1. Se intentó aprovechar de una persona española de origen asiático con intenciones patrióticas de mejorar España, pero terminaron destruyendo el país por envidia e injusticias. 2. Ahora esta persona está intentando devolver el bienestar a España que tenía antes de la pandemia. 3. Según la Constitución española, cada individuo tiene derecho a desarrollar su personalidad libremente, pero intentaron cambiar la personalidad de esta persona en vez de dejarla ser ella misma.

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En un país en el que la ineptitud brillaba y estaba esparcida por doquier y en el que, al parecer,
era de buen conocedor que los ciudadanos de dicho país eran muy dados a destrozarlo todo;
se dedicaron a jugar con el “regalo” que les dio la primera potencia mundial en pos de mejorar
el ya mencionado país (“inepto país” en adelante”).
Cuando los demás países de la actual Unión Europea defendían a toda costa la estabilidad y
el bienestar en todos los sentidos, lo estropearon todo simplemente porque no quisieron
asumir que una ciudadana española de nacimiento y con un gran sentimiento de patriotismo,
fuese “la más patriota de todos”, simplemente por tener la apariencia física de una persona
asiática. De ahí que se intentasen aprovechar de dicha excepcional persona cuyas intenciones
eran total y absolutamente genuinas para mejorar España como Nación. De ahí que se
difundiese la envidia, las injusticias y un largo etcétera. De ahí que se “pasasen de listos”
intentando aprovecharse de ella y, por ende, terminaron destruyendo el país.
En la actualidad España vive en una situación de malestar e incertidumbre que dicha persona
está intentando paliar por todos los medios habidos y por haber. O dicho de otro modo: está
intentando devolver el bienestar al denominado “Estado de Bienestar” del cual España hacía
gala antes de la pandemia de la COVID-19.
Que, por cierto, hablando de la COVID-19…
- En primer lugar, se propagó que se debió a que se comían “bichos raros”
- En segundo lugar, se empezó a propagar la denominación de “virus chino” de
forma despectiva fomentando, de este modo, el odio hacia las personas asiáticas.
- En tercer lugar, ahora se dice que fue un “escape” de un laboratorio. Como otro
que ocurrió no hace muchos meses en EEUU.
Entonces no puedo evitar preguntarme: ¿por qué precipitarse en sacar conclusiones
precipitadas en lugar de esperar a que se realicen las investigaciones apropiadas para no
generar tanto malestar?
Porque os he de recordar que a pesar de que muchos occidentales esparciesen tanto odio
hacia China; China decidió ayudar a los demás países enviando cargamentos de mascarillas a

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toda la población ya que el resto de la población no estaba preparada en ninguno de los
sentidos para ningún tipo de protección contagiosa como la gripe, por poner un ejemplo.
Os he de recordar que durante el Estado de Alarma y cuando todos estábamos en nuestras
respectivas casas respetando las restricciones que nos impuso el Estado; entre todos nosotros
propagamos un buen rollo y una especie de Comunidad dentro de España animando a los
sanitarios con las “caceloradas” o ayudándonos mediante las redes sociales para que
tuviésemos cosas que hacer mientras estuviésemos en casa y… así un largo etcétera. Se
propagó una EMPATÍA y BIENESTAR a pesar de estar viviendo una crisis sanitaria sin
precedentes.
Y yo me pregunto: ¿por qué no podemos volver a todo ese “buen rollo” entre todos nosotros
y ayudarnos en lugar de ir cotilleando para hacernos daño mutuamente? O para hacerme
daño a dicha persona excepcional.
Un bienestar en el cual todos nos ayudábamos entre nosotros con la única intención de
ayudarnos a mejorar. Sin ninguna intención oculta. Simplemente porque los españoles
históricamente, somos conocidos por ser benevolentes. Pero al parecer y en lo que se refiere
a dicha excepcional persona, la han estado intentando impedir continuamente el progreso.
SU progreso. Han estado intentando impedir por todos los medios que dicha excepcional
persona sea ella misma, intentando anular su personalidad o incluso cambiándosela. Y ahí es
cuando se cayó en el error ya que profesionales reconocidos en sus respectivas áreas saben
a la perfección que la auténtica naturaleza de una persona NO se puede cambiar, al igual que
una persona ha de dejarla ser como es en realidad sin necesidad de tener que cambiarla
continuamente “a la fuerza”.
Dicho lo cual, vivimos en un país democrático bajo una Monarquía Parlamentaria en la cual el
Rey, es el representante a nivel internacional además de ser el Jefe de Estado. Por lo tanto,
según la Consitución Española de 1978 que es la cual por la que nos regimos ahora mismo y,
dicho de otro modo, es como la Carta Magna de todas las demás Leyes; dicta que “cada
individuo tiene el pleno derecho a desarrollar su personalidad, a tener una vivienda digna, a
tener un trabajo digno, a tener libertad de expresión, etc”.

