LO QUE NUNCA DEBARIA HABER PASADO PACTO CiU PSC (Roque).pptx
Cae ladrón de la corona
1. CAEN LADRÓNES DE LA CORONA
DE LA VIRGEN DE LA NATIVIDAD
DE COLOTEPEC.
Santa María Colotepec, Pochutla, Oax.- El día 15 de junio del presente año por la
madrugada personas desconocidas extrajeron del interior del templo católico de Santa
María Colotepec, la corona de oro que poseía la inmaculada virgen patrona de este
municipio.
Por la mañana las personas de limpieza y catequistas dieron la noticia de que había
desaparecido la corona del interior de la iglesia de la Natividad en la cabecera municipal
de Santa María Colotepec, llevándose la corona de la Virgen, así lo dieron a conocer las
autoridades municipales y eclesiásticas del lugar.
Los fieles feligreses y la población en general se reunieron en el atrio de la iglesia para
pedir a la Santa Virgen de la Natividad, que hiciera el milagro de capturar al malhechor
que robó la corona de oro con un peso aproximado a los dos kilos 200 gramos.
Las catequistas y los católicos del pueblo manifestaron su tristeza, decepción y
condenaron el alma del o los ladrones que se habían atrevido a robar un objeto sagrado,
que representa la unidad de la familia católica de Colotepec.
El sacristán de la iglesia, Francisco Cuevas Cruz, dio a conocer que siempre está pendiente
de la pertenencia de la iglesia, que antes ya había informado al sacerdote, Rigoberto
Contreras, que una de las puertas de la iglesia no estaba en buenas condiciones.
2. APARECE LA CORONA ROBADA.
El día 16 del mismo mes la policía municipal de Colotepec, al mando del Sindico
Procurador Municipal Carmelo Cruz Mendoza, en un fuerte operativo logró dar con los
ladrones, fueron sorprendidos por la policía que ya le seguía las pistas en la investigación.
Resultando como presunta responsable del robo de la corona de oro de la Natividad de
Colotepec, la profesora bilingüe Apolinaria Hernández Luna, y su Cónyuge Filemón
Vásquez Cortés, quienes fueron aprendidos en plena flagrancia.
Una vez que se vieron descubiertos los ladrones quienes llevaban la corona ya
despedazada la valiosa pieza valuada aproximadamente en un millón de pesos, los
malhechores habían empezado con la extracción de las piedras preciosas incrustadas en la
pieza artesanal, para ser comercializada en el mercado negro y fundirla para desaparecer
cualquier evidencia.