalorando el sector
de la seguridad privada por los potenciales clientes. Igualmente en el
ámbito universitario la Seguridad sigue siendo la gran ausente, a pesar de
que algunos centros formativos ya incorporan alguna materia de
seguridad en los currículos de diversas formaciones, sirvan como ejemplo
la Universidad del País Vasco y la Universidad de Valencia en sus
formaciones postgrado para Observadores Internacionales; habiendo de
trabajar el sector de la seguridad privada para que su presencia en los
ciclos formativos universitarios se incremente en su justa medida y deje
de ser la excepción a la norma.
Por lo que hemos visto queda un largo camino por recorrer para que la presencia
en entornos internacionales, de los expertos en seguridad españoles, sea
equiparable a los del mundo anglosajón y que esta profesión tenga el merecido
prestigio del que goza en otros países de nuestro entorno. Este es un camino que
hemos de emprender todos juntos, dignificando nuestra labor y valorando
nuestros conocimientos en su justa medida, no cesando en el proceso formativo
que un día comenzamos para convertirnos en expertos de la seguridad.
España, 21 Abril 2016
Víctor PEREZ SAÑUDO trabaja como Consejero en materia de Interior para
la OTAN, siendo miembro de la Policía Nacional en
Servicios Especiales. En sus más de 20 años de
experiencia profesional en el sector de la seguridad, ha
trabajado además de para el Ministerio del Interior de
España para EUROPOL, la ONU, la OSCE y la Unión
Europea, habiendo prestado servicio en múltiples países
como Bangladesh, Ecuador, Egipto, Israel, Kosovo,
Nigeria, Palestina, Sri Lanka y Uganda, entre otros. Es
profesor de seguridad en diversos proyectos, tanto de
ámbito nacional como internacional y es Director de Seguridad.