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Y esto, Señoras y Señores, ha sido lo que han incumplido dichas personas que “se creyeron
más listos” que dicha persona excepcional. Pero ahondando un poco más en este asunto,
“pasarse de listo” es un craso error debido a que cada individuo ha de conocer sus virtudes y
defectos. Así como sus limitaciones.
Por otro lado, el mundo se rige bajo una jerarquía en prácticamente todos los ámbitos de este
Mundo. De ahí la jerarquía en las empresas, por poner un ejemplo. Pero es que todos y cada
uno de nosotros tenemos que ser totalmente conscientes de que hemos nacido con una
“misión” que tenemos que ir averiguando con el paso del tiempo. Cada uno de nosotros tiene
un “puesto” en la vida y eso es algo que no se puede cambiar. Y digo que “no se puede cambiar”
porque es así como está escrito desde el momento en el que nacemos. Porque está escrito
en el destino.
Estamos TAN absurdamente sumidos en las apariencias, en los prejuicios, en definitiva, en las
banalidades de este Mundo que se nos ha olvidado qué es lo realmente importante de esta
vida.
Lo que pretendo decir es que el DESTINO, existe. Y cuando antaño se creía fervientemente en
él; al parecer, hoy en día ya no. Se han perdido los VALORES que deberían de ser innatos del
ser humano, se han perdido los buenos modales, se han perdido tantas cosas… que parece
como si la Humanidad fuese a darse por finalizada no en cuestión de Milenios, ni Siglos, ni
décadas; sino de forma inminente.
Mi misión cuando nací fue la de intentar crear un Mundo mejor en el que vivir. O, al menos,
eso fue lo que sentí que debía hacer. Al haber nacido en España, decidí que sería España el
país que quería mejorar, pero NO como política, sino A MI MANERA y A MI RITMO.
De hecho, el año pasado todo esto ya se sabía. Se sabía que, en primer lugar, dicha persona
excepcional debía ser ella misma en todo momento. En segundo lugar, se sabía que debía
estar siempre contenta y feliz. En tercer lugar, se sabía que había que potenciarla en todos
y cada una de sus cualidades.

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Yo siempre he criticado muy duramente que España es un país extremadamente lento en
lo que se refiere al progreso y, por lo que he podido observar desde hace unos cuantos
meses viendo las noticias españolas… se ha intentado progresar de una manera tan rápida
y acelerada que lo único que ha hecho ha sido acarrear más problemas.
Dicho lo cual, España siempre ha llevado un ritmo, SU ritmo. Y en este país las políticas de
mejora rápidas y corriendo no se pueden realizar, básicamente porque la población española
no está preparada para tanto aceleramiento exprés.
¿O acaso a los españoles no les gusta disfrutar de sus vacaciones pudiendo, de este modo,
desconectar de todas sus respectivas preocupaciones? ¿Acaso a los españoles no les gusta el
actualmente denominado “tardeo”? ¿Acaso… etc?